La iglesia parroquial de Valdeviejas, dedicada a San Verísimo, poseyó un buen retablo de principios del siglo XVI, que hoy se encuentra en el Museo de la Catedral de Astorga.
La ermita, de indudable encanto, data del siglo XVI, a la que inicialmente se puso bajo advocación de San Pedro. En ella hubo un pozo del que los peregrinos se surtían para aplacar la sed.
Y como en tantos lugares de la Ruta Jacobea, la leyenda también tuvo cabida. Cuenta que una mujer que se dirigía a Santiago de Compostela se detuvo en ese pozo para coger agua, con la mala fortuna de que su hijo cayó en él. Invocando la madre al Ecce Homo, las aguas comenzaron a crecer, salvando al muchacho.
Por este motivo, según la memoria popular, no sólo se cambió el titular de la ermita, sino también se relaciona el hecho con la inscripción que en ella se conserva y que dice: “Echa limosna viajero a este santo Ecce Homo, y al instante verás como sales del atolladero
Fuente y más info: http://www.rutadeloro.com