Reconozco que cuando me dijeron que iba a ir a Bellagio a realizar este reportaje tuve que mirar en la wikipedia dónde estaba exactamente.

Fotografía: Martínezld

Si mes a mes en Enredando.info te proponemos un destino que son una locura por la cantidad de museos y monumentos que hay que ver, este mes te proponemos todo lo contrario. Paz, intensa e inmensa paz.

Un destino para descansar. Para recuperar fuerzas y cargar pilas. Aquí tendrás tiempo para perderlo maravillosamente. Paz, tranquilidad, serenidad, sosiego, en un lugar de una inusitada belleza.

Un destino fuera del turismo de masas, un destino señorial, elegante, un destino para los que se sienten viajeros de verdad.

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Algo tendrá Bellagio cuando ha sido el lugar escogido para sus vacaciones por personajes de la talla de Liszt, Churchill o Kennedy o de actores como George Clooney, Al Pacino o directores como George Lucas.

Es aquí, a orillas del Lago di Como en donde realmente comprendes el llamado mal Stendhal. Más allá de su incidencia clínica como enfermedad psicosomática, el síndrome de Stendhal se convierte aquí, en Bellagio, en un referente de la reacción romántica ante la acumulación de belleza. Porque Bellagio y el Lago di Como es sobre todo belleza, pura y simplemente belleza.

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Dicho esto, os preguntareis dónde “coños” está Bellagio. Pues os lo diré. Bellagio está muy cerca de Milán, a unos 85 kilómetros, a los pies de los llamados PreAlpes, al borde del Lago di Como, en la región italiana de Lombardía. Bellagio es sobre todo famoso por los preciosos jardines y parques de residencias como Villa Melzi, Villa Serbelloni y Villa Giulia.

Con esta exigua información que nos facilita la Wikipedia nos vamos, pues, a Bellagio. Y la verdad es, que la enciclopedia no hace justicia a la belleza de Bellagio. ¡Nos lanzamos a la aventura!.

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Hacía mucho tiempo que no me cautivaba una ciudad como lo ha hecho Bellagio. Y eso que la llegada a Bellagio es toda una odisea ya que hay que ir rodeando el Lago di Como a través de una angosta carretera en donde en algunos tramos a duras penas cogen dos coches. Si el viaje de llegada dura un poco más pudo acabar como la versión turística de la niña de exorcista.

Después de una hora más o menos de viaje desde el cercano aeropuerto de Bérgamo (es el otro aeropuerto que se puede usar para llegar) la entrada a Bellagio te sorprende, ¡vaya que si te sorprende! Es una entrada estrecha y empedrada. Pero es además una entrada a otra época, a otra dimensión. Es la entrada al túnel del tiempo.

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Y es que parece que el tiempo se ha detenido en esta preciosa Ciudad, puesto que en toda ella se respira un aire señorial, además de puro. Es como volver al pasado, a la época de oro de los grandes viajes y viajeros. Cuando viajar era un placer al alcance de unos pocos.

Pues ahora esa sensación la tienes en

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Bellagio. Ya que Bellagio es como una vivencia de esas postales de antaño, en donde sabes que estamos en el siglo XXI solo por la vestimenta de sus habitantes y los coches aparcados.

Qué extraña, pero placentera sensación. La calma y tranquilidad es reina y señora de la Ciudad en contraste con las ruidosas y bulliciosas ciudades italianas. Cada rincón de Bellagio es una foto, una postal, un hiper óleo realista. Es ya otoño, y los tonos ocres y amarillos dominan ya el paisaje, otorgando una mayor e inusitada belleza.

Fotografía: Martínezld

Es indescriptible la sensación de disfrutar de la puesta del sol desde la terraza del Grand Hotel Villa Serbelloni mientras te tomas una “Moretti” (no todo va a ser romanticismo) servida por un camarero con su impecable uniforme de botones dorados y tiras las clásicas fotos de recuerdo, decenas de fotos puesto que cada foto es única, y más bella aún que la anterior. Dice la publicidad de este hotel que desde su terraza junto al Lago di Como hay una de las vistas más bellas del mundo. Nunca una publicidad se ajusta tanto a la realidad.

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Bellagio es una ciudad pequeña, de apenas 3.000 habitantes. El Casco histórico está presidido por la Basilica di S.Giacomo y a cuya plaza llegan empinadas callejuelas llenas de tiendas, terrazas y restaurantes.

Simplemente deciros que “shoppinguear” en estas tiendas es recuperar el placer de ir de compras. Acostumbrado al trato frío e impersonal de las

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cadenas de tiendas y grandes centros comerciales y en la uniformidad de los comercios de las ciudades, aquí, por el contrario, te sorprende la diversidad de sus pequeños comercios, así como el trato amable y personalizado.

