Belorado guarda en su interior varias joyas bélicas: la recreación más grande en Europa de una trinchera de la Primera Guerra Mundial o un tanque M-60 Patton, entre otras
La ciudad de Belorado, situada entre Burgos y Logroño, recuperó su silo de cereales, construído a finales de los años 50, instaurándolo como el primero en España restaurado y rehabilitado como museo. Dentro guarda una joya única en Europa: la recreación de una trinchera de la Primera Guerra Mundial más grande del Continente, con 619 m2, así como una colección de equipos de radiotransmisión tan amplia y singular que confiere al recinto el estatus de ser uno de los cinco museos más importantes del mundo en este campo. Un tesoro en pleno Camino de Santiago que puede albergar, en breve, hasta un tramo del Muro de Berlín.
Los amantes de la historia, de las hazañas bélicas y de la tecnología están de enhorabuena. La localidad burgalesa de Belorado, situada entre Burgos y Logroño, tiene el plan ideal para estos meses de frío y de turismo de interior gracias a su Museo Internacional de Radio Comunicación Inocencio Bocanegra, una joya arquitectónica que guarda en su interior varios tesoros que todo viajero con curiosidades debe visitar.
El primer reclamo es su parte interior, el antiguo silo de cereales de Belorado, que posee en sus dos plantas restauradas –más de 1.000 m2– la exposición más importante de España de sistemas de radiocomunicación con 450 piezas originales, en pleno funcionamiento y de un valor histórico y tecnológico indudable, cedidas por el industrial burgalés Inocencio Bocanegra. Una muestra singular y novedosa en el panorama museístico nacional que constituye uno de los cinco museos más importantes del mundo en el campo de las radiocomunicaciones.
Entre los equipos expuestos destacan algunos como el BC-610 que aparece en el documental ‘Voice of Victory’, del año 1944, la Radio Galena de la década de los años 20 del siglo pasado así como otras piezas de coleccionismo tales como un traje completo de cosmonauta soviético o visores nocturnos utilizados durante la Guerra del Golfo. Modelos de radio empleados para la comunicación espacial, científica, marítima, para espionaje, radioescucha, comercial, para vigilancia, control aéreo… y así hasta conformar una colección única.
El recinto cuenta también con el propio valor arquitectónico del primer silo de cereales rehabilitado y reutilizado en España para un espacio museístico. El edificio conserva y muestra toda la maquinaria que se utilizó en su día, creando un espacio diáfano en el que se pueden conocer los diferentes depósitos de grano, que en este caso actúan como escaparates de la exposición.
Otro de los puntos a tener en cuenta del Museo Internacional de Radio Comunicación Inocencio Bocanegra es la recreación de la trinchera de la Primera Guerra Mundial más grande de Europa con una extensión de 619 m2. ¿Y por qué esta representación? Porque este conflicto bélico global significó el momento del salto cualitativo y cuantitativo en la investigación y desarrollo de la radiocomunicación. Este espacio constituye, a su vez, la reproducción de un espacio genérico de la Primera Guerra Mundial más amplio a nivel europeo.
Realizada con la colaboración del Ministerio de Defensa, en la trinchera se pueden distinguir las dos primeras líneas de este tipo de construcciones –la de combate y la de abastecimiento- así como los sistemas de comunicación. Entre los puntos representados, se puede observar un puesto de ametralladora, bancos y escaleras, un punto de escucha, un habitáculo de mando, la reconstrucción de una mina de zapador (no visible), un hospital de campaña, habitaciones para los soldados, cocinas, un búnker subterráneo, las letrinas y el arsenal.
Por último, el museo posee un M-60 Patton, un carro de combate del ejército de guerra auténtico que, tras ser restaurado y acondicionado su acceso, se convertirá en el único tanque visitable de España. Dado que este vehículo fue usado por los aliados durante el conflicto socio-político de la caída del Muro de Berlín, la dirección del museo está acondicionando una recreación de un tramo fronterizo de la propia ciudad alemana en los albores de 1989. Para reproducir de forma fidedigna el llamado ‘Check Point Charlie’, el recinto ha solicitado a las autoridades germanas un tramo original del muro de Berlín para exponerlo junto al carro de combate. Tecnología que ha movido a la humanidad, batallas épicas, novedosos diseños arquitectónicos, momentos históricos y un solo escenario, Belorado.
Mas info: www.turismoburgos.org