La candidatura del “Códice Calixtino” fue formulada por la Xunta de Galicia, basándose en la trascendencia cultural del que ha sido considerado “primer libro europeo”, y ha sido ampliada por la Subdirección General de los Archivos Estatales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte con la incorporación de todas las copias medievales de este manuscrito que se conservan en archivos y bibliotecas de la Península Ibérica. Así, Junto con el conservado en la USAL, han sido incluidos los códices de la Catedral de Santiago de Compostela, el Archivo de la Corona de Aragón y las bibliotecas nacionales de Portugal y España.
De hecho, esta candidatura presentada bajo el título “The Codex Calixtinus of Santiago de Compostela Cathedral and other medieval copies of the Liber Sancti Jacobi: The Iberian origins of the Jacobian tradition in Europe” ha contado con el apoyo español y el del país portugués, conscientes de la importancia que tuvo esta obra en la Europa medieval.
Este reconocimiento de la UNESCO se enmarca en uno de los ejes temáticos del Octavo Centenario del Estudio salmantino. Durante los 800 años de historia de la institución académica se ha atesorado gran cantidad de patrimonio material e inmaterial, de gran valor artístico y cultural. Por ello, se ha considerado necesario la promoción internacional del patrimonio universitario salmantino como uno de los objetivos de la celebración de esta conmemoración.
El ‘Códice Calixtino’
El “Códice Calixtino” nació a mediados del siglo XII en la catedral de Santiago de Compostela por iniciativa del obispo Diego Gelmírez. Está dividido en cinco libros o secciones que reúnen textos y piezas musicales relacionados con todas las dimensiones de la figura de Jacobo Apóstol. Por ejemplo, el cuarto libro narra el descubrimiento de la tumba por Carlomagno, mientras que el quinto es la “Guía del Peregrino”, un manual de viaje con consejos y descripciones de las diversas rutas jacobeas, hospitales, iglesias y ciudades, así como de las costumbres locales.
La copia conservada en la Biblioteca Universitaria de Salamanca probablemente fue realizada en Santiago de Compostela hacia 1325 y perteneció al Colegio Mayor San Bartolomé, en cuyos inventarios aparece ya recogido a partir de 1433. En los primeros años del siglo XIX pasó a la Biblioteca Real, donde se le sustituyó la encuadernación original por la actual de pasta española, y finalmente en 1954 fue devuelto a Salamanca. En este códice, escrito sobre pergamino a dos columnas, resalta la decoración, especialmente la gran imagen de Santiago a caballo en el colofón y las dos miniaturas a toda plana. Una de ellas realizada a tres niveles, conocida como “el sueño de Carlomagno” y la segunda con el arzobispo legendario Turpin celebrando misa ante los monjes arrodillados, mientras las almas de los caballeros muertos en la batalla ascienden al cielo.
España en el ‘Registro de la Memoria del Mundo’
Hasta el momento España estaba representado en este registro por ocho testimonios de relevancia mundial: las Capitulaciones de Santa Fe, el Tratado de Tordesillas, la obra de Fray Bernardino de Sahagún, el Llibre del Sindicat Remença (Libro de la agrupación de campesinos), los Decreta de León de 1188, los Comentarios al Apocalipsis de Beato de Liébana, los materiales relativos a la misión Keicho a Europa y, finalmente, los vocabularios de las lenguas indígenas del Nuevo Mundo traducidos al español.
La UNESCO ha aceptado este año las tres propuestas lanzadas desde España para su inclusión en el “Registro de la Memoria del Mundo”. Así, junto con el “Codice Calixtino” pasarán a formar parte de este proyecto el Archivo General de Simancas (Valladolid) y el archivo de Santiago Ramón y Cajal, conservado en el Instituto Cajal del CSIC (Madrid).