Bach, Vivaldi, Mozart y Tchaikovsky te felicitan por el Día del Padre

Escuchar las obras maestras de los genios de la música clásica como Bach, Vivaldi, Mozart o Tchaikovsky, entre otros, es sin duda uno de los mejores regalos que se pueden hacer a alguien que le guste la música. Fundación Excelentia lo pone fácil para el Día del Padre o en cualquier otra ocasión, gracias a su Tarjeta Regalo que permite adquirir entradas para cualquiera de sus conciertos en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, tanto en el Sala Sinfónica como en la Sala de Cámara. Se puede elegir el valor a regalar a partir de 50 €. La tarjeta caduca el 30 de junio de 2025 y se puede utilizar en diferentes compras hasta agotar el saldo.

Y desde ahora al 30 de junio hay mucho para elegir. Para el 20 de marzo a las 19:30 h., y como suele ser habitual en vísperas de Semana Santa, se interpretará La Pasión según San Mateo de Bach, con la Sociedad Coral Excelentia de Madrid, la Orquesta Clásica Santa Cecilia bajo la dirección del ruso Alexander Znamensky y con primeras figuras internacionales como voces solistas: la austriaca Johanna Falkinger (Soprano), la ucraniana Olena Leser (Alto), el también austriaco Manuel Günther (Evangelista y Aria Tenor), el chileno norteamericano Zacharias Galaviz-Guerra (Bajo) y el austriaco Robert Holl (Jesús, barítono bajo).

La Pasión según San Mateo, compuesta a finales de la década de 1720, es una de esas obras imprescindibles de la Historia de la Humanidad, como la Novena de Beethoven, San Pedro del Vaticano o El jardín de las Delicias. Es la culminación de un camino comenzado hacia los siglos IX-X con las primeras plasmaciones del canto gregoriano; toda la polifonía medieval y renacentista «y los avances técnicos que aportan» conducen al gran contrapunto barroco del que Bach es maestro insuperable y que le posibilitó la creación de esta su más grande obra, en cantidad y en calidad.

El día 17 a las 19:30 se ofrece una estupenda Conferencia sobre Bach y La Pasión según San Mateo en el Club Monteverdi (C/ Almagro 36) impartida por Carlos de Matesanz (crítico musical y Director de programas de Radio Clásica) y que servirá de antesala a este concierto. Gratis para abonados y personas con entrada del concierto del 20  de marzo del Auditorio Nacional. Y precio de 15 euros para el resto de personas que deseen asistir

Los que prefieran una música más dulce y relajante podrán escuchar el 30 de marzo a las 12:00 de la mañana en la Sala de Cámara del Auditorio, la obra cumbre de Vivaldi, Las Cuatro Estaciones, completadas con Bach, de nuevo y sus Concierto para violín en La menor y Concierto para dos violines en Re menor. Los interpretarán la Délica Chamber Orchestra.

De forma innovadora, Vivaldi, que fue un gran violinista, compuso Las Cuatro Estaciones como música programática, con instrumentos que describían e imitaban las imágenes y los sonidos de cada estación: canto de pájaros, una tormenta, una cacería, baile de borrachos, una nevada, un perro ladrando. La obra fue un éxito y se unió a las docenas de óperas e innumerables conciertos y obras corales del repertorio de Vivaldi, gran parte de las cuales escribió mientras trabajaba como profesor de música para niñas y mujeres en un orfanato de Venecia. Sin embargo, tras su muerte «falleció en la pobreza en Viena», Vivaldi y su música cayeron en el olvido. Durante más de un siglo, Las Cuatro Estaciones permaneció prácticamente inactiva.

Otro de los platos fuertes que Fundación Excelentia ofrece en las próximas semanas, además del imprescindible e interpretadísimo Réquiem de Mozart el 5 de abril, es la doble sesión el 30 de abril con Tchaikovsky que abrirá boca con la bellísima obertura fantasía de Romeo y Julieta y el inmortal Concierto para violín y orquesta para terminar este espectacular concierto con la Sinfonía número 3 «Renana» de Schumann.

Aunque, como ocurre con frecuencia en grandes obras maestras, la primera interpretación del difícil concierto para violín de Tchaikovsky en Viena el 4 de diciembre de 1881, no tuvo éxito, e incluso hubo de soportar una de las frases más terribles que se pueden decir a un compositor por parte de quien entonces era decano de la crítica musical vienesa y uno de los creadores de tendencias más influyentes de la época, Eduard Hanslick: «música que apesta al oído». Sin embargo, hoy es considerado la obra maestra de Chaikovski y uno de los pocos conciertos más grandiosos jamás compuestos.

La Sinfonía en mi bemol mayor de Schumann fue su última obra en el género que tanto le había ocupado durante los diez años previos de su carrera. Escrita en torno a su llegada como nuevo director a Düsseldorf, es un vibrante testimonio de lo que sería la última época verdaderamente feliz de su vida. Schumann compuso la Sinfonía en mi bemol durante aproximadamente seis semanas en 1850: una eternidad comparada con los cuatro días en que escribió la Sinfonía «Primavera» en 1841, pero un abrir y cerrar de ojos comparado con los 17 años que su discípulo Brahms, intimidado por el ejemplo de Beethoven, dedicó a su Primera Sinfonía.

Para los amantes de la música de cine hay sesiones dedicadas a Morricone el 31 de marzo, a los 100 años de cine el 8 de junio y a los Grandes Coros de Cine: Morricone, Zimmer & Williams el 26 de junio. Y para que no falta nada, también se dedicará un cierto al gran Paco de Lucia el 14 de mayo y dos curiosas sesiones de DJ Symphonic & Royal Film Concert Orchestra con lo mejor del Pop, una fascinante combinación de orquesta sinfónica y DJ para interpretar temas de Coldplay, Daft Punk, etc… Serán los días 24 de marzo y 9 de junio.