Fue este pasado puente de noviembre cuando decidimos hacer ese París fuera de los circuitos mas turísticos, y del que os daremos cuenta en sucesivas entregas. Hoy comenzamos por lo que fue el final del viaje. Una visita a la nueva Biblioteca Nacional de París diseñada por Perrault, el mismo que ha diseñado el Palacio de Congresos de León y que en la actualidad se está construyendo.
El 14 de julio de 1.988, François Mitterrand, aconsejado particularmente por Jacques Attali, anuncia la construcción y la organización de una de las más grande y más moderna biblioteca de mundo deberá cubrir todos los campos del conocimiento, estar en la disposición de todos ellos, utilizar las tecnologías más modernas de transmisión de datos, poder ser consultada a distancia y ponerse en relación con otras bibliotecas europeas, con la denominación de «grand projet de l’Etat”.
De este modo, a comienzos de 1989 fue convocado un concurso por invitación, en el que participaron 244 arquitectos de fama internacional: el comité de la «Association pour la Bibliothèque de France» seleccionó veinte proyectos, de los cuales sólo cuatro fueron sometidos a la atención del Presidente Mitterand
La ubicación escogida está en el nuevo barrio de Tolbiac (XIII distrito de París), en el corazón del ZAC Orilla-izquierda, entonces el principal sector de renovación urbana de la ciudad. El proyecto arquitectónico de Dominique Perrault es el seleccionado. La nueva Biblioteca Nacional Francesa abre al público el 20 de diciembre de 1996 y, después de la mudanza de la sede mayor de las colecciones de la calle Richelieu, acoge a los investigadores en octubre de 1998.
Simboliza unos libros abiertos, sus cuatro torres de vidrio y acero de 80 metros de altura, se alzan hoy al borde del río Sena, en la rivera izquierda al sur de París.(XIII distrito).
En Tolbiac, la Biblioteca François-Mitterrand ocupa una ubicación de 7,5 hectáreas para una explanada de 60 000 m². La obra de Dominique Perrault particularmente es caracterizada por cuatro grandes torres angulares de 79 m cada una que corresponden simbólicamente a cuatro libros abiertos.
Cada torre lleva un nombre:
- Torre de los tiempos
- Torre de las leyes
- Torre de los números
- Torre de las cartas
El centro del edificio está ocupado por un jardín de 12.000 m² cerrado al público. Este jardín se encuentra a la altura del deambulatorio de la planta baja con jardín. Bajo este nivel se encuentran todavía dos niveles utilizados, de los que más bajo está ocupado por una calle interior destinada a la circulación de los vehículos (en particular los vehículos internos en la BNF y los que vienen para entregar el depósito legal). El conjunto de las superficies construidas representa 2.900.000 m².
Encontramos una sala de lectura abierta al público, que contiene 1.600 puestos de lectura y otra reservada a científicos e investigadores, dotada con más de 2.000 puestos de lectura.
El observador experimenta una primera separación del resto de la ciudad, subiendo una larga escalera de madera que parte del basamento de la biblioteca.
A lo largo de los lados más cortos del solar, el tramo está flanqueado por espalderas no muy altas, formadas por cajas de metal cerradas y por bastidores de aluminio cubiertos de enredaderas. Son precisamente estas estructuras las que marcan el paso de la ciudad llena de vida al vacío del basamento, ofreciendo al mismo tiempo refugio del viento. En cambio, en correspondencia con los lados más largos, la vista queda recalcada solamente por las vigas del puente de la Rue Jardin: la explanada se convierte en un espacio escénico amplio y profundo, cuyos límites están señalados por los imponentes y sobrios volúmenes de las torres.
Las torres se introducen en la cavidad de la Rue Jardin como cortinas sobre sus guías, como si el enfoque pudiera ser variado continuamente con un simple avance hacia adelante o hacia atrás. Un muro inclinado y revestido de losas de acero, que se eleva sobre el plano de la plataforma con un perfil triangular, indica el recorrido que baja desde la parte superior hasta el corazón de la biblioteca
El concepto y los materiales
La fuerza de esta obra consiste en el carácter radical de su propuesta. Perrault crea una gran plaza central delimitada en sus esquinas por cuatro altas torres en forma de diedros. En dichas torres ubica los distintos depósitos de libros, mientras que los espacios destinados al público, salas de lectura, auditorios, etc. se ubican por debajo y a los costados de la gran plaza central. La propuesta significa una inversión literal del criterio de enterrar los libros y sobreelevar las salas de lectura, presente entre otros casos en la Biblioteca Nacional de Clorindo Testa.
Perrault logra a su vez con su propuesta una serie de objetivos simbólicos y urbanos. Las cuatro torres que contienen los libros tienen a su vez la forma de cuatro grandes libros abiertos que contienen el espacio central, con lo cual se produce una identificación analógica entre forma y contenido que transforma el edificio en un enorme alegoría legible a nivel urbano.
A su vez el espacio que dichas torres y el basamento encierran configura un remanso en medio de la agitación urbana, lo cual lo torna especialmente propicio para invitar a la lectura. Incluso la creación en dicho espacio de una plaza verde contribuye a crear la sensación de claustro que comúnmente se asocia con la meditación y la lectura.
Sus proyectos se caracterizan por la ausencia de decoración, la importancia otorgada al entorno urbano y una inclinación por la utilización de superficies metálicas, muros de concreto y de cristal. Este último lo emplea mucho porque le permite hacer traslúcidos y ligeros a los edificios de gran volumen logrando plasmar su concepción de la antiarquitectura.
Las envolturas de cristal de las torres están provistas de filtros para los rayos solares, que producen un efecto de refracción de la luz mediante prismas cristalinos.
- Textos: Wikipedia y wikiarquitectura
- Fotografías: Martínez