La importancia del portillo de la lealtad radica en que las crónicas cuentan que por él entró Bellido Dolfos tras ejecutar al invasor castellano Sancho II en una brillante acción de guerra.
Tras los fastos del 951º aniversario de la liberación del Cerco y tras la pandemia, diversos colectivos vueleven a retomar este sábado el tradicional homenaje a Bellido Dolfos a las 12,30 horas en el Pórtico de la Lealtad en la Ciudad de Zamora.
Como es ya tradición en este Portillo de la Lealtad, se procederá a depositar un ramo de flores en la placa que recuerda la gesta y desconociéndose si este año tendrá lugar la lectura del tradicional manifiesto ante la escasa información sobre este evento en las redes.
El portillo de la lealtad
El portillo se sitúa entre la iglesia de San Isidoro y la Catedral de Zamora. Arquitectónicamente no es destacable, ya que simplemente se trata de una alta y estrecha puerta que se levanta sobre una quebrada, en uno de los tramos del perímetro de la muralla más irregulares.
La importancia de este Portillo de la Lealtad radica en que las crónicas cuentan que por él entró Vellido Dolfos, un noble leonés del siglo XI, siendo perseguido por el Cid. Este le perseguía por haber ejecutado al Rey invasor Sancho II de Castilla, que se encontraba al mando de las huestes que asediaban la ciudad, que mantenía su fidelidad al Reino de León.
El Portillo de la Lealtad tuvo previamente el nombre de Puerta de la Traición, que mantuvo hasta el 22 de diciembre de 2010, momento en el que se formaliza institucionalmente un acto de redenominación presidido por la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, en el que se realiza la lectura de un texto de desagravio contra Vellido Dolfos, ensalzando su figura, y descubriendo una placa oficializando el cambio.
En la actualidad es perfectamente transitable, ya que une una parte de la ciudad con otra. Se encuentra en perfecto estado de conservación y de higiene, así como de decoración, pues está rodeado de abundante vegetación que hace más romántico si cabe un lugar con tanta historia.
Este año la Ciudad de Zamora celebra el 950 aniversario del Cerco con un programa de actos de dudosa fiabilidad histórica.
El hecho cierto, fue que el pueblo zamorano, acosado durante siete meses, fue fiel a Urraca y a todo el reino leonés,
Zamora fue la única plaza que su hermano no consiguió derrotar. Su valentía como valedora de la ciudad hizo acrecentar al caballero Bellido que supo solventar el asedio aniquilando al usurpador rey Sancho.
Es lamentable que los colectivos leonesistas, ya que las Instituciones no lo hacen, no hubieran preparado un programa mas extenso de actos para conmemorar esta efemérides. Solo UPL ha confeccionado un modestísimo cártel para anunciar el evento a pesar de la importancia de este hecho histórico.
Un héroe llamado Vellido Dolfos
Vellido Dolfos (también aparece como Bellido Dolfos e incluso como Vellido Adolfo) fue un legendario noble leonés, muy conocido por aparecer en los cantares de gesta, el romancero y las crónicas medievales como el autor de la muerte del invasor rey Sancho II de Castilla el 6 de octubre de 1072. Aunque la historiografía reciente lo ha considerado un personaje legendario, está documentado en 1057 un «Vellit Adulfiz» que podría ser el noble conocido en la leyenda como Bellido Adolfo o Dolfos.
Según la tradición, don Sancho, que no aceptó el reparto testamentario de las posesiones que había hecho sus padres, Fernando I y Sancha, tenía sitiada la ciudad de Zamora, que le había correspondido en herencia a su hermana, la infanta Doña Urraca. Vellido Dolfos salió de Zamora hacia el campamento castellano y concertó una entrevista a solas con Sancho, con la excusa de que iba a desertar del bando de Doña Urraca y le mostraría una puerta de acceso a la ciudad. En un descuido y de forma alevosa, Dolfos atravesó «las espaldas» de Sancho con el venablo dorado del propio monarca.