El operativo de Fallas lo conforman 460 agentes y 250 voluntarios de Protección Civil. El concejal Juan Carlos Caballero explica que se vigila especialmente las fallas consideradas de riesgo
El Cuerpo Municipal de Bomberos ha movilizado a 460 agentes en el dispositivo especial de seguridad de las fiestas falleras. El grosor de esta cifra se encargará del control de la quema de los monumentos falleros. Concretamente, 380 bomberos y un centenar de vehículos vigilarán la combustión de un centenar de fallas de la ciudad consideradas de riesgo por situarse en plazas pequeñas, con arbolado, viviendas o monumentos cercanos, o contar con remates altos o complicados.
Además, por primera vez este año y tras el dramático incendio del edificio de viviendas de Campanar, los bomberos prestaron especial atención a los monumentos falleros o zonas de fuegos cercanos a edificios con fachadas ventiladas.
Al desconocer si entre sus componentes existe algún elemento que pueda ser combustible, los bomberos han determinado la necesidad de cambiar de ubicación o aumentar las distancias de los monumentos a dos comisiones falleras: en concreto en la Falla Pintor Maella-Francia-Menorca y la falla L’Horta Sud-la Costera. Además también se cambiará la ubicación de la zona de fuegos de la comisión de la Falla Escultor García Mas- Puerto de Santa María así como la de la Falla Doctor Gil y Morte-Vila Barberá.
El concejal delegado de Bomberos, Juan Carlos Caballero, ha explicado que el objetivo es eliminar cualquier riesgo que pueda haber y evitar cualquier preocupación o desasosiego a los vecinos durante la quema de los monumentos falleros.
Todos tenemos muy recientes las imágenes del incendio de Campanar y cualquier esfuerzo es poco para minimizar cualquier impacto en los edificios. Somos conscientes de que existe mayor sensibilidad entre los valencianos con este tipo de edificios por lo que desde el servicio municipal de bomberos se han atendido cualquier petición que se ha realizado por particulares o vecinos para garantizar la mayor seguridad posible durante la noche de la Cremà y minimizar cualquiera en los edificios.
A todo el despliegue de bomberos, hay que sumar a los 250 voluntarios de protección civil para una noche de la quema que dará principio a las 20 horas de la noche del día 19, con las fallas infantiles, y concluirá a las 23.30 horas, con la falla municipal.
Las 384 fallas grandes repartidas por toda la ciudad, «quemarán de manera escalonada de modo que los bomberos puedan vigilar que todos los monumentos ardan y caigan de manera correcta», ha asegurado Cavaller, quien también ha detallado que, previamente, a algunas de ésta cremas, “para evitar daños colaterales, los bomberos refrescarán con las mangueras de agua el entorno de las fallas que se encuentran en emplazamientos muy delimitados”.
«Los bomberos terminarán su trabajo cuando se haya quemado la última falla de la ciudad y darán paso a las labores de limpieza para que al día siguiente la ciudad comience el día como si no hubiera pasado nada», ha manifestado el concejal, después de recordar que el trabajo de los bomberos, respecto a las Fallas, “empezó con la revisión de las fachadas de los edificios de la plaza del Ayuntamiento y con la inspección de las carpas de las comisiones falleras de la ciudad para garantizar elementos como a accesos y salidas de emergencia”.
Un protocolo que se enmarca en el Plan de Prevención para las Fallas de 2024 que, aprobado por el Ayuntamiento, recoge todas las herramientas, recursos y planes de seguridad y emergencia para dar cobertura, entre otros actos falleros, a 21 mascletás y 12 castillos de fuegos artificiales.
