La llegada de estas vacaciones –que son para muchos la antesala de las veraniegas–, coincide con la llegada, de un clima más primaveral, lo que anima a disfrutar de una escapada estos días a la Ribera del Duero.
Aranda de Duero, 24 de marzo de 2015.– Visitas guiadas por las bodegas, catas de vinos, conocer monumentos, procesiones con una gran tradición en Castilla, pernoctar en hoteles rodeados de viñedos, y degustar una gastronomía única. Todo ello es posible en unos días como Semana Santa y en una zona como la Ruta del Vino Ribera del Duero. La llegada de estas vacaciones –que son para muchos la antesala de las veraniegas–, coincide con la llegada, de un clima más primaveral, lo que anima a disfrutar de una escapada estos días.
La guía cultural de la Ruta del vino
Una buena forma de saber un poco más sobre la cultura del vino es descubrir todas las fases por las que crece y madura el vino tinto o rosado característico de la zona de la Ribera del Duero la Bodega Emilio Moro nos ofrece la oportunidad de participar en el Taller de Catas de Barricas, donde podremos aprender las diferencias entre los distintos tipos de madera, y de cómo estás influyen en la calidad y singularidad de cada uno de sus vinos.
La Bodega Cepa 21 ofrece, en cambio, una propuesta de un cariz más cultural ya que invita al viajero a realizar el Tour Museo del Vino. Incluye una visita al Museo Provincial del Vino y una entrada al Castillo de Peñafiel. Todo ello combinado con una ruta por las diferentes instalaciones de esta bodega regentada por la familia Moro y ubicada a medio camino de Aranda de Duero y Peñafiel.
Por su parte, la bodega Pago de los Capellanes ofrece una visita que inicia su recorrido cultural desde el Patio de Nogales y se adentran en un espacio diáfano que enmarca las vistas a través de grandes cristaleras que permiten ver todo el paisaje que caracteriza la Ribera del Duero. Sin duda una experiencia estética sin parangón en una bodega que acaba de ser reconocida recientemente como una de las 100 mejores bodegas del mundo por la prestigiosa revista especializada Wine&Spirits.
La devoción forma parte también de la Semana Santa en Ribera del Duero. Entre las diversas procesiones que transcurren por esta zona de Castilla, destaca ‘La Bajada del Ángel’, que se celebra en localidades como Peñafiel o Aranda de Duero. Ambas han sido declaradas Bien de Interés Turístico Nacional. Muy conocida es también la procesión que tiene lugar en San Esteban de Gormaz desde el año 1.624, año en el que se decidió formar un cortejo que partiera de la iglesia de San Francisco.
Alojamientos con encanto para reactivarse
Los hoteles, las posadas reales o las casas rurales son algunas de las opciones para alojarse en la Ruta del Vino Ribera del Duero.
Las opciones de enoturismo pueden tener muchas combinaciones, entre ellas las que aúnan lujo, gastronomía y relax. El visitante cuenta con opciones como el Hotel & Spa Arzuaga desde donde se puede contemplar el paisaje de la Ribera del Duero. Pasearse entre viñedos puede ser el preludio ideal al almuerzo, donde se puede disfrutar de un menú con las mejores materias primas de la zona. Y por último, es posible relajarse en el Circuito Spa Sensaciones.
Regalarse salud entre viñedos es posible también en la Finca Torremilanos. Este establecimiento apuesta por el enoturismo de salud. Torremilanos tiene como epicentro sus bodegas y su hotel, que tiene como producto estrella la viñaterapia, un tratamiento que se basa en recetas de belleza ancestrales aprovechando los ingredientes de origen biológico afines totalmente al organismo humano y procedente de las tierras vinícolas.
Por su parte, Lavida Vino-Spa Hotel ofrece la posibilidad de vivir la Bajada del Ángel en Peñafiel desde un balcón privado en la misma Plaza Medieval mientras se degusta una copa de vino Ribera del Duero y una tapa de Pascua.
Restaurantes que deleitan el paladar
La Ruta del Vino de la Ribera del Duero se caracteriza por ofrecer una amplia variedad de platos típicos del lugar entre los que destaca el Lechazo Asado en horno de leña, considerado como un delicioso manjar que combina a la perfección con los vinos de la zona.
La promoción de actividades relacionadas con el enoturismo y la gastronomía puede ser una apuesta segura para todos los amantes de un buen vino y un buen manjar. En las Bodegas Prado Rey Ribera del Duero puede conocer su bodega a través de una visita guiada, y además el viajero podrá probar una cata vertical de vino rosado y vino tinto con maridaje sorpresa, y una degustación de queso gourmet RSV, aceite PradoRey y un picoteo de ibéricos.
En Bodegas Portia el visitante podrá experimentar la unión de manjares propios de la tierra, maridaje de lechazo y vinos con denominación de origen, con vistas a los viñedos.
Interesante para el visitante será la presentación de un nuevo vino por parte de Bodega Legaris, con el que quiere, también, dar la bienvenida a la primavera. El Grupo Matarromera ha organizado para estos días un programa en el que se incluyen visitas guiadas a sus bodegas, almuerzos de cuaresma en su restaurante la Españada de San Bernardo, estancias en su hotel Rural Emina, así como visitas al Monasterio de Sta Maria de Valbuena.
Disfrutar de la naturaleza también es posible
El Parque del Románico, el Parque Natural Hoces del Río Riaza, la Ruta de los Castillos y el refugio de rapaces en las Hoces del Riaza son algunos de los lugares mágicos en los que se puede disfrutar de las mejores visitas. Se trata de otros destinos atractivos que no deben pasar desapercibidos durante la Semana Santa en la Ruta del Vino Ribera del Duero.