El país ofrece al viajero multitud de espacios naturales que invitan a redescubrir lagos y lagunas, flora, fauna y a realizar multitud de actividades a su alrededor.
Madrid, 27 de octubre de 2017–. Perú destaca por su ancestral cultura, por su reconocida gastronomía, por la hospitalidad de su pueblo pero si hay algo que no se puede olvidar es la importancia que la naturaleza tiene a lo largo de toda su geografía. El país cuenta (nada más y nada menos) que con 158 reservas naturales que ocupan más del 15% del territorio y que conforman el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado. Te proponemos visitar el Perú más verde, más natural, donde la flora y fauna están en pleno apogeo, ¡un viaje inolvidable para los amantes de la naturaleza!
Parque Nacional del Huscarán
En la sierra central del Perú, situado en el departamento de Áncash, se encuentra la cadena de montañas tropicales más altas del mundo, lugar donde surge el Parque Nacional del Huscarán. El parque está rodeado de inmensos glaciares que forman cristalinas lagunas como la de Llanganuco y ríos como el Santa, Marañón y Pativilca. Es una buena forma de conectar con la historia peruana gracias a sus 33 sitios arqueológicos con arte rupestre, tumbas o fortificaciones. Hay más de 25 rutas para realizar senderismo y 102 circuitos para realizar escalada en hielo y roca, además de pistas de esquí y rutas para bicicleta de montaña. ¡Una opción perfecta para los que buscan un poquito de aventura!
Reserva Nacional Pacaya Samiria
Es la segunda área natural protegida más grande de Perú, situada en el departamento de Loreto. Esta área de bosque húmedo tropical, fue nombrada como el segundo mejor lugar para la vida silvestre en el mundo en el año 2015. El objetivo principal de esta reserva es conservar el pez de agua dulce más grande del Amazonas, el paiche. Tampoco te puedes perder su laguna más famosa, El Dorado, considerada el corazón de la reserva por su gran variedad de fauna. Es uno de los mejores lugares para los apasionados del turismo de naturaleza. Hay tres circuitos principales, la cuenca Yanayacu-Pucate, la cuenca baja y media del río Samiria y la cuenca baja del Pacaya. Podrás realizar trekking, espeleología, observación de aves, flora y fauna. ¡Toda una maravilla natural!
Parque Nacional del Manu
Este fascinante Parque Nacional del Manu, declarado Patrimonio de la Humanidad,está habitado por comunidades nativas y rodeado de increíbles paisajes y exóticos animales. Y es que, la del Manu es una de las reservas con mayor biodiversidad del mundo que se encuentra situada en la región sur de Perú, entre Madre de Dios y Cusco. Uno de sus mayores atractivos son las collpas, hábitat de bandadas de guacamayos y su mirador de Tres Cruces, donde apreciarás la sierra andina y el bosque nublado. Además, en el parque habitan 30 comunidades que aún mantienen la lengua quechua, ¡conocerles será una experiencia inolvidable!
Reserva Nacional del Paracas
La Reserva Nacional de Paracas, situada a 250 kilómetros al sur de Lima, es perfecta para los amantes de la observación de aves. Podrás encontrar aves comoel gaviotín peruano, la dormilona colicorta o el alcaravám huerequeque, entre otras. Esta reserva forma parte de una de las dos áreas naturales protegidas que da protección a especies como los lobos marinos, los pingüinos de Humboldt y a delfines o flamencos. Si te gusta la aventura también podrás realizar actividades como el buceo y kayak en las playas de La Mendieta o La Mina y, además de sandboarding en las dunas de Paracas.
Reserva Nacional del Tititcaca
La Reserva Nacional del Titicaca, situada en el lago Titicaca, protege la gran biodiversidad del lago. Las comunidades de Uros y Uros Titino que residen en las islas del extenso lago ofrecen varias actividades de turismo vivencial, una excelente oportunidad de empaparse de la cultura local. La totalidad del lado peruano del lago Titicaca ha sido reconocida como un humedal de importancia internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas. En esta reserva podrás realizar multitud de actividades como pasear en bote y vela en los totorales, acampar y, por supuesto, disfrutar de la maravillosa flora y fauna.