Apodos como «Praga de Oro» o «Praga de las Cien Torres» apuntan el carácter de una ciudad en la que el visitante debe mirar sobre todo hacia arriba, a las torres de los templos y las iglesias, y a los portales.
Praga sin Moldava (Vltava) sería como una orquesta sin director. La superficie del río refleja Hradčany y Vyšehrad, sus puentes unen los barrios de Smíchov y la Ciudad Nueva (Nové Město) o los barrios Holešovice y Libeň.
Quizá cada niño pequeño intuye qué fantásticas son las vistas de la Praga antigua desde arriba. Pero desde la perspectiva del Moldava (Vltava), de sus islas y orillas, la metrópolis gana una dinámica del todo diferente. La silueta de Hradčany desde el Puente de Carlos (Karlův most) es probablemente la fotografía más requerida por los turistas, tanto checos como extranjeros. No es de extrañar que casi ningún fotógrafo se resista a tal belleza.
Para presumir en casa de imágenes menos icónicas, basta con ir a la plaza Křižovnické siguiendo la corriente del río, y por la calle Platnéřská llegar al agradable paseo junto al río, donde se obtiene una vista no menos impresionante del símbolo principal de Praga. Pasa algo parecido con la isla Střelecký. Además del Castillo de Praga (Pražský hrad) y el Puente de Carlos (Karlův most) desde aquí podéis deleitaros la vista con la Pasarela de Novotný (Novotného lávka), el edificio majestuoso del Teatro Nacional (Národní divadlo) o los Molinos de Sova (Sovovy Mlýny), actualmente Museo Kampa (Museum Kampa).
1: Praga es un manual de arquitectura en tres dimensiones. Las iglesias y sótanos románicos, templos góticos, palacios y jardines barrocos, edificios chic modernistas y su excepcional arquitectura cubista, la convierten en un lugar sin parangón en el mundo. No tenéis que ser expertos en todos los estilos artísticos para disfrutar de la variedad arquitectónica de la metrópolis. La Rotonda de San Martín (Rotunda svatého Martina), la iglesia de Nuestra Señora ante Týn (chrám Matky Boží před Týnem), el Palacio Wallenstein (Valdštejnský palác) o la Casa Municipal (Obecní dům) se os grabarán en la memoria para siempre. El icono de la arquitectura moderna praguense es la Casa Danzante (Tančící dům) de Frank Gehry, apreciada es también la nueva urbanización del barrio de Karlín o la Biblioteca Técnica Nacional (Národní technická knihovna) en el barrio de Dejvice.
2: Desde el punto de vista musical, Praga satisface a los aficionados a la música clásica, el rock, el pop y la música alternativa. Para la música clásica está el Rudolfinum, la Casa Municipal (Obecní dům) o alguna de las iglesias praguenses. Por su parte, ningún aficionado al dance debe perderse los famosos clubes de la ciudad. Entre las paradas obligatorias en los clubes se encuentran Roxy, Akropolis, Cross o el lugar multimedia MeetFactory. El destino más popular entre los turistas es el club de cuatro plantas Karlovy lázně, cada una dedicada a un tipo de música distinto. Cada año en el verano se avivan las islas y los parques con el festival de música multigéneros United Islands.
3: La mejor cerveza de Praga se sirve, según los expertos, en la cervecería del barrio de Nusle Zlý časy. En los veinticuatro grifos se alternan cervezas de elaboradores pequeños y medianos tanto de la República Checa como extranjeros. Quien no pueda elegir de esta oferta, puede aprovechar la tienda de cerveza ricamente dotada y encontrar alguna de la delicias embotelladas de todo el mundo. Pero en Praga por supuesto podéis probar buena cerveza en más sitios, desde cervecerías convencionales hasta bares de cerveza, cada vez más populares, con más de una decena de cervezas de elaboradores pequeños y medianos. Muy popular es, por ejemplo, Lokál, donde podéis disfrutar, aparte de la excelente cerveza de Pilsen, también de la tradicional cocina checa. La cervecería donde se detuvo el tiempo, así hablan los clientes sobre el establecimiento U Jelínků, que tiene una tradición de más de cien años. Su lugar en el mapa de la cerveza de Praga lo tiene, sin duda, la cervecería U Pinkasů y la producción creciente de pequeños elaboradores como Pivovarský dům y las fábricas de cerveza de San Adalberto del Monasterio de Břevnov (Břevnovský klášterní pivovar sv. Vojtěcha) y en el Monasterio de Strahov (Klášterní pivovar Strahov).
