Con el fin de celebrar con el público la donación de 25 obras efectuada por Plácido Arango Arias gracias a un gesto más de su generosidad, el Museo del Prado exhibe temporalmente nueve de estas obras, representativas de la excepcional calidad y variedad del legado, que se incorporarán definitivamente junto al resto de la donación a la conclusión del usufructo vitalicio Esta reducida pero significativa selección, que incluye obras de Pedro de Campaña, Tristán, Zurbarán, Herrera el Mozo y Goya, ilustra la importancia de una donación que paliará algunas de las carencias de la colección del Museo del Prado y enriquecerá cualitativamente estilos y autores ya representados.
El pasado 30 de junio, el Pleno del Real Patronato del Museo del Prado aceptó la generosa donación del que fuera su Presidente de 2007 a 2012 y que actualmente es Patrono de Honor, Plácido Arango Arias.
Compuesta por un total de 25 piezas que enriquecerán de forma excepcional las colecciones del Museo, especialmente en el ámbito de la pintura española y de los artistas europeos que trabajaron en España entre los siglos XVI y XIX, esta donación, como ya hiciera en 2002 la marquesa de Balboa, se realiza con reserva de usufructo vitalicio, por lo que se incorporará definitivamente a las colecciones del Museo a la conclusión del mismo.
Una selección de nueve de estas obras podrá disfrutarse en las salas del edificio Villanueva hasta el próximo 4 de octubre, siendo particularmente reseñable, por su contribución al desarrollo de la pintura española del Renacimiento, la exhibición, en la sala 52 C, de Camino del Calvario y Descendimiento, dos exquisitas pinturas del flamenco afincado en Sevilla, Pedro de Campaña (Pieter van Kempeneer), autor inédito en el Prado.
Por su parte, San Francisco en oración de Zurbarán (sala 10 A); Calvario de Tristán (sala 9 B) y El sueño de San José de Herrera el Mozo (sala 9), pieza maestra del pleno barroco español, son obras que enriquecen el nivel de representación de estos artistas en las salas de la colección.
Y completando esta selección, en la sala 66, se exponen los Toros de Burdeos, cuatro estampas de Goya que, unidas a la donación de la primera edición de los Caprichos compuesta por ochenta grabados que ya en 1991 realizó el propio Plácido Arango, culminan la magnífica colección de la obra impresa del artista aragonés en el Prado.