El 22 de julio de 1812 los tesos de Los Arapiles, a pocos kilómetros de la ciudad de Salamanca, fueron testigos de una de las principales batallas de la Guerra de la Independencia, en la que participaron más de 100.000 soldados de ambos bandos.
El ejército aliado (ingleses, portugueses, alemanes y españoles), bajo el mando del Duque de Wellington, derrotó al francés, comandado por el mariscal Marmont. Los franceses sufrieron 12.500 bajas, y los aliados unas 5.200. Para los historiadores la derrota en Los Arapiles supuso el principio del fin para Napoleón.
Para conmemorarlo tendrá lugar en el pueblo de Arapiles un programa de actos, que incluye desfiles de trajes, campamento, mercado de época, ofrenda y noche blanca, entre otras celebraciones.
Un recorrido señalizado lleva al viajero por los distintos emplazamientos del campo de batalla, finalizando en el monolito situado en lo alto del Arapil Grande, que conmemora la gesta.
En el pueblo se halla un Aula de interpretación permanente, que informa de los pormenores de la batalla: paneles, reproducciones, elementos de la época, maquetas, material videográfico y un espectacular diorama.
Fuente: Salamancaemoción