La revista infantil TBO, a un precio de 5 céntimos de peseta, entraba en la vida de los niños españoles en marzo de 1917.
Fundada por Arturo Suárez Roca, la legendaria revista, que aunque no fue la primera, dio nombre a un género que desde el siglo pasado hasta nuestros días ha ido incrementando su producción en la industria del libro.
Orientada al público infantil y juvenil, TBO buscaba entretener y divertir, incluyendo cuentos, pasatiempos, chistes e historietas ilustradas. La palabra «Tebeo» fue aceptada por la RAE en 1967, para designar a cualquier revista gráfica infantil, pero además frases como «es un invento del TBO» o «estás más visto que el TBO» todavía se escuchan hoy en día.
A partir de 1957 comienza su decadencia por un cúmulo de circunstancias, y es entre los años 1972 y 1983 cuando se produjo un intento de modernización, modificando la cabecera en el TBO 2000 e incorporando numerosos cambios. Finalmente en 1986 los derechos de TBO fueron vendidos a su constante competidora, la Ed. Bruguera, que cambió los contenidos y también su aspecto. Tras el declive de Bruguera, Ediciones B, que se hizo cargo de la revista desde 1988 hasta 1998, intentó recuperar el TBO original, aunque con autores, dibujantes y guionistas innovadores. Su periodicidad fue mensual hasta 1996, a partir de entonces, sus últimos números, se editaron sin periodicidad fija. El último TBO, como revista periódica, se publicó en 1998.
La exposición cuenta con una serie de publicaciones originales del TBO y otras de similares características, que alcanzaron gran éxito en las décadas de los 50 a los 80 entre el público infantil y juvenil, tales como el Tio Vivo, Pulgarcito, DDT, Jaimito, Esther o El Jabato. La muestra se puede visitar desde hoy y hasta el 16 de abril, en la Casa de la Cultura, en horario de 8 de la mañana a 22 horas.