Probablemente la tecnología haya experimentado un mayor crecimiento en los últimos 50 años que en los dos mil anteriores, y este desarrollo trae consigo que, inevitablemente, la sociedad tenga que adaptarse rápido a este nuevo entorno económico y social.
La revolución tecnológica que estamos experimentando en los últimos 10 años ha sido el catalizador que ha precipitado el cambio hacia una nueva generación de turistas; una generación muy joven aún, si, pero que ya está entre nosotros y que cuando goce de la independencia económica suficiente como para poder tomar decisiones de compra, demandará un tipo de hoteles muy diferentes a los que ahora pueden encontrar en su Smartphone o tablet: Hoteles socialmente responsables con su entorno, medioambientalmente sostenibles, hiperconectados e hipereficientes, que aportan el máximo valor añadido a sus clientes aprovechando todos y cada uno de los recursos que tiene a su disposición. En el Instituto Tecnológico Hotelero apostamos por basar esa evolución de los hoteles en la innovación y la tecnología, como pilares del cambio hacia una industria hotelera con un claro enfoque al cliente, mucho más eficiente y mucho más productiva, y es precisamente la tecnología la que permitirá marcar hitos en la evolución y adaptar paulatinamente la oferta turística a la demanda real de los clientes.
Las primeras postales sepia de finales del S.XIX eran típicas de un turismo elitista al alcance de muy pocos y caracterizado por los grandes viajes transatlánticos, lujosos y ostentosos. Esta primera generación dio paso, poco a poco y gracias a un creciente poder adquisitivo de la sociedad en su conjunto a un boom turístico frenético, con el ritmo psicodélico de los años 60 y 70 del pasado siglo, marcado por el oportunismo empresarial surgido con la llegada de los primeros turistas, y un crecimiento desproporcionado de negocios que construían su plantilla con la familia directa, una plantilla obviamente muy poco profesionalizada e incapaz de aprovechar todos los recursos a su disposición. Este retrato de parte de la planta hotelera, por mucho que nos duela, todavía hoy sigue siendo el fiel reflejo del sector en muchos destinos maduros.
Pero a principios del 2.000 el turismo experimentó su propia revolución gracias a la arrolladora fuerza de las tecnologías de la información y la comunicación, es decir, los avances que permiten a las personas asumir un papel más activo en la sociedad y en el consumo. La tecnología proporciona al turista más formación, más información y más canales de comercialización, obligando a toda la cadena de valor turística a ser más flexibles, más eficientes, más productivos, más evolucionados… A este tipo de hoteles que se han adaptado al nuevo perfil de viajero les denominamos Hoteles de Tercera Generación.
Diferenciación y valor añadido a través de la innovación, la tecnología y la sostenibilidad son las señas de identidad de la industria hotelera que tiene que llegar, que ya no es parte del guion de una película de ciencia ficción, sino un abanico de opciones que mejorarán la competitividad del sector hotelero integrando tecnologías, herramientas, sistemas y estrategias de gestión y comercialización que contribuyan a optimizar los recursos, a racionalizar los consumos a gestionar los alojamientos de acuerdo a las exigencias actuales y , en definitiva, ofrecer exactamente lo que el cliente le demandará.
ITH propone un planteamiento innovador que posiciona a la Feria Internacional de Turismo (FITUR) como punto de encuentro de la innovación y tecnología en el ámbito turístico en un momento de cambio global y social. FiturtechY se convierte en un espacio único que albergará cuatro foros simultáneos cuyas temáticas girarán en torno a la empresa, el destino, la sostenibilidad y . Analizaremos su impacto en la sociedad, el medio y el mundo de los negocios en el sector turístico, motivo por el que su celebración se ciñe a los días de profesionales dentro de la feria.
Bienvenidos al Turismo de Tercera Generación. ¿Estamos preparados?