4: Pocas ciudades pueden estar orgullosas de tener un río tan encantador como es el Moldava (Vltava). Solo en Praga lo atraviesan unos treinta puentes y pasarelas, sus aguas abrazan diez islas, cada día pasan por el decenas de barcos, lanchas o barcas de pedales. Es el alma de la ciudad, en la cual luce más, sin duda el Puente de Carlos (Karlův most) medieval con sus estatuas barrocas. Si el Puente de Carlos (Karlův most) es inseparable de la vista panorámica del Castillo de Praga (Pražský hrad), la silueta del Puente Ferrocarril (Železniční most) está unida con la vista de Vyšehrad. La ribera del Moldava (Vltava) es un fenómeno vivo en la vida social praguense. En ella se celebran mercados de producto local y mercadillos, en verano la gente se pasea, practica deporte, baila, se organizan exposiciones, y en invierno podéis calentar vuestro cuerpo en uno de los barcos anclados con originales saunas.
5: Praga también tiene sus cafeterías famosas, que se visitan también para rendir homenaje a los personajes célebres que las frecuentaban para tomar un buen café. Al sentaros en el café Slavia olvidaréis el bullicio de la metrópolis, el Café Louvre ofrece un ambiente casi parisiense, la cafetería Grand Café Orient os conquistará gracias a su excepcional interior y muebles cubistas. Los praguenses suelen desayunar en el elegante Café Savoy o Café Imperial. Pero las cafeterías modernas también están en alza. En el Café Lounge os dejarán pasmados con un capuchino de primera clase, y también con bollos y postres de elaboración propia. Todo esto en el espíritu de la elegancia de la primera república. La cafetería Pražírna ofrece a sus clientes café selecto de granjas pequeñas. Ellos mismos compran, prueban y tuestan los granos y, si os gusta, podéis llevaros a casa un aromático paquete de café fresco. La cafetería Můj šálek kávy en el barrio de Karlín es muy famosa, por lo que es mejor reservar antes. Si pensáis con qué deleitar vuestras papilas gustativas, probad el postre de la panadería local o, por ejemplo, el exquisito refresco de frambuesa. Monolok cafe es como si hubiera sido creado para los aficionados al diseño moderno. Aparte de las especialidades de café podéis venir aquí a tomar un desayuno, almuerzo ligero, o por la tarde disfrutar de un vaso de vino excelente. Cuando hace buen tiempo podéis, además, sentaros en el tranquilo patio.
6: Podéis vivir la manía de las compras en varios grandes almacenes modernos (Palladium, Nový Smíchov, Chodov, Arkády Pankrác, etc.) o en la calle Pařížská, el paseo de compras más caro en Praga, lleno de marcas exclusivas. Si queréis llevaros de Praga algo valioso, entonces dirigíos a los anticuarios, cuyos artículos satisfarán incluso a los clientes más exigentes. Las joyas y piedras preciosas son la especialidad de la tienda de antigüedades Pražské starožitnosti Uhlíř, también podéis elegir cuadros y porcelana en la tienda de antigüedades Starožitnosti v Karmelitské. La galería Petra Brandla se orienta a los lienzos de maestros antiguos, de todas maneras podéis entrar en ella sin la intención de gastar dinero. Podéis comprar el diseño checo, por ejemplo, en la tienda Modernista en el Pabellón de Vinohrady (Vinohradský pavilon) o en el designshop del Centro del Arte Contemporáneo DOX (Centrum současného umění DOX).
7: Los jardines y parques históricos son uno de los tesoros de Praga. Hay unos doscientos, los más antiguos datan de la Edad Media, y generalmente ofrecen vistas impresionantes de la ciudad. Los primeros jardines praguenses fueron monásticos. Los jardines privados en los palacios o en las casas burguesas más costosas llegaron más tarde, con el estilo renacentista. La filosofía y la percepción del espacio de la época se reflejan en la creación y apariencia de los jardines, en su estilo y estructura. Los cambios más profundos en la creación de jardines llegaron probablemente con el barroco, donde una cierta monumentalidad de la arquitectura se reflejó también en el ambiente exterior del jardín. Los Jardines Palaciegos (Palácové zahrady) bajo el Castillo de Praga (Pražský hrad), los jardines en el monte Petřín o el Jardín de Wallenstein (Valdštejnská zahrada) forman parte casi obligatoria de vuestro viaje a Praga.
