La gerente de la cadena, Yolanda Sallés, ha estado acompañada en la presentación por los directores de los ocho establecimientos con los que cuenta la empresa
La nueva imagen de marca de la cadena Sallés Hotels mantiene dos rasgos característicos de su trayectoria: la letra ‘S’ como inicial del apellido familiar y
el círculo como símbolo de la vocación global y cosmopolita de la empresa. La construcción gestual, sensual y no geométrica de la letra sugiere una nueva concepción de la vocación hotelera: la infraestructura y las instalaciones de los establecimientos no son un fin en sí mismos sino que se convierten en sólo una herramienta para conseguir el verdadero producto ofrecido, las vivencias y experiencias que provocan que dormir sea sólo una pequeña parte del sueño.
Sallés Hotels, empresa familiar hotelera fundada en 1977 bajo la marca Euromar y establecida con su nombre actual en 2007, ha presentado esta mañana en Barcelona cada uno de los establecimientos que forman la cadena y, como principal novedad, su nueva imagen corporativa. El acto tuvo lugar, precisamente, en el hotel con el que cuenta la marca en la Ciudad Condal, Sallés Hotel Pere IV.
La gerente de esta empresa familiar, Yolanda Sallés, ha sido la encargada de exponer ante los medios de comunicación el espíritu con el que nace la cadena en aquella década de los 70, cómo fueron los primeros momentos de sus padres en el negocio turístico, la trayectoria que ha vivido la empresa diversificando su oferta en segmentos como alojamientos urbanos (Sallés Hotel Málaga Centro y Sallés Hotel Pere IV -Barcelona-), turismo rural (Sallés Hotel & Spa Mas Tapiolas, con sus Suites Natura -Costa Brava-), hoteles vacacionales (Sallés Hotel & Spa Cala del Pi -Costa Brava- y Sallés Hotel Marina Portals -Mallorca-), resorts de golf (Sallés Hotel La Caminera -La Mancha-) y hoteles en las inmediaciones de los aeropuertos (Sallés Hotel Ciutat del Prat -El Prat de Llobregat- y Sallés Hotel Aeroport de Girona).
Yolanda Sallés ha aludido en multitud de ocasiones a los conceptos de “joyas”, “emociones”, “sentimientos” y “sensaciones” que la empresa ha proyectado sobre cada uno de los hoteles. Por ello, la gerente ha recordado durante su intervención que desde 2011 se viene realizando un gran esfuerzo de inversión para reformar los establecimientos y multiplicar su encanto y calidad. Es el caso de la completa reforma del Sallés Hotel Marina Portals, cuya reapertura total es inminente, o de las recientes adecuaciones que se vienen realizando en Sallés Hotel Mas Tapiolas, como son las habitaciones boutique que está implementando el diseñador de moda nupcial Jordi Dalmau para esta masía convertida en hotel rural con un concepto premium. También ha anunciado la previsión de comenzar en otoño de 2016 la renovación de instalaciones en Sallés Hotel Pere IV.
La responsable también ha señalado que, de cara al futuro, la empresa no tiene límites. “Nos gustaría poder entrar en nuevas plazas como es Madrid. Tengo muchas ganas de esta ciudad. Pero este tipo de inversiones hay que tomarlas con cautela, mirar detenidamente posibles opciones y asesorarse de forma segura”, ha determinado.
Nueva imagen de marca
El acto de presentación también ha servido para dar a conocer al sector turístico la renovada imagen corporativa de la cadena, diseñada por el Departamento de Arte de la empresa. Un logotipo que “no podía renunciar a la imagen de los orígenes y que ha identificado la cadena en su proceso de consolidación y expansión”, ha señalado la gerente. Por tanto, este nuevo logotipo mantiene la letra ‘S’ cercada: la ‘S’ como inicial del apellido familiar y el círculo como símbolo de la vocación global y cosmopolita de la cadena.
“De esta letra se perciben las formas en movimiento, sinuosas y dinámicas que son expresión de continua evolución y adaptación a un público cada vez más exigente”, han explicado desde Sallés Hotels. La construcción gestual, sensual y no geométrica de la letra sugiere una nueva concepción de la vocación hotelera, tal y como sostiene Yolanda Sallés: “La infraestructura y las instalaciones de los establecimientos no son un fin en sí mismo sino que se convierten en sólo una herramienta para conseguir el verdadero producto ofrecido: vivencias y experiencias inolvidables”.
El color grana escogido contiene las connotaciones de calidez, energía, vitalidad y pasión que expresan el disfrute y paladeo de la vida. Por otra parte, este color y tonalidad intensos son también símbolo de elegancia, profesionalidad y rigor. “La tipografía elegida es innovadora y de fácil lectura, en esa vocación de sintonía con un mundo siempre nuevo y cambiante”, ha concluido la responsable.