Considerado como uno de los más antiguos de Francia, el carnaval se apodera cada año de Albi la roja desde 1951, entre febrero y marzo.
Tras la aprobación de la Reina (elegida cada año) y de sus dos sucesoras en las calles de la ciudad, en un coche de época, tiene lugar un desfile majestuoso donde los carruajes se invaden de música.
Los espectáculos en la calle toman el relevo para el deleite de los niños, mientras que los menos jóvenes se recuperan en torno a un gran baile “thé dansant”.
El Carnaval de Albi también incluye la fabricación y degustación de una crepe gigante. Si no logras conseguir un pedazo, no importa, porque pequeñas crepes se reparten gratuitamente para la ocasión.
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