En su parte baja, es la Piazza Guisepp Manzzini de Bellagio el centro da vida social y en donde se encuentra el embarcadero para coger los ferries que nos llevan a diversas localidades del lago di Como. Sentarse en una de sus múltiples terrazas, tomar algo, disfrutar con el ir y devenir de los ferries, ver el trasiego de veleros, de las gentes paseando por sus orillas y mirar al Lago es una experiencia única.

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A un lado de la plaza Manzzini se encuentra el Grand Hotel Villa Serbelloni, un hotel de los de antes, de los que ya no quedan, de los que cuidan y miman a sus huéspedes. Traspasar sus puertas es entrar en otro mundo. Sorprende su elegante aire aristocrático, pero dotado de las últimas tecnologías.

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Alojarse en el hotel Grand Hotel Villa Serbelloni es disfrutar de un mundo de sensaciones. Sensaciones para deleite de los cinco sentidos. Aquí cuidarás el sentido del gusto probando deliciosos manjares en su restaurante «Mistral» que tiene una estrella Michelín; cuidarás el del tacto en su maravilloso spa en donde puedes disfrutar de un relajante masaje; y el del oído, sintiendo el sonido del silencio, sí, has leído bien, el sonido del silencio, sensación desconocida en los tiempos que vivimos, y también por la noche disfrutando del sonido de su piano. También cultivarás en este establecimiento el sentido del olfato disfrutando de los aromas de su cuidado jardín y por último cuidarás el sentido de la vista porque desde su terraza el paisaje es simplemente un regalo a este sentido. En definitiva es este hotel un capricho, un festín para los sentidos.

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Al otro lado de la plaza Manzzini, tras cruzar la plaza Manzoni, encuentran los jardines de la Villa Melzi diseñados por el arquiecto Luigi Canonica y el botánico Luigi Villoresi. Los árboles, aparentemente espontáneos, son el resultado de decisiones sabias, combinando las especies tradicionales junto a las más exóticas, complementado con una serie de esculturas repartidas por todo el parque.

Si te apetece un paseo agradable, te propongo una caminata corta subiendo al Barrio alto de Bellagio en donde se encuentra desde 1880 el histórico Belvedere Hotel y sus extraordinarias vistas al Lago desde su jardín-terraza, lugar en donde el cielo y el lago se funden como fondo del pintoresco puerto de Pescallo. Estas vistas son solo un pretexto para coger fuerzas en su magnífico restaurante.

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De la plaza Manzoni sale también el trenecillo que nos lleva hasta la Chiesa di San Giovanni Battista con formas del siglo XVIII, y que tiene una magnífica fachada barroca, debido a las renovaciones llevadas a cabo en la segunda mitad del siglo XVIII en un edificio construido al menos dos siglos antes. En su interior, podemos destacar el fresco «Madonna delle Grazie» de la escuela lombarda, la estatua de la «Immacolata» en mármol de Carrara de la Escuela Bernini, el coro de nogal con puestos esculpidos del siglo XVII y una pintura de Gaudenzio Ferrari de 1532. Pero sobre todo destaca un retablo que representa a «Cristo resucitado entre santos y donantes», una pintura al óleo del siglo XV-XVI, de Gaudenzio Ferrari.

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Y como Bellagio es un puro capricho te aconsejamos que acudas al «ristorante Salice Blu» a darte otro capricho, en donde el joven cocinero Luigi te hará disfrutar de sus creaciones culinarias. Nunca juventud, cocina y creatividad han estado tan íntimamente unidas.

Aunque si lo que prefieres es degustar la típica cocina Bellagina, Aurelio y Magarita responsables de los fogones de «restaurante bilacus» te harán enmudecer con los diferentes pescados típicos de la zona hechos en su parrilla

Pero si Bellagio es la perla del Lago di Como, es actividad imprescindible no solo un paseo en barco por el Lago, si no también cruzar en Ferrie al cercano y pintoresco pueblo de Varenna cuya seña de identidad es su serpenteante pasarela pegada a la roca, todo ello si no te atreves a navegarlo en kayak.

Fotografía: Martínezld

El Lago di Como

También desde la plaza Manzoni parten los barcos que recorren el lago. El tranquilo Lago di Como situado a 199 metros de altitud sobre el nivel del mar con una superficie de 146 km² tiene forma de una «Y» invertida y es uno de los lagos más profundos de Europa. Es el tercer lago más grande de Italia, después del lago de Garda y el lago Maggiore.

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Mucho de los pueblos que rodean al Lago son famosos por tener en ellos sus villas personajes muy célebres como por ejemplo George Clooney dueño de dos maravillosas villas situadas en el pueblo de Laglio (Villa Oleandra y Villa Margherita), Madonna, Matt Bellamy (vocalista del grupo Muse), Raúl Barceló. Y también villas de otras épocas como las que albergaron a Leonardo da Vinci, Napoleón Bonaparte, Stendhal, Franz Liszt, Giuseppe Verdi, Vincenzo Bellini, Gioacchino Rossini, Winston Churchill.