8: Praga ha experimentado a lo largo de los siglos un desarrollo cultural, social y económico que se ha reflejado en su arquitectura. Entre los testigos más interesantes de este vigoroso cambio se encuentran los monumentos técnicos, que recuerdan la diferencia de la vida cotidiana de nuestros antepasados con la época actual. Podemos encontrar entre los monumentos técnicos edificios y establecimientos verdaderamente heterogéneos. Durante este viaje contra la corriente del tiempo, captarán vuestra atención en la Praga bajo tierra un sistema enorme de alcantarillado, la Torre de Agua de la Ciudad Nueva (Novoměstská vodárenská věž), el Puente de Nusle (Nuselský most), la fábrica de cal de Petzold (Petzoldova vápenka), el antiguo molino de viento Větrník, el funicular Petřín, la Fuente de Křižík (Křižíkova fontána) o la exposición del Museo Técnico Nacional (Národní technické muzeum). Una bonita atracción es, también, la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Čistírna odpadních vod) situada en el barrio de Bubeneč, que elevó a Praga, a principios del siglo XX, a una de las ciudades más modernas de Europa. Como curiosidad diremos que Tom Cruise rodó aquí el último episodio de la película Mission Impossible.
9: Praga ofrece también un sinfín de actividades para las familias con niños. Podéis ir en barco del centro al ZOO de Praga, que se encuentra, merecidamente, entre los jardines zoológicos más bonitos del mundo. A los visitantes más pequeños les interesará seguro la visita al Museo de Juguetes (Muzeum hraček), en el recinto del Castillo de Praga (Pražský hrad) con juguetes históricos de todo el mundo y una gran colección de muñecas Barbie. Los objetos del Museo Técnico Nacional (Národní technické muzeum) en Letná fascinarán, sobre todo, a los muchachos. Las locomotoras de vapor y los antecesores de los coches, las primeras motocicletas o aviones forman la exposición permanente, complementada con varias exposiciones temporales dedicadas a la ciencia y técnica. El viaje en el tranvía histórico o la visita al mirador de la Emisora de Žižkov (Žižkovský vysílač) pueden ser una vivencia para toda la familia. Los niños seguramente no rechazarán que los lleváis a una pastelería. Los dulces de la pastelería Erhartova cukrárna en Letná o U Knoflíčků en la calle na Újezdě, o las tartas de legendaria pastelería Myšák en la calle Vodičkova, serán una satisfacción también para vosotros.
10: Las vistas de Praga encantan los 365 días del año. Aunque la metrópolis checa tiene el apodo de Ciudad de las Cien Torres, en realidad está decorada con unas mil torres y torrecitas. Podéis deleitaros con las vistas al corazón antiguo de la ciudad desde la galería de la torre del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja (Staroměstská radnice), y desde la torre de la catedral de San Vito (katedrálá sv. Víta) podéis descubrir el encanto de los tejados del Barrio Pequeño (Malá Strana). Una inolvidable vista panorámica se ofrece también desde la Torre Mirador de Petřín (Petřínská rozhledna), del parque de Letná o de las murallas de Vyšehrad. Un espectáculo poco tradicional se presenta a aquellos que superan el monte Vítkov, sobre el que se yergue la estatua majestuosa del jefe militar Jan Žižka. Podéis sacar fotografías originales del panorama del recinto iluminado de Hradčany sobre todo al anochecer
Ayuntamiento de la Ciudad Vieja con el reloj astronómico (Staroměstská radnice s orlojem)
El ayuntamiento fue levantado en el año 1338 como sede del gobierno autónomo de la Ciudad Vieja. La parte más antigua del complejo, de estilo gótico, está formada por la fantástica torre con su capilla abovedada y el impresionante reloj astronómico, en el que, cuando da las horas (entre las 9 de la mañana y las 11 de la noche), aparecen los 12 apóstoles. El ala este del ayuntamiento, de estilo neogótico, fue destruida con motivo del levantamiento praguense el 8 de mayo de 1945, y ya nunca volvió a reconstruirse. La visita comprende las salas históricas, la torre y los sótanos.
