Del 16 al 19 de julio, Faro será escenario de la mayor concentración de motos de Europa, que cada año congrega hasta 40.000 motoristas llegados de todos los rincones del continente.
El rugir de las motos es una de las atracciones veraniegas más esperadas en Faro. Una cita que por supuesto huele a humo y sabe a pasión motera, pero en la que también hay mucho sitio para la buena música y la animación. Este año se celebrará del 16 al 19 de julio.
Son ya treinta y cuatro ediciones celebrándose, treinta y cuatro ediciones en las que el Moto Club de Faro, organizador del evento, ha desplegado grandes esfuerzos para confeccionar los mejores programas de actividades, siendo la música en vivo uno de sus platos fuertes. La sede de la fiesta es un enorme recinto de 320.000 m², junto al Aeropuerto Internacional de Faro y al lado de la playa, que incluye zona de acampada, expositores, cocinas, bares y, por supuesto, escenarios para espectáculos y conciertos, así como el Bike Show, otro de los grandes atractivos del evento. Si no quieres perdértelo, haz tu inscripción on line a través de su página web: www.motoclubefaro.pt
Disfrutar de Faro
La Concentración Internacional de Motos de Algarve – única concentración de motos de Portugal incluida en el Calendario Internacional de Concentracines de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) – es la excusa perfecta para poner rumbo al sur de Portugal y disfrutar de unos días junto al Atlántico bajo el siempre sugenente cielo azul de la región. Faro, epicentro del evento y capital de la Algarve, reúne grandes atractivos: bonitas playas; un Parque Natural tan grande como increíble, único para la observación de aves; rico patrimonio cultural y, por supuesto, una gastronomía que resume lo mejor de la región.
Por ayudarte con la hoja de ruta, te proponemos poner rumbo desde Faro a Ilha Deserta y disfrutar de una de ésas playas tranquilas y solitarias que son el sueño de todo viajero, con un vasto arenal blanco rodeado por las limpias aguas del Atlántico y Ria Formosa. Precisamente el Parque Natural de Ria Formosa es otra de las excurisones obligadas desde Faro: un paraíso que se extiende a lo largo de 60 kilómetros de islas y canales, un lugar privilegiado para la observación de aves, como sus característicos flamencos rosas.
Pero antes de partir en busca de la belleza natural obligado es disfrutar de la cultural: basta un paseo por la Ciudade Velha de Faro para descubrir, en poco tiempo, la historia de la región. Se entra por el Arco da Vila y entre sus muros encierra la catedral, con bonitas muestras de azulejo portugués y buenas panorámicas desde su parte más alta, varios palacios e iglesias y el Museo Municipal, que está ubicado en un antiguo convento.
Tras el paseo, qué mejor plan que disfrutar de la buena mesa y conocer un poquito mejor Algarve saboreando sus mejores recetas, que dominan los restaurantes de la capital: arroces de marisco, pescados frescos y mariscos, las famosas cataplanas y los dulces regionales, a base de higos y almendras, son las estrellas del menú.