La Iglesia de Santa María del Castillo, ubicada en la localidad salmantina de Cantalapiedra está declarada Bien de Interés Cultural, así como Monumento Histórico-Artístico Nacional el 3 de junio de 1931.
Su construcción se inició en la época de la repoblación, de la cual se conserva una parte románica en la que destacan los ábsides.
Asimismo, el resto de la iglesia está realizada en estilo mudéjar, destacando la gran torre-espadaña que remata la construcción.
La última reforma ha permitido descubrir algunos frescos que se atribuyen a Nicolás Florentino, autor del Retablo de la Catedral Vieja de Salamanca que firmaba, «vecino de Cantalapiedra», o alguno de sus discípulos.
El Retablo del Altar Mayor, de grandes proporciones, refleja la grandiosidad del Templo, aunque en el detalle no ha sido muy trabajado. Fue realizado por el ensamblador Antonio González Ramiro a mediados del siglo XVII. En él se refleja la evolución del autor desde líneas más escalonadas renacentistas hacia el movimiento barroco.