Ayuntamiento de la Ciudad Vieja con el reloj astronómico (Staroměstská radnice s orlojem), Staroměstské náměstí 1/3, Praha 1 – Staré Město, 110 00
El reloj astronómico muestra cuatro medidas de tiempo:
El reloj astronómico en la cara sur de la torre del Ayuntamiento fue creado en 1410 por Mikuláš z Kadaně y perfeccionado a finales del siglo XV por el maestro Hanuš z Růže. Según la leyenda de Alois Jirásek el reloj fue construido por el maestro Hanuš. Los concejales de Praga luego mandaron a cegarlo para evitar que cree otro igual. El maestro Hanuš se vengó haciendo parar el reloj. En realidad el reloj dejó de funcionar en 1865 y en esa ocasión se consideró la idea de desmontarlo. Por suerte el relojero praguense Ludvík Hainz logró hacer funcionar el mecanismo y él y sus descendientes se convirtieron en sus custodios.
Pueden distinguirse tres partes en el reloj astronómico: en la parte superior se encuentran las figuras mecánicas. Cada vez que el reloj indica una nueva hora entre las 9 y las 23 horas, desfilan en dos pequeñas ventanas debajo de un alero los 12 apóstoles con sus atributos correspondientes. En la ventana a mano izquierda del visitante frente al reloj aparece primero San Pedro con una llave, seguido por San Mateo con una hacha, San Juan con un cáliz, San Andrés con una cruz en forma de X, San Felipe con una cruz y Santiago con una tabla de lavar, en la ventana derecha desfilan San Pablo con un libro, Santo Tomás con una lanza, San Simón con una sierra, San Judas Tadeo con un garrote, San Bartolomé con la piel y San Bernabé con un pergamino.
En el nivel inferior el disco calendario está flanqueado por figuras de madera inmóviles llamadas el Filósofo – alegoría de la Filosofía – con una pluma, el Astrónomo – alegoría de la Astronomía – con un telescopio, el Cronista – alegoría de la Retórica – con un libro y el Arcángel Miguel con una espada de llamas.
El reloj astronómico consta del cuadrante astronómico y del disco calendario con los signos del zodíaco. El disco calendario adornado con alegorías de los meses fue creado en 1865 por Josef Mánes. El original está guardado en el Museo de la Ciudad de Praga, el disco en el Ayuntamiento es una réplica realizada por Bohumil Číla e instalada en 1946. El cuadrante astronómico además de mostrar diferentes medidas de tiempo muestra también datos astronómicos. El movimiento de las figuras se origina de manera semejante a un reloj de cuco.
El mecanismo está ubicado en la pared del Ayuntamiento en una torrecilla de piedra de la cual sólo existen dos llaves: una está con el relojero, la otra en el Ayuntamiento. La maquinaria comprende un gran número de piezas originales conservadas que siguen funcionando. Se trata de un extraordinario monumento técnico. Hasta el final de la guerra se utilizaba una manivela para dar cuerda al reloj astronómico, luego fue conectado a un electromotor. Otro reloj que funciona a base del mismo principio es el Big Ben de Londres.
Todas las figuras del reloj creadas por Eduard Veselý fueron destruidas en el incendio de mayo de 1945. Las figuras originales de barroco temprano parcialmente conservadas se guardan en el Museo de la Ciudad de Praga. Fueron remplazadas por estatuas de madera creadas en 1948 por el tallista Vojtěch Sucharda. Simultáneamente a los apóstoles se animan también las figuras a ambos lados del reloj. La Muerte tira de una cuerda y con el repicar de la campana inicia el desfile de los apóstoles en las ventanas. Hace señas hacia el Turco – alegoría de la Lujuria, quien mueve la cabeza en negación, el Avaro – alegoría de la Avaricia agita una bolsa en la mano y amenaza con un bastón, a su lado el Vanidoso – alegoría de la Vanidad, se contempla en un espejo. Cuando las ventanas vuelven a cerrar el gallo encima de ellas canta – hace despertar para una hora más de la vida y el reloj en la torre empieza a dar la hora.
Muestra cuatro medidas de tiempo
La hora de Europa Central (antigua hora alemana) – indicada por la manecilla con el símbolo del sol en el círculo con números romanos. El reloj repica en esta hora sólo desde su reconstrucción en 1948. Hasta entonces se dirigía por la antigua hora checa donde el nuevo día empezaba con la puesta del sol (números góticos de oro en el círculo exterior controlado independientemente). La hora babilónica (desigual) – las horas de verano son más largas que las de invierno porqué este tiempo se mide desde la salida hasta la puesta del sol. El reloj astronómico de Praga es el único capaz de hacer esta medición. El tiempo estelar está indicado en el círculo con números romanos. El disco calendario en la parte inferior de la fachada muestra el día actual y su posición en la semana, el mes y el año.
