Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Fundación Cultura de Paz, y el Rector, José Angel Hermida, han sellado el acuerdo en un acto celebrado en la Sala Gordón Ordás.
Fotografía: ULE
El Rector de la Universidad de León, José Ángel Hermida, ha suscrito esta mañana la adhesión y compromiso de la institución académica con la Carta de la Tierra, un documento creado en el año 2000 en el que se promulga una declaración de principios éticos fundamentales para la construcción de una sociedad global justa y sostenible en el siglo XXI. Hermida ha firmado el documento en un acto celebrado en la Sala Gordón Ordás de El Albéitar, en el que han actuado como testigos Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Fundación Cultura de Paz, María Novo, de la Cátedra Unesco de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible, y Pepa Carrillo, de la Fundación Valores.
El Rector ha señalado que tras sellar este compromiso “nos convertimos en pioneros, pero trasladaré la importancia de esta adhesión al resto de los rectores de las universidades españolas”. Hermida ha recordado que la ULE “viene desarrollando en los últimos años diversas actuaciones de cuidado del medio ambiente y sostenibilidad a través de la Oficina Verde”, al tiempo que ha incidido en que más que Carta de la Tierra, “la denominaría carta por los derechos de la vida de las personas y no sólo por los que vivimos en este planeta, sino por los que vendrán”.
Federico Mayor Zaragoza ha realizado un alegato por “un cambio en la sociedad pues ahora mismo ya existen muchas cosas que no se pueden sostener, hay procesos que pueden ser irreversibles y podemos llegar a una debilitación que cuestionaría la habitabilidad de la Tierra”. Zaragoza ha solicitado a la Universidad de León que traslade los principios de la Carta de la Tierra “a la forma en que se enseña, se conciencie desde la educación”, y ha aprovechado para incidir en que los contenidos de la Carta han de estar presentes “en todos los niveles educativos”. Por último, el presidente de la Fundación Cultura de Paz ha remarcado que está interesado por los 7.000 millones de personas que habitan el planeta, no solo por el 20% que habita en zonas desarrolladas, “por ellos hay que impulsar el bienestar en toda la sociedad global”. Para ello, ha explicado que en el momento actual “hay que dejar de ser espectadores y pasar a ser actores” y ha concluido con una crítica a los informes de PISA o de la OCDE, ya que cree más necesario «que se aprenda a ser, no a tener».
“Tenemos que abordar un nuevo comienzo, empezar a construir de otra manera nuestros valores y conceptos, y hemos de recordar que estamos aquí para la alegre celebración de la vida”. Con estas palabras explicaba María Novo, de la Cátedra Unesco de Educación Ambiental, la importancia global de la Carta de la Tierra, un documento que contiene tres vías de solución: “Una perspectiva global para que sea la vida la que se instale en nuestra sociedad, una visión de cambio por parte de los países para hacer la vida más amable para las personas, y una solución ecológica pues si nuestras vidas no son sostenibles la vida del planeta tampoco”.
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