Con la decisión de la Junta de Castilla y León de salirse del Consorcio del aeropuerto, se da prácticamente la puntilla al mismo. Era y es evidente que a la Junta nunca le ha gustado el aeropuerto de León. Nunca ha disimulado su apoyo al de Villanubla en detrimento de León, y con el pretexto de los recortes, pues eso, que ya no se “recorta” un pelo.
Primero fue la supresión del bus al aeropuerto, bus que salvo el conductor nadie sabía el itinerario, las paradas o la frecuencia, cuando lo suyo sería que el autobús que sube a la Virgen del Camino se acercara hasta el aeropuerto.
Otra mala noticia es la supresión de la parada en León de varios Alvias de Madrid a Gijón. ¡Tiene bemoles el tema!. Que los asturianos no quieren perder 20 minutos en entrar en León. ¡Vaya!, y qué pasa ¿que los leoneses somos menos importantes?. ¿Os imagináis la que se hubiera montado si el tren Gijón-Madrid no parara en Valladolid?. ¿Dónde están nuestros representantes políticos, que no se les oye?, ¿y la Junta? ¿Alguno ha salido en defensa de este atropello? ¿Por qué cada día hay menos líneas de autobús León-Madrid directas? ¿Por qué los leoneses nos tenemos que resignar y aguantar que el viaje se nos alargue al ir por Valladolid y recorrer media estepa castellana, en lugar de ir por Benavente?
La tercera mala noticia son los recortes del transporte público en la provincia de León. Impresionante. Vivir en un pueblo es toda una odisea. Ya no solo es que a muchos pueblos les dejen uno o dos autobuses diarios en el mejor de los casos, que los hay peores (dos a la semana). Ir un sábado a Cistierna o Astorga es toda una aventura con frecuencias tercermundistas. ¿Cómo puede ser que el último tren o autobús (respectivamente) sea a las 20.30?. Y no intentes ir a Sahagún un día de diario sin ir más lejos. Ir a Gradefes, Villafranca del Bierzo, Valdeón o San Miguel de Escalada es como para un máster. ¿Cómo entre León y Ponferrada por ejemplo no hay autobuses nocturnos? Podrían copiar un poco de Asturias. ¡Impresionante!
Por cierto algún año de estos van a poner marcadores para anunciar la salida y llegada de autobuses a la estación de León. Más que nada porque estamos en el siglo XXI, y nuestra vetusta estación por no decir cocherón, destila un aire decimonónico, sin marcadores, sin quiosco de prensa, sin nada de nada pero eso sí con una autoescuela de autobuses. ¿Alguno podría decirme la edad media de los autobuses que están en las dársenas y que van a las principales poblaciones de León?
La cuarta mala noticia es la ralentización del AVE a León, que alguien ha calculado que a este ritmo no llegará antes del 2020 (suena a una odisea en el espacio) y el recorte en el presupuesto de la León-Valladolid, que pretenden que pase por los restos de Lancia… Os imagináis una autopista pasando por encima de Atapuerca o por Medina Azahara. Pues en León nunca hay que imaginar nada, porque en León todo es siempre pura realidad.
Y la quinta y última mala noticia: ni se va a hacer el Parador de Villablino, ni se reformará el de León y claros nubarrones con la Ciudad de la energía.
Y como siempre los leoneses seguimos tragando y emigrando. A este ritmo esto quedará como una reserva donde ver un leonés será algo tan exótico como ver un comanche o un massai.