Madrid, 28 de enero de 2024. Si hay una forma de transporte urbano saludable y poco o nada contaminante esa es la bicicleta. Así lo han entendido muchos ayuntamientos que están aprovechando la inminente entrada en vigor de las zonas de bajas emisiones en las urbes de más 50.000 habitantes para reforzar su uso, bien ampliando la red de carriles bici protegidos, bien ofreciendo un servicio público de alquiler cercano y asequible. Lamentablemente, también hay excepciones, advierte la Organización de Consumidores (OCU) después de comparar las tarifas de alquiler de bicicletas en 23 capitales de provincia.
Para empezar, en Málaga y Oviedo no existe un servicio público de alquiler de bicicleta para los residentes o los visitantes que quieran moverse en bici por la ciudad. La única opción es un servicio privado, que tiene un coste de más de 2.000 euros al año para quienes hagan un uso frecuente de la bici, como sería aquel que comprende dos trayectos diarios de 20 minutos durante 5 días a la semana los 12 meses del año.
El servicio municipal de alquiler de bicicleta en otras cuatro grandes capitales no es precisamente asequible. Su coste para un uso frecuente, supera con mucho los 200 euros: 275 €/año en Madrid con Bicimad, 271 €/año en San Sebastian con DBizi, 265 €/año en Valladolid con Biki y 232 €/año en Barcelona con Bicing. Y si bien es cierto que se trata de bicis eléctricas, también lo son las que se alquilan en la capital vizcaína a través de Bilbaobici a un coste de apenas 20 €/año, es decir, hasta 13 veces inferior. Otros grandes municipios con tarifas de verdad asequibles, con costes incluso por debajo de 20 euros, son León, Burgos y Santander, en estos casos con bicis sin motor.
Otro problema habitual es la inexistencia de un seguro de responsabilidad civil que cubra los posibles daños, tanto al propio vehículo como a terceros. Por eso, antes de alquilar, OCU recomienda preguntar por la existencia del seguro y, de no haberlo, contratar uno, sobre todo si se va a coger regularmente la bici. Más raro aún es que se ofrezca un casco, una protección que la organización considera también muy recomendable.
El estudio de tarifas comprende, además, el alquiler de otros medios de transporte poco contaminantes, como el patinete y la moto eléctrica. Aunque la oferta de este tipo de transportes, habitualmente privada, es menos habitual y bastante más onerosa, casi prohibitiva para un uso frecuente: rara vez baja de los 800 €/año para el alquiler de un patinete y de los 1.400 €/año para una moto. Según OCU, su uso solo sale a cuenta para un alquiler ocasional. Y comparando precios, porque puede haber enormes diferencias según la empresa dentro de una misma ciudad: por ejemplo, el alquiler de un patinete eléctrico en Madrid varía entre 3,49 €/día con Dott y 16,50 €/día con Lime.
El caso es que no siempre es fácil comparar tarifas, advierte OCU. Para conocerlas suele ser condición necesaria descargarse primero la aplicación. Y luego hay empresas que no facturan ningún fijo y solo se cobra por los minutos contratados, bien de forma lineal (tantos minutos, tantos euros), de forma progresiva (el precio sube o baja según se prolonga el trayecto) o por bloques de tiempo; también hay tarifas planas, pero con restricciones de tiempo máximo de reserva, bonificaciones, recargos, suscripciones, etc.
Esta información ha sido elaborada por un equipo de ingenieros, economistas, abogados, estadísticos, editores y diseñadores de OCU que, en colaboración con laboratorios independientes, analizan desde 1975 los principales productos y servicios de consumo. Su trabajo se sustenta en los principios de ahorro, calidad, eficiencia y sostenibilidad, pero sobre todo en la independencia que le proporcionan sus más de 190.000 socios activos.
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