El año 2015 ha sido declarado por la Unión Europea como el Año Europeo del Desarrollo, para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de la ayuda a los países más pobres e informar de los recursos que desde los Veintiocho se destinan a luchar contra esta lacra.
Una cooperación que, según datos del último Eurobarómetro publicado este mes, es considerada como importante por el 85% de los ciudadanos europeos y que el 67% cree que debería aumentar.
Otro dato significativo es el hecho de que la mitad de los encuestados no sepa a qué se destina este tipo de ayudas, que suponen menos de ocho céntimos diarios por ciudadano. Por eso, bajo el lema «Nuestro mundo, nuestra dignidad, nuestro futuro», el Año Europeo del Desarrollo quiere dar a conocer el papel de Europa en este sentido, coincidiendo con la finalización del plazo establecido para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, acordados en el año 2.000 por países de todo el mundo, entre los que se encuentran la reducción de la pobreza extrema, la detención de la propagación del VIH/Sida o el acceso a la enseñanza primaria, al agua potable o a la sanidad.
El Año Europeo del Desarrollo invita a todos los Estados miembros a poner en marcha iniciativas diversas, desde actividades en escuelas y universidades hasta eventos deportivos a gran escala. Cada mes del año estará dedicado a un tema especial. En enero, la posición de Europa en el mundo, febrero, la educación, en marzo se abordarán temas de igualdad de género y abril será el mes de la salud.
Los jóvenes y la cooperación al desarrollo
La actitud que los jóvenes presentan ante los problemas de desarrollo resulta clave para terminar con esta lacra. Se sienten especialmente concernidos por estos problemas y se muestran resueltos a resolverlos.
El 56% de las personas de entre 15 y 24 años son más optimistas que los que superan esas edades sobre la posible influencia que las acciones individuales pueden tener en los países en desarrollo, según el último Eurobarómetro.
Además, el 55% de dichos jóvenes está dispuesto a pagar más por una serie de productos si ello ayuda a los países en desarrollo y creen que ésta debería ser una de las prioridades fundamentales de la UE y del Gobierno de su país.
Sin embargo, existen menos probabilidades de que se involucren personalmente en cooperar con este tipo de países y sólo el 22% lo hace mediante donaciones, a pesar de que el 56% considera el respeto de los derechos humanos como un aspecto esencial para vivir en condiciones dignas.
Para seguir ayudando a personas como Reina y Husen
Con un pedido entregado a tiempo de 180 uniformes escolares y 3.000 bolsas, Reina Valladares afirma orgullosa que “ha sido un triunfo. Hasta hace poco éramos unas desconocidas, pero ahora tenemos una excelente reputación y muchísimo trabajo” en Luz Victoria, la empresa textil que fundó en 2011 en la ciudad hondureña de Danlí. Su esfuerzo y la ayuda de la Unión Europea (UE) con programas de apoyo a emprendedores fueron los responsables de la existencia de esta empresa.
La UE también colaboró para que Husen Mohamed Jimie Shibot pudiese seguir dedicándose a lo que más le gusta: la agricultura. Este eritreo vive en la región de Gereb, a unos 100 kilómetros de la capital, donde la UE ha construido un dique cercano a sus tierras con el que ha repuesto los depósitos de aguas subterráneas permitiendo que Husen –como otros 400.000 beneficiarios de este tipo de proyectos- pueda volver a sacar agua de su pozo, seco hasta entonces debido a la falta de lluvias en la zona, y posibilitando continuar con sus cultivos que, eso sí, han pasado de ser de secano a ser de regadío.
Husen y Reina son solo dos de los casos que ilustran la cooperación al desarrollado desempeñada por los Veintiocho.
Fuente y más info: http://www.injuve.es