El reloj encima de la torre fue instalado en 1803. La torre cuenta además con una galería para visitantes que ofrece hermosas vistas de la Ciudad Vieja.
Entre septiembre y noviembre del 2005 se llevaron a cabo los trabajos de arreglo y restauración del reloj astronómico que consistieron en una reconstrucción de la maquinaria del reloj, del cuadrante astronómico y del disco calendario de Mánes.
En el año 2010 se celebró el 600º aniversario del reloj astronómico. El aniversario no está vinculado a ninguna fecha en particular.
El Ayuntamiento de la Ciudad Vieja fue declarado patrimonio cultural nacional.
Web: http://www.staromestskaradnicepraha.cz, e-mail: staromestskaradnice@prague.eu
tel.: +420 236 002 629, +420 775 443 438
Castillo de Praga – Catedral de san Vito, Wenceslao y Adalberto (Katedrála sv. Víta, Václava a Vojtěcha)
La catedral gótica, símbolo espiritual del estado checo, fundada en el lugar que ocupaba una rotonda románica, se estuvo construyendo durante casi 600 años, de 1344 a 1929. Su interior es impresionante. En la Capilla de san Wenceslao, por ejemplo, maravillosamente ornamentada con pinturas y piedras semipreciosas, se encuentran los restos del patrono; en la cripta, se encuentran las tumbas de los reyes checos y la Cámara de la Corona, donde se custodian las Joyas de la Coronación.
Castilo de Praga – Catedral de san Vito, Wenceslao y Adalberto (Katedrála sv. Víta, Václava a Vojtěcha), Pražský hrad – III. nádvoří, Praha 1 – Hradčany, 119 00
Web: http://www.katedralasvatehovita.cz, http://www.hrad.cz, e-mail: info@mekapha.cz
tel.: +420 224 372 423, +420 724 933 441
El callejón dorado (Zlatá ulička)
La callecita que se encuentra entre la Torre blanca y la Torre de Dalibor está formada por casitas de colores que parecen de cuento. Estas humildes moradas surgieron en los arcos de la fortificación del castilo a fines del siglo XVI, y siguieron habitándose hasta la Segunda Guerra Mundial. El aspecto actual se debe a una reconstrucción de 1955, y hace poco se han preparado en las casitas exposiciones sobre la vida en esa localidad en los últimos cinco siglos. En la casa n° 22 trabajó Franz Kafka entre 1916 y 1917. El callejón dorado es parte de la visita general al Castillo de Praga.
Castillo de Praga – El callejón dorado (Zlatá ulička), Zlatá ulička, Praha 1 – Hradčany, 119 08
Web: http://www.hrad.cz, http://www.kulturanahrade.cz, e-mail: tourist.info@hrad.cz
tel.: +420 224 372 423
Las torres de Praga
Pero hay otra manera más de conocer la belleza irrepetible y el alma de la ciudad. Mirar desde las torres hacia abajo, a vista de pájaro admirar las vistas extraordinarias de las plazas históricas, los tejados rojos de las casas, el río Moldava (Vltava), sus puentes y riberas.
Las torres, que no pertenecían a la Iglesia y a las iglesias solían ser propiedad del municipio. Formaron parte de una fortificación, fueron torres de vigilancia que se cerraban con llave por la noche. A menudo servían como atalayas: anunciaban con trompetas los incendios y su dirección con señales visibles desde lejos, ya que en el pasado los incendios eran muy frecuentes en las ciudades. Desde algunas torres las campanas anunciaban el tiempo, en algunas habían aduanas para la entrada en la ciudad, otras servían como almacenes.
Solamente desde una gran altura se puede averiguar el número total de torres de Praga. Hace poco lo intentaron algunos expertos y aficionados, amantes de Praga. Con vista aérea contaron, solo en la parte central de la ciudad, las 120 torres más importantes, sacaron fotos, las documentaron y midieron. Estimaron el número total de torres de Praga en mil aproximadamente, sin contar las torretas de las casas ciudadanas. Hoy las torres más valiosas y más hermosas están abiertas al público. Elegid de nuestra oferta, o aún mejor, quedaos aquí más tiempo y visitadlas todas, ya que cada una ofrece una vista irrepetible de las partes más impresionantes de la ciudad.
