Asociaciones, empresas y entidades públicas de la provincia de León han colaborado en este programa impulsado por el Ministerio de Transición Ecológica cuyo objetivo es reconectar a los jóvenes con los territorios y favorecer el papel de la ULE en la reactivación de las zonas rurales.
Veinte estudiantes de la Universidad de León (ULE), de distintas ramas de conocimiento y grados universitarios, disfrutaron este año 2023 de una beca del Programa ‘Campus Rural’, la segunda edición de una iniciativa desarrollada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en colaboración con el Ministerio de Universidades y las Universidades Públicas Españolas, a la que se sumó la ULE a través del Vicerrectorado de Estudiantes y Empleo, y que permite que estudiantes universitarios de cualquier titulación oficial puedan llevar a cabo un ‘Erasmus Rural’ durante el periodo estival.
Todos esos jóvenes universitarios tuvieron la oportunidad de vivir una experiencia única en municipios de menos de 5000 habitantes en zonas rurales afectadas por la despoblación, a través de entidades cuyas dependencias están ubicadas en el medio rural.Un modelo de inmersión rural que ha permitido acercar talento a muchos pueblos leoneses que atraviesan una situación de vulnerabilidad territorial.
Las prácticas tuvieron una duración mínima de tres y máxima de cinco meses, retribuidas con una cuantía económica de mil euros brutos mensuales. Los estudiantes de la ULE llevaron su conocimiento, capacitación y destrezas a localidades diversas de la provincia de León como Posada de Valdeón, Carrocera, Castrillo de Cabrera, Villaherreros, Cabrillanes, Corullón, Carracedelo, Riello, Cacabelos, Valderey, Gordoncillo, Boñar, Carrizo, Cistierna, Castrotierra de Valmadrigal, Valdelugueros y San Justo de la Vega, zonas rurales donde asociaciones, empresas y entidades públicas desarrollan su actuación para el desarrollo y dinamización de estas zonas rurales.
Un vecino más de Riello durante cinco meses
Rubén Pérez González y María Mallo Robla son el ejemplo de esa inmersión rural de estos 20 universitarios. La Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna fue el destino de los cinco meses de beca que Rubén Pérez vivió en un pueblo con menos de 30 habitantes, Riello, donde conoció de forma más detallada lo que es una Reserva de la Biosfera, y la gestión de recursos en el medio rural.
“Estas prácticas me han enseñado a cumplir con los objetivos de los trabajos que me pedían, a ser responsable, a llevar mi propio horario y a gestionarme yo solo y mi propio tiempo y trabajar bajo presión”, reflexiona Rubén Pérez. Gracias a las diferentes reuniones y actividades desarrolladas durante su participación en el programa reconoce que ha aumentado “mi capacidad oratoria, critica, creativa y coordinativa, y me he sentido más capacitado para liderar confiando en mí mismo, a raíz de propuestas que he guiado, como los seminarios de la RMRBM, haciendo de moderador o bien en la actividad que desarrollé para los ‘Guardianes de la Biosfera’, y también practicando mi elocuencia con la charla en la VI Feria Internacional de Ecoturismo de Castilla y León, celebrada en Ruesga, (Palencia) en septiembre.
Para este joven que está inmerso en el Trabajo Fin de Máster sobre Estudios Avanzados en Flora y Fauna, la estancia en Riello ha sido muy gratificante porque allí se ha sentido “uno más de aquellos pueblos que cada día se ven más desiertos, donde ves más casas vacías que habitadas, y aun así se reúnen todos los días a dar el paseo o comentar quien es el ‘nuevo’”.
Equilibrio entre turismo y conservación del medio
María Mallo, estudiante de Biología de la ULE, colaboró con el Consorcio Interautonómico del Parque Nacional de Picos de Europa, desde Posada de Valdeón, y durante su Erasmus Rural participó en el servicio de uso público y guardería del Parque. “Allí estuve realizando seguimientos de plantas, insectos y anfibios para medir su estado de conservación, labores de mantenimiento de espacios (señalización y revisión de los pequeños recorridos), en el control de especies exóticas invasoras como Vespa velutina, avistamiento de fauna y censos poblacionales, y de esa tarea resalto el programa de seguimiento de mariposas que forma parte de un proyecto a nivel europeo”, explica esta joven bióloga.
Su vivencia no solo se centró en la aplicación de conocimientos académicos, sino que también profundizó en la importancia de la conservación del medio natural y la complejidad de gestionar un Parque Nacional con núcleos poblacionales. Se considera una afortunada por haber tenido la oportunidad de conocer los valores culturales y naturales del Parque Nacional de primera mano, al tiempo que reconoce que la beca le ha permitido comprobar “lo difícil que es encontrar el equilibrio entre el disfrute por parte de los visitantes a esta zona que depende casi por completo de la actividad turística y los vecinos y la conservación del espacio”.
El listado de estos ‘Erasmus Rural’ se completa con Rodrigo Arévalo, Celia Fernández, Laura Alonso, Álvaro Rodríguez, Raúl Martín, José Manuel Paniagua, Santiago Ares, Silvia Valcárcel, Álvaro Martínez, Laura Fuertes, David Díez, Gonzalo Ezequiel Fernández, Sara Dacal, Andrea Alonso, Carmen Rishuang, Lucía Delgado, Lucía Arancio y Jaime Domínguez. Estudiantes que colaboraron en el verano con entidades como Lúpulos de León, Vinícola Valmadrigal, Instituto de Estudios Cabreireses, Descendientes de J.Palacios, Bodegas Martín Codax, Cuatromil Cepas y Asociación Juvenil Sin Fronteras, además de con los ayuntamientos respectivos de las localidades donde residieron.