Madrid, 17 de agosto de 2016 – ,y se disfruta de los muchos acantilados y arrecifes desde un ángulo único, apreciando así su majestuosidad.
Se trata de uno de los países más pequeños del mundo que, rodeado de agua por todos sus lados, se convierte en el lugar perfecto para recorrer en barco.
Gracias a sus condiciones climatológicas perfectas para la navegación de primavera a otoño, sus suaves vientos predominantes del noroeste sus aguas tranquilas es el destino idóneo para aventurarse en barco de vela o de motor. Los canales que dejan entre sí las tres islas propician la existencia de buenas brisas que animan a desplegar velas y disfrutar de la navegación.
Navegando por el Norte y Este de las islas
La salida desde el Gran Puerto de Valletta, el más importante de las islas, no dejará indiferente a ninguno con sus astilleros y mercantes. Rumbo a Comino y Gozo, la bahía de St. Paul, es perfecta para hacer noche gracias a su fondeadero, donde disfrutar de una noche tranquila a la luz de las estrellas. El amanecer indica el momento idóneo para levar anclas en dirección a las islas de Gozo y Comino, una parada obligatoria en toda travesía por el archipiélago.
La atracción principal de Comino es la Laguna Azul, por la que hay que pasar para ver sus paisajes, no obstante si nos gusta un ambiente más exclusivo, hay que echar el ancla en Kemmunett, un islote situado justo enfrente de la Laguna Azul.
Gozo es la segunda isla en tamaño, después de Malta, lugar donde encontramos una de las imágenes más conocidas de Malta, el famoso arco de piedra que forma La Ventana Azul, un lugar ideal para hacer snorkel.
Los acantilados del Sur y el Oeste
Malta, aunque pequeña, tiene diferentes paisajes, dejando de lado la zona norte y este de las islas, llegamos a los acantilados del Sur y del Oeste, donde se disfruta de una belleza especial.
Todavía en Gozo, la hermosa cala de Dwejra, perfectamente protegida de los vientos, nos arropa en un remanso de paz, al cobijo de sus estrechos pasos, idóneos para el fondeo, desde donde podremos disfrutar de uno de los mejores atardeceres de toda la isla.
En una de las calas de esta parte de la isla, los navegantes más pequeños disfrutaran al máximo de “Popeye Village”, un pequeño pueblo pesquero donde se rodó la película de Popyeye, hoy convertido en parque de ocio y punto de interés turístico.
Continuando por la costa de Malta, los acantilados de Dingli, con una altitud de 253 metros, son el punto más alto de las islas. Un verdadero espectáculo más que recomendado.
La Gruta Azul, es uno de los lugares más bonitos de la isla de Malta. Forma parte de seis cuevas marinas situadas a los pies de unos acantilados, en el suroeste de la isla, cerca del pueblo de Wied-iz-Zurrieq. Su nombre viene dado del reflejo del mar en las paredes de la cueva, creando magníficos juegos de luz desde el amanecer hasta el mediodía. Navegar por el interior de las cuevas es toda una experiencia, además de las aguas transparentes y de los diferentes colores azules, las rocas están cubiertas por corales, y representa una gran oportunidad para aprovechar y darse un baño en sus aguas.
Malta, el secreto mejor guardado del Mediterráneo
Con 7.000 años de historia y uno de los mejores climas de Europa a dos horas de vuelo ¡te está esperando un destino de cine!
Las Islas Maltesas –Malta, Gozo y Comino- ofrecen grandes atractivos. Desde sitios arqueológicos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO… infinidad de rincones que fueron elegidos para filmar películas como Troya, Gladiator, Munich, El Conde de Montecristo, Vicky el Vikingo, Ágora o la serie Juego de Tronos.
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