La Torre del Puente de la Ciudad Vieja (Staroměstská mostecká věž) es la puerta de entrada al famoso Puente de Carlos (Karlův most) desde la Ciudad Vieja (Staré Město). Se considera la puerta gótica más bonita de Europa y la obra más impresionante del gótico civil del mundo. Fue terminada antes de 1380 como parte integrante de la fortificación del Puente de Carlos (Karlův most). Es obra del taller de Petr Parléř, constructor del Puente de Carlos (Karlův most). Esta joya de la arquitectura gótica estuvo construyéndose una cuarta parte del siglo y trabajaron en ella 100 canteros. La torre fue dañada en 1648 durante el asedio de Praga por los suecos. Aquí se expusieron en 1621, como escarmiento, las cabezas de algunos caballeros checos ejecutados, condenados por la participación en el levantamiento contra el gobierno de los Habsburgo. La fachada principal hacia la Ciudad Vieja (Staré Město) tiene una preciosa decoración gótica, figurativa y arquitectónica: la primera planta está decorada con el patrón del puente, San Vito, a sus lados se encuentran las estatuas sentadas de los monarcas Carlos IV y Venceslao IV, arriba se encuentran las estatuas de San Adalberto (Vojtěch) y Segismundo (Zikmund). Las estatuas son obras excelentes del final del siglo XIV. Encima de la puerta, desde la Ciudad Vieja (Staré Město), se encuentran los escudos de los países en los cuales Carlos IV reinó. En el portal se encuentra la entrada a la torre, por una escalera de caracol con 136 escalones. La vista desde la torre a Hradčany es inolvidable: la famosa galería de estatuas del Puente de Carlos (Karlův most) y la parte adyacente de la Ciudad Vieja (Staré Město).
Igualmente impresionante, aunque completamente diferente, es la vista desde la Torre del Puente del Barrio Pequeño (Malostranská mostecká věž) en el lado opuesto del Puente de Carlos (Karlův most). Fue construida en el lugar de una torre románica muy antigua en 1464 y su apariencia enlaza con el concepto de la Torre de la Ciudad Vieja (Staroměstská věž), pero no se llegó a hacer la decoración escultórica, prevista en principio. Al lado de la torre se encuentra, separada por la puerta con almenaje, la torre del puente, muy antigua y más pequeña, de origen románico, de alrededor de 1170. En la torre está ubicada una Oficina de Turismo, abierta en verano.
Otra vista del Barrio Pequeño (Malá Strana) con sus pintorescos tejados rojos y con su ambiente mágico, lo ofrece la torre en la vecindad del conocido Templo de San Nicolás (chrám sv. Mikuláše) con una característica robusta cúpula de cobre verde. La torre, campanario o atalaya, fue construida, al igual que el templo, por el arquitecto Kilián Ignác Dientzenhofer en 1755. La torre pertenecía al municipio del Barrio Pequeño (Malá Strana), no a la Iglesia, lo que demuestra el escudo del Barrio Pequeño (Malá Strana), situado encima de la entrada. Fue la última atalaya construida en Praga, desde la cual se tocaba la campana cuando había un incendio. Durante el régimen comunista se ubicaba aquí un observatorio de la Policía Secreta Estatal. En los año noventa la torre fue reconstruida y el interior fue adaptado para poder estar abierto al público. 299 escalones llevan a la galería, situada a una altura de 65 m.
Otra vista inolvidable ofrece la torre del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja (věž Staroměstské radnice), antaño sede del gobierno de la Ciudad Vieja (Staré Město). El núcleo del recinto fue la casa gótica más antigua con su portada ricamente decorada, a la cual se añadió en el s. XIV una robusta torre prismática, con una altura de 66 m. Se trata de una de las torres más conocidas, en la cual fue ubicado más tarde el famoso reloj. En la primera planta de la torre se encuentra la capilla con un mirador ricamente decorado, desde donde se puede ver una cámara con los apóstoles del reloj. En este aparecen, cada hora, en dos ventanillas, 12 figuras talladas policromadas de los apóstoles. Con el movimiento de los apóstoles se animan, al mismo tiempo, también las figuras en los lados del reloj: la muerte, el turco, el avaro, el vanidoso y el gallo. En la parte inferior del reloj hay un panel de calendario con signos del zodíaco, del famoso pintor Josef Mánes. En la esquina del mirador se encuentra la copia de una extraordinaria estatua gótica, la llamada Madona de la Ciudad Vieja, de finales del siglo XIV.
