La gran novedad de la renovación del Hotel Meliá Gran Fénix es la apertura del restaurante Aduana en la séptima planta del Gran Meliá Fénix.
El nuevo comedor, bautizado así en recuerdo del lugar del que partió Colón con destino a América en Palos de Moguer, exhibe con orgullo una cocina de mestizaje mediterráneo.
Lo podrán disfrutar cada día un número privilegiado de comensales que quieran alejarse de las aglomeraciones -16 podrán regocijarse en el interior y 16 en la terraza- y tener unas vistas únicas sobre la plaza Colón, en la que confluyen los centros financiero, turístico y de la industria del lujo en Madrid.
La cocina tiene una base mediterránea a la que se le añaden toques exóticos y frescos. El chef ejecutivo Miguel Martín, con tres lustros de experiencia en los fogones del hotel, mima los productos de temporada con platos como Txangurro a la donostiarra, Panaché de verduras y queso de Idiazabal o Pluma ibérica lacada y con delicias de verbena.
La carta reserva también un espacio para la clientela internacional, en la que Martín confiesa haberse inspirado para elaboraciones como las estadounidenses y sureñas Ostras Rockefeller, el Caviar de Riofrío con blini ruso, la oriental Lubina salvaje al vapor de verduras, jengibre y arroz con leche de coco, la Causa limeña de atún rojo o el Tiradito de salmón noruego con mango en ceviche.