Muchos viajeros descubren un país o ciudad a través de las sensaciones que experimentan con su paladar. Quito cuenta con sabores propios, que suponen una extraordinaria experiencia que acerca al turista la cultura e historia de esta ciudad milenaria, capital de Ecuador.
Con una vasta herencia prehispánica, colonial, republicana y el toque contemporáneo, la Cocina Quiteña se ha ido moldeando con productos y técnicas tanto locales como de otras latitudes. Esto ha dado lugar a una amplia variedad de sopas, postres y bebidas, entre las que destacan el locro, el canelazo y el dulce de higos con queso, que fueron seleccionados como los platos más representativos de la ciudad.
Los tres imprescindibles
Locro: Este potaje, que en quichua es llamado rucru, fue común entre los incas y pueblos que cultivaban patatas. No se puede decir que sea una sopa y tampoco se define como un caldo con patatas, sino más bien como un guiso algo espeso.
Canelazo: Dos tipos de esta bebida son típicos en la región de los Andes: el preparado con agua, canela, azúcar y aguardiente de caña, y otro con los mismos ingredientes, pero con zumo de naranjilla.
Dulce de higos con queso: Este postre se sirve especialmente en Semana Santa y como dulce durante todo el año. Otra variación es el higo enconfitado con azúcar blanca: de orígenes muy antiguos, era elaborado en los monasterios de clausura.
Estos manjares son los protagonistas de las cartas de más de 40 restaurantes en Quito. La lista completa se encuentra pinchando en este link.
A su vez, varios establecimientos de la ciudad (Theatrum, Casa Gangotena y Plaza Grande) se han unido a las actuales tendencias de la hostelería mundial y realizan muestras de show cooking en las que preparan diversos platos de la cocina quiteña y ecuatoriana frente a sus huéspedes y clientes. Preparación en conjunto, charlas y explicaciones amenas, además de consejos prácticos, son algunos de los elementos que hacen, de ésta, una experiencia más cercana y personal.