El 8 de mayo de 1945, último día de la Segunda Guerra Mundial, el ayuntamiento fue tiroteado e incendiado. Su ala oriental se quemó y la torre también fue considerablemente dañada. Sorprendentemente, se conservó el ascensor de la torre, de 1927. Hoy está depositado en el Museo Técnico Nacional y la galería de la torre es accesible sin barreras desde 2000, con un nuevo ascensor. Desde la galería de la torre se abre una vista preciosa a la plaza histórica más importante y más antigua de Praga, con el famoso monumento al maestro Jan Hus, rodeada de edificios memorables: el elemento dominante de la plaza, enfrente de la torre, es el templo de la Madre de Dios ante Týn (chrám Matky Boží před Týnem), además la iglesia barroca de San Nicolás (kostel sv. Mikuláše), el palacio rococó Goltz-Kinský (palác Goltz-Kinských) y uno de los edificios más valiosos, el palacio municipal gótico Casa de la Campana de Piedra (Dům U Kamenného zvonu).
Otras vistas interesantes de la ciudad ofrece la Puerta de la Pólvora (Prašná brána) construida en 1475, en estilo gótico tardío, como parte de la fortificación y, al mismo tiempo, entrada monumental a la Ciudad Vieja (Staré Město). Por aquí entraron en la ciudad los desfiles de coronación de los reyes checos. El constructor de la puerta, el famoso arquitecto Matěj Rejsek, hizo la mayoría de su rica decoración escultórica. En el siglo XIX fue reconstruida en estilo neogótico. Tiene una altura de 65 m, la galería panorámica se encuentra a una altura de 44 m, la escalera de caracol tiene 186 escalones de piedra. El nombre actual de la Puerta de la Pólvora (Prašná brána) proviene del siglo XVIII, cuando sirvió como almacén de pólvora.
Sobre los edificios de Klementinum, sede de la Biblioteca Nacional (Národní knihovna), se eleva la Torre Astronómica (Astronomická věž), de 52 m. Hasta arriba llevan 172 abruptos escalones de una escalera de caracol. En la cúpula de la torre la estatua gigante de plomo de un Atlante sostiene el globo terrestre. La historia de la torre está relacionada estrechamente con la formación universitaria, en la cual las matemáticas y la astronomía jugaron un papel importante. Hacia 1750 se iniciaron aquí observaciones y mediciones astronómicas y climáticas. La torre fue equipada con aparatos astronómicos. En 1775 Antonín Strnad inició los registros sistemáticos de las mediciones meteorológicas y climáticas que se siguen haciendo aquí hasta hay. Desde 1842 se anunciaba en el Klementinum el mediodía ondeando una bandera, que entre 1891 y 1926 estuvo acompañada con una salva de cañón desde Hradčany.
La torre más joven y más alta en el centro histórico es el Mirador de Petřín (Petřínská rozhledna), de 60 m, en la colina de Petřín, encima de Moldava (Vltava), a una altitud de 327 m sobre el nivel del mar. Desde ella se ve toda la ciudad, como si estuviera al alcance de la mano. Fue construida en 1891 como una copia libre de la Torre Eiffel de París. El mirador está formado de una estructura de acero octagonal, con un tubo para el ascensor en el centro y con dos escaleras de caracol de 299 escalones. El acceso sin barreras lleva a la primera galería, más ancha, y el ascensor sube 60 m hasta la galería superior, más estrecha. Desde la calle Na Újezdě al pie de la colina el funicular de Petřín llega hasta la cima de esta. Por la noche se ve, desde lejos, el cuerpo iluminado del mirador.
Turismo de cerveza en Praga
Aunque las cervecerías U Fleků, U Medvídků o U Tygra son estrellas fijas en la escena praguense de cerveza, crece el número de locales que elaboran la cerveza según receta propia.
Aunque las cervecerías U Fleků, U Medvídků o U Tygra son estrellas fijas en la escena praguense de cerveza, crece el número de locales que elaboran la cerveza según receta propia.
Una parte de la expedición de cada gourmet de la cerveza consiste en ir por tabernas y bares donde sirven tantos tipos de cerveza de barril que no sabréis qué cerveza probar antes.
En el mapa de cerveza de Praga, hoy en día, hay más de 25 pequeñas fábricas de cerveza. La tradición de algunas llega muy atrás en la historia, otras fueron fundadas hace poco tiempo. Tienen su sede tanto en el centro de la ciudad, como en los barrios residenciales o en la periferia. Por ejemplo, la pequeña fábrica de cerveza Staňkův rukodělný pivovárek es la atracción turística de Třebonice, pueblo cerca al barrio Zličín. La fábrica de cerveza reside en una extensa finca de mediados del siglo XVII y el cervecero Staněk, que se deleita en sus experimentos, sirve de barril casi todos los días distintos tipos de cerveza recién elaborada.
