¿Qué tiene Berlín que no tengan el resto de ciudades del mundo? En primer lugar, los propios berlineses, que con su tosco pero entrañable encanto infunden a la ciudad esta atmósfera tan auténticamente berlinesa. Y, cómo no, un prácticamente increíble sinfín de lugares de interés en los que se refleja el dinamismo y el espíritu de la época, así como los grandes acontecimientos históricos y dramáticos del siglo XX.
Al mencionar Berlín, en lo que se piensa primero es en la Puerta de Brandeburgo, la obra arquitectónica más famosa de la capital. Aunque durante décadas se ha considerado símbolo de la división de Alemania, también ha sido el elemento central de una metrópolis vertiginosa en cualquier época, rebosante de ideas y proyectos, llena de arte, cultura y creatividad.
El lado oeste de la ciudad se caracteriza por la Kurfürstendamm, prototipo de avenida elegante de una ciudad, los grandes almacenes Kaufhaus des Westen, conocidos como KaDeWe, las tiendas de última moda y fantásticas galerías, además de los preciosos barrios burgueses y, naturalmente, la famosa vida nocturna berlinesa. Esto incluye obligatoriamente disfrutar de una noche en el Friedrichstadt-Palast, la mayor sala de variedades de Alemania en la que se ha representado, según se cuenta, el espectáculo más caro y más brillante de todos los tiempos: SHOW ME, glamour en estado puro y un verdadero sinfín de fuegos artificiales a base de luz, color, fantásticos trajes y grandes efectos. Sin lugar a dudas, en el barrio gubernamental el viajero percibe que se encuentra en una gran urbe.
Este barrio se extiende desde la Puerta de Brandeburgo y el cercano Parlamento en dirección al este. Aquí también se hallan bien preservadas la paz y la libertad, a diferencia de en otras épocas en las que desde Berlín se perpetraron crímenes inconcebibles. El memorial a los judíos asesinados en Europa diseñado por el arquitecto neoyorquino Peter Eisenman, en las inmediaciones de la Puerta de Brandeburgo, recuerda este pasado, al igual que el memorial Topografía del Terror, ubicado en el antiguo cuartel general de la Policía Secreta del Estado.
Hacia el este parte la esplendorosa avenida de Berlín Unter den Linden en dirección a la plaza Alexanderplatz, que discurre por la Isla de los Museos, Patrimonio Cultural de la Humanidad, la Catedral de Berlín, la Neue Wache (Nueva Guardia) y el Zeughaus (Arsenal) de estilo barroco, actualmente sede del Museo Histórico Alemán. Si avanzamos un poco más llegamos a la Fernsehturm (Torre de la Televisión), la obra arquitectónica más alta de Alemania hasta nuestros días. Desde ella se puede disfrutar de unas espléndidas vistas sobre la ciudad e incluso más allá de Brandeburgo, lo cual supone uno de los principales atractivos turísticos en cualquier visita a Berlín. Muy cerca encontramos la Gendarmenmarkt (Plaza de los Gendarmes), conocida como la plaza más bella de Berlín.
Flanqueada por la Catedral de Berlín, la Catedral Francesa y la Ópera, ofrece un conjunto de una especial grandeza y una talla excepcional. Contrariamente, el ambiente de los Hackesche Höffe, el complejo cerrado de patios más grande de Alemania declarado monumento nacional en 1977, también en el céntrico barrio de Berlin-Mitte, no resulta tan grandilocuente, sino que aquí la atmósfera es desenfadada, relajada y distendida. En su interior hallamos una verdadera reminiscencia del Berlín antiguo, una mezcla multicolor de galerías de arte, cines, teatros y espectáculos de variedades, tascas, restaurantes y bares, pequeños y agradables comercios, así como las tiendas más importantes de las grandes firmas.
Este lugar también rezuma creatividad por doquier, una creatividad que en esta ciudad, casi veinticinco años después de la caída del Muro de Berlín, quizás sea más característica que en otras grandes ciudades. Taller-estudio de Alemania, ciudad escaparate de las nuevas tendencias artísticas, ciudad de la moda, del diseño y de la música; el dinamismo que vivió la ciudad al reunificarse fue algo único, y este espíritu sigue manteniéndose hasta la actualidad. Aquí, donde se abrieron cientos de nuevos talleres ubicados en los patios traseros de los edificios, el arte tomó literalmente las calles, las paredes de las casas y los barrios enteros.
Y, por supuesto, los restos del Muro de Berlín, que con el nombre de East Side Gallery y situados entre el puente Oberbaumbrücke y la estación Ostbahnhof, se han convertido en algo así como una enciclopedia ilustrada del arte urbano. Hoy en día, en los barrios de Kreuzberg, Prenzlauer Berg, Neukölln y Wedding residen más de 20.000 artistas que les infunden un carácter y una atmósfera determinados, convirtiendo la ciudad en referente artístico tanto para autores alternativos como consagrados.
Sumérjase plácidamente en este cosmos y despierte su imaginación dejándose seducir y entusiasmar por el ambiente. Y conozca a los berlineses, quizás el mejor motivo por el que visitar esta fantástica ciudad, además de todos los lugares de interés de esta maravillosa ciudad. Y para regresar una y otra vez.
Fuente y más info: http://www.germany.travel
Fotos: martínezld