Fotografía: Martínezld

Te cuentan que el Lago di Como fue probablemente el paisaje de fondo del cuadro de la Mona Lisa. Y es parte de los lugares de rodaje de películas como El ataque de los Clones de 2002, Ocean’s Twelve de 2004, James Bond en Casino Royale de 2006 y El otro hombre de 2008. Así como escenario del videoclip de la canción Cool de la cantante Gwen Stefani.

Fotografía: Martínezld

A orillas del lago se encuentra además de Como, las localidades de Cernobbio, Tremezzo, Cadenabbia con su Villa Carlotta (1747) en medio de un espléndido parque, la ciudad de Menaggio, la antigua Gravedona, con la bella iglesia de Santa María de Piona, Bellano, Varenna, la moderna y activísima Lecco, donde vivió Alejandro Manzoni que en esta zona ambientó Los Novios y finalmente la señorial Bellagio objeto de este reportaje.

Alrededores de Bellagio: Varenna, Garlate y Lecco

De Bellagio parte cada hora un ferrie hacia Varenna pintoresco pueblo de pescadores que se encuentra a las orillas del lago de Como. Su forma de acceder al pueblo es a través de la romántica «pasarela lago», muy apreciada por los enamorados. En Varenna se encuentran dos magníficas villas: «Villa Cipressi», con su jardín a distintos niveles y «Villa Monasterio», con un jardín de dos kilómetros de largo frente al lago.

Fotografía: Martínezld

Otra ciudad que merece la pena visitar ya que se encuentra cerca de Bellagio es Lecco. Lecco creció considerablemente con la revolución industrial, convirtiéndose en uno de los más importantes centros industriales italianos: Lecco es hoy capital de una provincia rica y próspera.

La ciudad goza de una ubicación única, rodeada de una naturaleza fantástica y fabulesca. Entre ásperas montañas, la amplia cuenca aparece dominada por el contrafuerte de las Grigne, del San Martino y de la inconfundible cresta del Resegone.

Lecco es esencialmente un centro moderno que acoge más de un monumento interesante tanto antiguo, como el Puente y la Torre Visconteos, como reciente, como los edificios Mario Cereghini y Mino Fiocchi.

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En Garlate se encuentra museo de la seda. Ademas puedes alojarte o recuperar en un estupendo complejo de turismo rural «Il Ronco», en dónde podrás degustar típicos productos de Lobardía en un marco incomparable.

Que ver

Iglesias históricas: San Giorgio – Basílica de San Giacomo.

Fotografía: Martínezld

En áreas limítrofes: San Giovanni – Iglesia de la Madonna del Rosario en San Martino – Santa Maria di Loppia

Museos: Museo degli Strumenti della Navigazione (Museo de los instrumentos de navegación)- San Giovanni;

Torre delle Arti (Torre de las Artes): Espacio de exposiciones

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Villa Serbelloni – Fondazione Rockefeller. Villa Serbelloni – Rockefeller Foundation Construida en 1400 por Marchesino Stanga y reconstruida en 1500 por la familia Sfondrati, pasó en 1788 a los duques Serbelloni que dejaron la construcción intacta, pero reestructuraron y ampliaron el parque. Es posible visitar el jardín dos veces al día (excepto los lunes) con visita guiada. Debe reservarse por anticipado a través de Promobellagio.

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Villa Melzi. Fue construida entre 1808 y 1812, diseñada por Giocondo Albertolli y bajo dirección del arquitecto Francesco Melzi D’Eril. La villa, de riguroso estilo neoclásico, está rodeada de un espléndido parque que representa el primer ejemplo de jardín inglés en Como.

El parque fue construido entre 1811 y 1815 por los arquitectos Canonica y Villoresi, que para aumentar

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la sensación de grandeza y ensalzar algunas perspectivas, realizaron obras colosales de nivelación de terreno y elevación de pequeños montículos. Incluso la distribución de la vegetación, aparentemente natural, fue fruto de largos estudios para incrementar la ilusión óptica en términos de profundidad y lejanía. Entre las plantas que adornan el parque se encuentran un colosal cedro del Líbano, camelias, azaleas, rododendros y muchas plantas tropicales.

Cómo llegar

No diremos que es fácil llegar a Bellagio. Quizás ese es el motivo por el que el turismo no esté aquí masificado y desbordado. Dos son los aeropuertos que nos acercan desde España a Bellagio: Milán Malpensa y Bérgamo.

Fotografía: Martínezld

Una vez el aeropuerto hay que coger un transfer hasta la estación Milano Centrale en donde cogeremos un tren a Varenna. Llegados a Varenna hay que coger un ferrie a Bellagio.

Transbordadores para vehículos desde y hacia Cadenabbia, Menaggio, Varenna, cada 30 minutos aprox. y aerodeslizador desde Como.