La historia de la fábrica de cerveza Únětický pivovar se remonta a 1710 y está unida a la vida del pintoresco pueblo de Únětice, adonde os lleva el autobús núm. 355 desde el barrio Dejvice. La cerveza de barril Únětická 10° y la cerveza lager Únětická 12° han gustado a tanta gente que la sirven casi en toda Praga. Seguramente vale la pena también la excursión a la fábrica de cerveza Pivovarský dvůr Chýně, primera minifábrica de cerveza checa con restaurante, fundada en 1992. Podéis llegar, por ejemplo, por un popular ruta en bicicleta de trece kilómetros.
Cerveza con aura
Fenomenales son también las fábricas de cerveza monásticas en Praga. La fábrica del monasterio de Břevnov, que lleva el nombre de San Adalberto de Praga (Svatý Vojtěch), fue renovada en 2013 y enlazó con la tradición del año 993. Se trata, de hecho, de la fábrica de cerveza más antigua del país. Después de dar un paseo por los jardines misteriosos del monasterio, disfrutad la cerveza Břevnovský Benedict en la agradable taberna monástica Klášterní šenk.
También los premonstratenses de Strahov elaboraron cerveza ya desde la Edad Media. La fábrica de cerveza local fue reabierta, después de varios años, en la zona de la sala antigua de carrozas. El cervecero Jan Martinka fabrica la cerveza marca Sv. Norbert en muchas variantes.
Color del rubí, sabor cítrico
De las fábricas de cerveza tradicionales en el centro de la ciudad merece especial atención Pivovar U Tří růží. Sus especialidades más famosas son la cerveza roja Vienna red o Weissbier refrescante, de fermentación alta, con sabor de plátano y cítricos. En las cercanías de la cervecería U Bansethů, famosa por su pato relleno, fue fundada recientemente la fábrica de cerveza Sousedský pivovar Bašta. Aquí en tinas se añeja la cerveza popular lager de 12° y la cerveza especial.
Una moderna fábrica de cerveza se construyó recientemente en el barrio Hostivař, adonde elaboran la cerveza Hostivar con una gradación de 8° a 15°. De una sala de calderas anterior, en 2010 se creó la fábrica de cerveza Jihoměstský pivovar. En una cervecería con un ambiente encantador se sirve la cerveza Jihoměšťan 11°.
Tiendas de cerveza para sibaritas
Aparte de las fábricas de cerveza hay en la metrópolis un sinfín de bares y tiendas de cerveza. Una amplia gama, con más de 40 especiales en botella, tienen, por ejemplo, en la tienda de cerveza Pivkupectví que forma parte de la cervecería de degustación Zlý časy. Del grifo con cuarenta y ocho espitas tiran cerveza de las fábricas familiares pequeñas y medianas, además podéis probar cervezas raras del extranjero. Cerca de la Torre de Televisión de Žižkov (Žižkovská televizní věž) está, hace años, la taberna Hostinec U Vodoucha, donde con nueve grifos sirven al mes de 40 a 50 tipos de cerveza, de las pequeñas fábricas regionales. La tienda de cerveza en el barrio Vinohrady Pivo a párek es también muy frecuentada, allí ofrecen con las especiales de barril y en botella, ricos embutidos de pequeñas charcuterías. Un poco más lejos, en una zona industrial cerca de la estación de trenes Vršovice, apareció el bar Pivní bar Zubatý pes, con 15 espitas, orientado a las cervezas checas y extranjeras difícilmente asequibles.
Del museo al balneario de cerveza
Para saber más sobre la historia y tradición cervecera checa, visitad la exposición audiovisual interactiva en el Centro de Visitantes (Návštěvnické centrum) de Staropramen, en el barrio Smíchov, o en el Museo de Cerveza (Muzeum piva) recién fundado, en la calle Husova. Podéis probar los efectos beneficiosos de la cerveza en carne propia en el balneario de cerveza, en Praga funcionan bien tres balnearios. Podéis bañaros en las cervezas Budweiser Budvar, Bernard o Krušovice. Para más información e ideas sobre actividades cerveceras consultad la Nueva Guía de la Cerveza en Praga o la web www.doprahyzapivem.cz.
- Fuente y más info: http://www.prague.eu/es
Textos: Turismo de Praga
Fotografías: Martínezld