Está situada en la Montaña Central leonesa, a 26 km de la ciudad de León a orillas del río Bernesga. Limita al norte con La Pola de Gordón, al este con Matallana de Torío, al sur con Cuadros y al oeste con Carrocera.
Además de la capital, el municipio incluye otras 9 localidades rurales: Alcedo de Alba, Brugos de Fenar, Candanedo de Fenar, Llanos de Alba, Olleros de Alba, Puente de Alba, Rabanal de Fenar, Solana de Fenar y Sorribos de Alba
Su nombre no procede, como pudiera pensarse en un principio, de los robledales que rodean su término.
El nombre de La Robla se piensa que deriva del asturleonés «Robla» (firma) con que aún se conoce y solemniza en mercados y ferias leonesas el cierre o perfección de un pacto o contrato sobre ganados. De ser cierta esta tradición y no hay nada que lo contradiga, «La Robla», procedería del «Roborare» latino, que tantas manifestaciones ha dejado como institución jurídica en documentaciones medievales. La actual población de La Robla se asienta en el paraje en el que de antiguo cerraban sus tratos sobre aprovechamiento de los pastos del término los pastores y ganaderos venidos de otras regiones.
El Escudo heráldico de La Robla, que tradicionalmente no había existido, se crea en la década de los cincuenta. El primer cuartel presenta a dos aldeanos dándose la mano en señal de trato, símbolo de la «conrobla».
El segundo y el tercero llevan una espiga y un racimo de uvas. El cuarto es un roble, probablemente también uno de los orígenes del nombre de Robla.
Es curioso que siendo hoy La Robla un pueblo industrial, los motivos de su escudo sean de carácter rural y agrario. El escudo está también en el centro de la bandera roblana de color verde.
Siguiendo al historiador español Juan José Sánchez Badiola, pueden señalarse algunos aspectos fundamentales de la historia local, como la cueva paleolítica de Alcedo, los abundantes castros y el yacimiento romano de Fenar.
En la Edad Media, fue fundamental el castillo de Alba, que detuvo el avance de Almanzor, en torno al que se organizó el correspondiente territorio, convertido más tarde en concejo. El valle de Fenar recibió fueros de Fernando I en 1042, organizándose como otro concejo. Ambos se unieron en el ayuntamiento de La Robla a principios del siglo XIX, excepto las localidades de La Seca de Alba, Valsemana de Alba y Cascantes de Alba, que pasaron a Cuadros, y las de Naredo y Robledo de Fenar, que pasaron a Matallana de Torío en 1945.
La economía del municipio recibió un importante impulso con la construcción del Ferrocarril de La Robla, que enlazaba la localidad con Bilbao, a finales del s. XIX. Este impulso trajo consigo la ubicación también en La Robla de la central térmica de La Robla, una de las tres que posee la provincia de León. Muchos de estos hitos, arqueológicos e históricos aun esta en una fase de investigación y de estudio, debido a la escasez de recursos, pero están incluidos dentro del Catálogo del Inventario Arqueológico de la Diputación de León, bajo de la denominación de Bienes de Interés Cultural o Zonas de Protección Arqueológica, además ha de sumarse el gran potencial de la comerca en Patrimonio Industrial.
Todo este conjunto de patrimonial, tiene la gran suerte de ser acompañado por una gran abundacia de recursos naturales, debido a la gran riqueza tanto de fauna y flora existente, poniéndose como ejemplo la «Ruta del Silencio» existente en el Valle Fenar. Perteneció al antiguo Concejo de Alba.
Que ver:
Ermita de Celada: el santuario es un pulcro y sencillo edificio románico de mampostería, obra seguramente de los siglos XIII Y XIV, que consta de presbiterio de planta cuadrada cubierto por una bóveda de crucería y una nave rectangular de bóveda de cañón, cuyos fajones están correspondidos en el exterior por sendos contrafuertes.
En el interior se encuentra un hermoso retablo herreriano, en el que se representan «La Encarnación», «El nacimiento de San Juan», «La Visitación», «La Adoración», «La Presentación», «La Flagelación», «La Resurrección» y «El Juicio». La parte central está ocupada por «la Virgen de Celada». A ambos lados del retablo se sitúan las tallas con las armas de los Quiñones.
La imagen de la Virgen es románica, y cuenta la leyenda que tras la derrota musulmana en Covadonga, mientras las huestes moras se retiraban en el año 722, al pasar por donde se encuentra la ermita, el capitán del ejército cristiano, se escondió e hizo una celada en el camino para atacar por sorpresa al enemigo. En donde tuvo lugar tal hazaña se encuentra la ermita, erigida para honrar a la Virgen que se apareció para ayudar a los caballeros Cristianos.
Ruinas del Castillo de Alba. Construido por Alfonso III de Asturias en el siglo IX, probablemente sobre un asentamiento romano. En el año 997 resistió el asedio de las tropas de Almanzor, al igual que los castillos de Luna, Gordón y Arbolio, controlando todos ellos los valles por los que transcurrían las rutas que permitían el acceso a Asturias. Actualmente sólo quedan las ruinas de la construcción y los restos de sus líneas de fortificación, habiendo sido objeto de excavaciones arqueológicas realizadas a partir del año 2001 a instancias de la empresa cementera Tudela Veguín, S.A., titular de la cantera de caliza situada en sus inmediaciones.
Acueducto de «El Encañao», obra del siglo XVIII, y que según algunos autores, ocupa el lugar que en su día ocupó un acueducto de factura romana. Restaurado en el año 2002 por la Junta Vecinal de La Robla, incorporando una placa conmemorativa de la mención que de la obra hizo en su diario Melchor Gaspar de Jovellanos el 16 de abril de 1795, impresionado por la magnitud de la construcción para la época.
Restos del Frente Norte de la Guerra Civil: Situadas en diversos lugares de las montañas que dominan el valle de La Robla por su vertiente Norte. En el pico Fontañán se aprecian parapetos, trincheras en zig-zag, un búnker antiaéreo y una casamata de hormigón con troneras para ametralladoras y fusilería, que en su día fueron defendidas por la 2ª Compañía del 249º Batallón «Pola de Gordón» del Ejército del Norte republicano (Tercer Cuerpo), hasta septiembre de 1937, cuando se vieron obligados a abandonar la fortificación ante la ofensiva generalizada sobre Asturias del bando nacional. Hay galerías practicadas en la montaña para comunicar distintos lugares de la línea de frente. Igualmente, en las inmediaciones de Puente de Alba, se localizan dos cuevas excavadas y trincheras.
Obra de Vela Zanetti. Mural y cerámica del artista en el Colegio de Formación Profesional Virgen del Buen Suceso. Con una pintura colorista y de trazos fuertes donde se reflejan escenas da la vida de la Comarca^.
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