La Romaría Vikinga de Catoira es una de las celebraciones más singulares y conocidas en Galicia. Su fama incluso trasciende las fronteras de España.
La tradición de esta fiesta profana se remonta a 1960, cuando se celebró por vez primera un acto rememorando los desembarcos en las tierras del Ulla. Fueron los miembros del Ateneo do Ullán —foro artístico y literario integrado por intelectuales de la zona— los precursores de un festejo que comenzó siendo una reunión de amigos con inquietudes culturales comunes. A partir de 1965, los trabajadores de una empresa local tomaron su lugar, y durante casi 25 años asumieron la organización y patrocinio de una romaría que, con el paso del tiempo, se iba consolidando y adquiriendo cada vez más fama. En el año 1989, dadas las dimensiones que iba adquiriendo la Romaría y la creciente inversión necesaria para dar respuesta a las expectativas que despertaba, fue el gobierno local lo que asumió la organización del evento. Este nuevo período estuvo marcado por la introducción de novedades que enriquecieron la fiesta y por su proyección a nivel autonómico, nacional e internacional. Un buen ejemplo de esto es la hermandad que se establece con Frederikssund, la villa de mayor tradición vikinga en Dinamarca.
Las embarcaciones vikingas que se utilizan en el desembarco —el drakkar «Torres de Oeste» y el «Frederikssund»— son el resultado de los contactos establecidos con los países nórdicos. El primero fue construido en 1993 después de que un grupo de expertos artesanos catoirenses viajasen a Dinamarca para estudiar los métodos vikingos de construcción de barcos de ribera y se decidiera hacer una copia del Skuldelev 5, encontrado en el fiorde de Roskilde (Dinamarca). El drakkar « Frederikssund » es una adaptación del Gokstad, un barco vikingo encontrado en Noruega, y que combina también diseños decorativos inspirados en la hermosa nave Oseberg. En 2019 se construye una nueva nave con el fin de dar respuesta a la creciente demanda de las personas que cada año desean participar en el asalto a la fortaleza, al tiempo que se de la mayor espectacularidad al evento. Esta última embarcación se llama Ardglass-Catoira, en homenaje a la asociación Ardglass Vikings, de Irlanda del Norte, con la que Catoira tiene estrechos vínculos.
Otro de los cambios que sufrió la Romaría Vikinga con el paso del tiempo fue la ampliación de su duración. Un fugaz domingo de agosto se quedaba corto para un evento de tal magnitud. Así, el programa de la Romaría, al hacerse cargo el Concello, se fue enriqueciendo con la Semana de Teatro Romaría Vikinga y otras actividades que tratan de potenciar al mismo tiempo el espíritu cultural y literario de sus fundadores. Estos esfuerzos se vieron recompensados en 1988, cuando se declara Fiesta de Interés Turístico Nacional, y posteriormente, en 2002, cuando se obtuvo la distinción de Fiesta de Interés Turístico Internacional.
La Romaría Vikinga se celebra en las Torres de Oeste, situadas en la orilla del río Ulla. Los vikingos en los siglos IX y X llegaron a Galicia con intención de saquear nuestras tierras se encontraron con la resistencia de las tropas del Castellum Honesti, que impidieron durante esa época el ascenso por el río de los ejércitos normandos y de los piratas sarracenos, hasta el punto de ser considerada esta fortaleza la «Llave y sello de Galicia». Pasaron más de mil años, y los papeles cambiaron. Ahora los catoirenses y millares de personas llegadas de todos los rincones, se acopian en torno a las Torres para darles la bienvenida a los bárbaros. La violencia, el terror y el odio se transformaron en una divertida fiesta de convivencia en la que los temibles guerreros nórdicos invaden pacíficamente el castillo, y, esta vez, la sed no es de sangre sino de vino tinto del Ulla. La música folclórica y la gastronomía son elementos fundamentales en esta Romaría. En un mercado ambientado en la época medieval se ofrecen a los visitantes los más variados productos: los mejillones y el pulpo, por supuesto, imprescindibles.
La Romaría Vikinga se celebra en la primera semana de agosto. El desembarco en las Torres de Oeste, que se dramatiza este domingo por la mañana, es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la fiesta. Se inició en el año 1968 y en él se empleaba un barco arenero “disfrazado” de drakkar vikingo. Con el fin de dotar a esta actividad de una mayor espectacularidad, el Concello de Catoira decidió construir un drakkar auténtico. Los contactos mantenidos con la ciudad de Frederikssund permitieron acceder a los planos de un auténtico drakkar, encontrado en un fiordo de Roskilde (Dinamarca) y conservado en el Museo de Barcos Vikingos de la misma localidad.
Catoira construyó en la Escuela Taller del municipio el primer barco que se convertiría en el protagonista indiscutible de la Romaría Vikinga desde 1994. El drakkar “Torres de Oeste” es una réplica del Skuldelev 5, una pequeña embarcación de guerra de finales del siglo XI, que tiene 17,5 metros de eslora y 2,5 metros de manga, con capacidad para 13 pares de remos y 6 toneladas de carga, incluida una tripulación de 30 personas. El barco alcanza una velocidad máxima de 15 nudos.
En 2008 se incorpora un nuevo drakkar, bautizado “ Frederikssund”. El Concello de Catoira construyó la nueva nave con el fin de dar respuesta a la creciente demanda de las personas que cada año desean participar en el asalto a la fortaleza, al tiempo que se da mayor espectacularidad al evento. El nuevo barco lleva el nombre del pueblo danés con el que Catoira mantiene una hermandad desde 1997. El “ Frederikssund” mezcla elementos constructivos basados en el Gokstad –encontrado en un túmulo funerario en Noruega- y diseños decorativos inspirados en la nave Oseberg. El resultado es un barco vikingo con personalidad propia de 20 metros de eslora y 2,9 de manga.
El ataque de los vikingos al recinto de las Torres de Oeste se complementa con la dramatización de la resistencia en tierra. En esta actividad participan unas 200 personas. La celebración se completa con la organización de un mercado medieval ambientado en la época, desfiles, actuaciones de grupos folclóricos, degustación de mejillones y vino de la tierra, verbenas populares, competiciones deportivas, etc.
El programa de la Romaría Vikinga incluye una amplia programación cultural que se desarrolla durante la semana previa al desembarco, y que cuenta con conciertos, exposiciones, presentaciones de libros, charlas y competiciones deportivas.
La Cena Vikinga
La Cena Vikinga se celebra la noche del sábado en una gran carpa ubicada en el recinto de las Torres de Oeste. Una animada velada en la que alrededor de 1000 personas, ataviadas con vestuario de época medieval, reviven de forma auténtica el espíritu vikingo degustando viandas típicas de la tierra.
Como preámbulo a la algarabía que caracteriza el Desembarco Vikingo, y después de la Cena Vikinga, se celebra en el recinto de las Torres de Oeste un espectáculo de luz y pirotecnia, de gran impacto visual y sentimental, que apela a la paz y la confraternidad entre pueblos. Cientos de personas portando antorchas acompañan la dramatización del conjuro de la queimada, que luego se reparte entre los asistentes en un brindis de paz y armonía entre hermanos.
Descárgate el programa Romaría Vikinga de Catoira