Evelia Fernández destaca que la concejala se oculta tras urbanismo para eludir sus responsabilidades
El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de León denuncia el terrible abandono del patrimonio de la ciudad que está provocando daños que, en algunos casos, pueden ser irreparables y generando un desgaste inasumible a la imagen de la ciudad.
La concejala Evelia Fernández destaca la falta de diligencia y el silencio cómplice de la concejala de Patrimonio ante la acción u omisión tanto de sus compañeros de corporación como de otras instituciones o administraciones.
“Nos gustaría oír a la concejala de Patrimonio, Margarita Torres, defender el patrimonio de la ciudad y su entorno de las agresiones que está sufriendo, y ponerse a la cabeza de las reivindicaciones como máxima responsable –junto con el alcalde- del legado patrimonial de León”, explicó la edil socialista.
La concejala del PSOE apunta el silencio cómplice de la concejala con los restos de Lancia que han sido, recuerda, usados como coartada para paralizar obras en un momento de interés político y que ahora están siendo destruidos.
“Pero más allá de este silencio –explica Fernández- sorprende ver cómo la edil no ha mostrado ni el más mínimo interés por la plaza del Grano ni se ha erigido en defensora de la muralla leonesa o de los monumentos como Las Moscas que están en pésimo estado por su dejadez y ella ha transmitido tácitamente a Urbanismo para desentenderse”, explica Fernández que suma a esta lista los restos del aljibe de San Pedro en el que continúan, desde diciembre, unas vallas que impiden el acceso pero en los que no se ha realizado movimiento ninguno.
La edil socialista recuerda el mal estado general de la muralla –tanto por los desplomes en Era del Moro o Conde Rebolledo o el deterioro en el Cid-, el abandono de las Cercas o incluso el silencio por la falta de aportación de la Junta de Castilla y León con la Catedral que el PP aplaude.
Fernández apuntó asimismo el silencio preocupante de la concejala sobre las obras de la Plaza del Grano, el Museo de Semana Santa o el estado de las
criptas en las que filtraciones de agua han llevado a la suspensión de las visitas pero no a la reparación que, parece obvio, necesitan.