Desde su presentación en el Salón de Frankfurt, el modelo fue elogiado por su diseño innovador, comodidad, y contribuciones técnicas, consolidándose como un referente en la industria del automóvil. El Museo muestra su compromiso con la preservación del patrimonio automovilístico nacional, ilustrado por la adquisición y restauración de este Mercedes 180 por parte de la Fundación Gómez Planche y gracias a la aportación desinteresada de la Asociación Española para la Calidad.
El Museo de Historia de la Automoción de Salamanca (MHAS) da la bienvenida al nuevo año con su ciclo Pieza del Mes, dedicado a los vehículos históricos. En esta ocasión, un Mercedes Benz 180 del año 1954, una joya automovilística que marcó una época.
El vehículo expuesto en el Museo de Historia de la Automoción fue vendido en México y llegó a España en 1955, donde fue importado por Andrés García. Después de pasar por varios propietarios, fue comprado y restaurado por la Fundación Gómez Planche, en colaboración con el comité de Automoción de la Asociación Española para la Calidad.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la sociedad percibió un auge económico global y la consolidación de la industria del automóvil, marcada por el crecimiento de grandes fabricantes y el surgimiento de diseños innovadores, como parte integral de la cultura y la economía. En este contexto histórico, destaca el Mercedes-Benz 180, presentado en el Salón de Frankfurt, en septiembre de 1953.
Su diseño, con chasis de acero, centro de gravedad rebajado y un potente motor frontal, lo hizo destacar como un hito de modernidad. Conocida como Pontón, inspiró otras carrocerías como la que Pininfarina diseñó para el Peugeot 403, hasta el extremo de que Polanski en su película ‘El cuchillo en el agua’ sitúa a su pareja protagonista tan pronto en un Mercedes 180 como en un Peugeot 403.
Dicha carrocería fue compartida, con distintas dimensiones y con variaciones de detalle, con otros Mercedes, todos de superior entidad, como los 190 y 190 D (1956), 219 (1956), 220 (1954), 220 S (1956) y 220 SE (1958). Es decir, constituyó la propuesta estética de Mercedes para sus turismos durante los años 50, hasta su progresiva sustitución, desde septiembre de 1959, por los americanizados ‘colas’.
A lo largo de su existencia, el Mercedes 180 recibió elogios por su confort, bajo consumo, estabilidad y silencio de marcha. La revista ‘L’Autojournal’ lo consideró el mejor turismo del mundo en una comparativa, superando a rivales de tracción delantera y trasera, de 6 y 8 cilindros. Aunque se criticaron aspectos como la potencia del motor y la elasticidad, el Mercedes 180 destacó como un coche extremadamente confortable y bien construido.
El Mercedes 180, a pesar de ser el modelo más básico de la marca durante su existencia, dejó una huella imborrable en la historia del automóvil. La versión diésel, popular como taxi, se fabricó hasta octubre de 1962, totalizando 118.234 unidades de gasolina y 152.383 unidades diesel.