Este pasado sábado periodistas y escritores de turismo miembros de Fijet España (Federación Internacional de Periodistas y Escritores de Turismo) han visitado la Ciudad de Toro (Zamora) que este año acoge la XXI Edición de la Edades del Hombre
La delegación de Fijet estaba compuesta por ocho personas con su presidente Miguel Angel García –Brera a la cabeza.
Durante la jornada del sábado visitaron los diferentes atractivos turísticos de la Ciudad tales como el nuevo Museo del Queso Chillón.
Un museo que nace gracias al tesón, la ilusión, el esfuerzo y la pasión que la familia Chillón ha mantenido durante cuatro generaciones por el mundo del queso.
También hubo tiempo para visitar el Museo del Vino de Pagos del Rey en la cercana localidad de Morales de Toro, el cual se inauguró en el año 2014 y que ha sido elegido como finalista del prestigioso Premio Museo Europeo del Año 2016.
El recientemente restaurado Alcázar Real de Toro, la bellísima plaza de toros, el teatro Latorre y el palacio de las Leyes de Toro fueron otros sitios de interés que fueron visitados para acabar con la que este año es la joya de la corona toresana: Las Edades del Hombre, el mayor evento cultural anual que ofrecen las diócesis de Castilla y León y que este año se muestra bajo el título de AQVA.
Sobre la importancia de Toro. Toro está de moda
La ciudad de Toro enclavada en el corazón del antiguo Reino de León (cuya divisa civitas superior est in Regno Legionis luce con orgullo en su bandera) se sitúa en el noroeste de España a treinta kilómetros al este de la capital de la provincia de Zamora, a ciento cuarenta y siete de León, a sesenta de Valladolid, y a setenta de Salamanca.
Su web nos dice que “Toro se enclava en una atalaya natural a 739 metros sobre el nivel del mar. Es una ciudad amable, tranquila y llena de parajes cercanos al río Duero. Su patrimonio arquitectónico y cultural son dignos de visitar y con una población cercana a los 10.000 habitantes, Toro tiene mucho que ofrecer al visitante y al turista” y durante esta jornada se pudo comprobar tal circunstancia.
Sus esquinas rezuman historia con mayúsculas. Pocos saben que en su Vega se puso fin a la guerra de sucesión castellana y que decidió la unidad de España.
O que Toro tuvo durante toda la Edad Media representación y voto en las Cortes del Reino y de la Corona. Toro era una de las cuatro ciudades con derecho a voto en las Cortes junto a Salamanca, León y Zamora, algo a lo que apenas tenían derecho diecisiete ciudades (aparte de las cuatro urbes leonesas citadas las de Sevilla, Jaén, Córdoba, Burgos, Ávila, Segovia, Soria, Valladolid, Madrid, Guadalajara, Toledo, Cuenca y Murcia) a las que se sumó Granada tras la toma de la misma en 1492.
Y desde 1528 a 1804 Toro fue una provincia histórica de la Corona de Castilla, en parte dentro del antiguo reino de León y en parte dentro de Castilla la Vieja ya que sus territorios estaban situados en las actuales provincias de Zamora, Palencia, Cantabria y Valladolid siendo la única provincia que desaparece en el siglo XIX.
En el palacio de la leyes de Toro se leyeron el 11 de enero de 1505 las disposiciones testamentarias de Isabel la Católica, proclamando heredera de Castilla a su hija Juana y regente al rey Fernando.
También en este palacio se promulgaron las 83 Leyes famosas que llevan el nombre de Toro, las cuales han servido de base a las recopilaciones posteriores hasta el actual Código Civil.