Las autoridades norteamericanas han denegado a la aerolínea Norwegian Air International el permiso para operar vuelos entre Europa y Estados Unidos, una decisión aplaudida por las asociaciones de pilotos a ambos lados del Atlántico, que habían denunciado que el modelo usado por la noruega de “banderas de conveniencia” distorsionaba el mercado y fomentaba la competencia desleal.
Norwegian Air International es una aerolínea creada ex profeso para operar vuelos a Estados Unidos. Para ello, obtuvo en Irlanda su certificado de operador, y las tripulaciones que trabajan en ella tienen su base en Tailandia y contrato de Singapur. Con ello, la compañía se evita los costes impositivos y laborales propios de las compañías tradicionales, compitiendo con ellas en condiciones económicas más ventajosas y forzándolas en muchos casos a adoptar modelos semejantes que merman profundamente las condiciones laborales de los trabajadores. Este modelo de “banderas de conveniencia” usado por NAI contraviene una de las cláusulas del tratado de cielos abiertos entre la UE y EEUU, según el cual las nuevas oportunidades comerciales creadas a raíz del tratado no se deben aprovechar para subvertir los estándares laborales y crear un entorno de competencia desleal.
La Asociación Europea de Pilotos (European Cockpit Association, ECA) ha dado la bienvenida a la decisión estadounidense, que “preserva los derechos de los empleados del mercado europeo y estadounidense”, según ha declarado su Presidente Nico Voorbach, y “demuestra que la liberalización socialmente responsable y la competencia leal son posibles en el mercado”. Voorbach ha recordado que las todas las aerolíneas, y especialmente las que operan en Europa o con certificado de operador europeo, deben hacerlo según las mismas reglas marcadas en una ley común y única para todo el marco de la Unión.
Sin embargo, ECA sigue preocupada porque el sistema legal europeo haya fallado a la hora de prevenir este desarrollo tan peligroso para la aviación. El modelo empresarial de NAI traería dumping social, competencia desleal y una estructura opaca que podría potencialmente afectar a la seguridad y está en las antípodas del modelo de protección social europeo. “Instamos a la Unión Europea a proponer nuevas normas para la autorización de operador a las aerolíneas, seguridad social y permisos de trabajo para tripulaciones extranjeras basadas temporal o definitivamente en Europa”.
De igual modo, ECA invita a NAI a adaptar su operación a un modelo socialmente aceptable basado en el respeto al empleo, a la seguridad social y a las leyes fiscales, y que asegure que los contratos de los pilotos de Norwegian les permiten contribuir al desarrollo de la compañía. En este sentido, la aerolínea subsidiaria Norwegian Long Haul sigue en disposición de volar a Estados Unidos usando su certificado de operador noruego, en vez del irlandés de Norwegian Air International.
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