Miércoles, 10 de febrero de 2016 – Una antigua isla volcánica, un paraíso en el que perderse de la civilización y disfrutar de la asombrosa belleza natural de sus misteriosas cuevas, sus paisajes volcánicos, sus impresionantes acantilados y sus playas vírgenes.
Así es Mangaia, la isla más antigua del Pacífico con 18 millones de años, la más austral y la segunda más grande de las Cook. Un lugar lleno de leyendas y rincones mágicos, que sorprende por su belleza natural y que ha despertado el interés de geólogos y antropólogos de todo el mundo que han querido conocer de primera mano esta isla de la Polinesia Neozelandesa.
Con una población de 500 habitantes y una extensión de 52km2, cuando se exploran los numerosos caminos que atraviesan el centro de la isla, es extraño cruzarse con alguien. Ello, sumado a que se trata de una isla que permanece virgen, convierte a Mangaia en un lugar único en el mundo, ideal para olvidarse de la civilización y fundirse con la naturaleza.
Mangaia posee uno de los interiores isleños más bonitos de las Islas Cook. Bordeada por un arrecife cercano, la dura caliza coralina omakatea rodea la isla y, en el centro, se eleva hasta los 70 metros de altura creando formidables acantilados que rodean una deprimida meseta central volcánica. La meseta central permanece frondosa y fértil por las corrientes subterráneas y los pequeños riachuelos que la atraviesan y las vistas desde sus miradores son espectaculares.
Al igual que otras islas del sur, Mangaia alberga múltiples y fascinantes cuevas, todas ellas tienen su misteriosa leyenda y pueden explorarse con un guía local. En todas se esconden sorprendentes estalactitas y estalagmitas. Así, las expediciones a cuevas y las visitas culturales se suman al atractivo de esta isla de impresionante belleza. Además, entre julio y septiembre, se puede observar el majestuoso paso de las ballenas, una experiencia increíble, ya que nadan cerca del arrecife a muy poca distancia de la orilla.
El viernes por la mañana se celebra el mercado, atracción obligatoria para visitantes, donde artesanos locales muestran su artesanía fina: adornos de conchas hechos a mano y joyas, tallas de madera, coloridos pareos, bolsos de pandanus finamente tejidos, sombreros, abanicos y tapetes.
Para aquellos que quieran visitar la isla, ubicadas en un recóndito enclave de roca antigua, en la costa noroeste de Mangaia se encuentran las Villas Mangaia. Seis villas de estilo polinesio con impresionantes vistas de la laguna y el océano, que ofrecen un lugar ideal para observar ballenas durante la temporada de migración. Cada villa cuenta con un dormitorio y una moderna cocina totalmente equipada con encimeras de granito.
Islas Cook, el auténtico sueño polinesio
Las Islas Cook son 15 islas dispersas en una vasta área en el corazón del Océano Pacífico, entre el oeste del Reino de Tonga y el este de Tahití. Con Capital en la isla Rarotonga, sin duda su gran icono es la isla Aitutaki, cuya laguna está considerada entre las más bellas del mundo.
Con un clima tropical y una hospitalidad única, las Islas Cook se configuran como un destino idóneo para descubrir toda la magia de la Polinesia.
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