La autonomía leonesa es necesaria, para luchar contra el hundimiento del noroeste de la Península Ibérica.
Rogelio Blanco, Tomás Álvarez y Juanjo Santano presentaron en Madrid las aspiraciones de León a tener autonomía propia, como el resto de regiones de España; una autonomía que sería muy positiva para luchar contra el desequilibrio territorial, la despoblación y el hundimiento económico del noroeste de la Península Ibérica.
El encuentro, convocado por la asociación cultural Unidad Leonesa, se celebró en la Casa de León en la capital de España, y sirvió también para presentar públicamente el libro “Esta es la voz y voluntad de los leoneses”, que reúne una serie de trabajos de destacados autores junto a una encuesta realizada por 40dB, sobre el estado de opinión de los habitantes de la provincia leonesa.
Para Rogelio Blanco, la provincia de León desde hace décadas sufre un maltrato injustificado. Los ejemplos que determinan esta conclusión son cuantiosos y no se atisba, por parte de las administraciones competentes voluntad de corregir tal deriva. Los indicadores socioeconómicos son catastróficos. Hace 4 décadas a León se le encajó en una Autonomía ni pretendida ni deseada. Actualmente el vigente proyecto birregional se evalúa como fallido; de ahí que desde León y para León surge Unidad Leonesa con el fin, desde ámbitos constitucionales, emprender una andadura que conduzca a una Autonomía propia y uniprovincial.
“Las gentes leonesas – afirmó Rogelio- recibimos esta tierra como herencia de los padres y préstamo de los hijos; por ello anhelamos ser dignos receptores y merecedores de tales dones. La situación de la provincia es catastrófica, pero se confía en la fortaleza de las gentes leonesas para corregir el actual status quo; así se ha demostrado en numerosos momentos de nuestra larga historia.
Tomás Álvarez recalcó que lo que algunos definen “España vaciada” no es sino una manifestación de la ineficiencia del sistema autonómico; sistema que tiene su mayor fracaso en Castilla y León, donde se unieron artificial y forzadamente dos territorios históricos. “De todo el territorio de Castilla la Vieja y León, sólo han progresado las provincias de Valladolid, junto con Santander y Logroño, las dos provincias que pudieron escapar de esta fracasada autonomía”.
Recordó su experiencia periodística en Argentina, donde mantuvo una estrecha relación con Claudio Sánchez Albornoz, cuando en España se ponía en marcha el Estado de las autonomías. “Don Claudio –dijo- quería juntos los territorios de León y Castilla la Vieja, para hacer un gobierno autonómico con fuerza en Europa, pero vio como su sueño se quebraba a medida que se marchaban los riojanos y cántabros… y yo también vi como se consolidaba el fracaso del modelo al privar a León de una autonomía propia y dejarlo como un territorio con una dependencia semicolonial de la región vecina”.
Finalmente hizo un llamamiento a los leoneses. “León –dijo- cuenta con una pléyade de gente bien preparada, que debe comprometerse con el futuro del territorio. Si no reaccionamos ante el hundimiento de nuestra propia tierra no tendremos derecho a hablar de cultura, ni de responsabilidad, ni tendremos autoridad moral para criticar a una clase política ineficiente”.
Por su parte, Juanjo Santano se centró en dar datos precisos sobre es la evolución de León en los últimos años. Explicó, por ejemplo, que La Rioja (319.796), en 2021, con 131 mil habitantes menos que León (451.706) conto con una financiación proveniente del Estado superior a , 1.891 millones de euros, frente a la que llegó a León 1.290 millones de euros, 601 millones de Euros menos.
A León- explicó- no llegan los dineros que le corresponde por su tamaño y dimensión…. Y esto viene ocurriendo desde hace décadas, con lo que el territorio se sume en el abandono y la despoblación; una situación que sólo se corrige con una autonomía propia que administre con equidad y justicia la financiación que llega del Estado.
Con números concretos también explicó el parlamento se integraría por 34 personas, lo que son cuatro menos que el conjunto de diputados provinciales actuales y los que ahora se eligen para las cortes autonómicas; en tanto que el funcionariado integrará tanto a el personal de la Diputación como el que corresponda de la actual Comunidad. “Una autonomía leonesa no supondría más coste, ni más funcionariado, sino más eficacia y posibilidad de desarrollo”
Unidad Leonesa y el “agujero del noroeste
Unidad Leonesa, manifestó que el vaciamiento de León es un problema del propio Estado, porque cercena el propio progreso y desarrollo de Asturias y Galicia, así como la parálisis del eje atlántico peninsular.
Hace cincuenta años, León era la zona más poblada y potente económicamente del noroeste peninsular. “Por el interés nacional previsto en la Ley de Leyes española, el Gobierno y las Cortes Generales, deben conceder a León provincia y/o región una autonomía propia, segregándola de Castilla, corrigiendo así, el grave error democrático cometido, con un pueblo, al que nunca se le consultó, ni tampoco consistió voluntariamente ser gobernado desde una región vecina.
Además, ese impulso resolvería el clamoroso bloqueo que sufre el Corredor Atlántico que imposibilita el crecimiento industrial, el asentamiento de población y la generación de empleo, que afecta a una importante parte de España, en las regiones: no solo la leonesa, sino, asturiana, gallega o extremeña, así como las tierras colindantes de La Raya con nuestra hermana nación Portuguesa.