Estos nogales centenarios son árboles monumentales, una parte de la historia que vive, un símbolo del presente y pasado vinculados a todos los habitantes de
Sanabria. Todo el que hace memoria de la muralla del Mariquillo, sin duda, dibuja la silueta de estos árboles que son testigos vivos de tradiciones populares y de muchas historias personales. Hace años cantaba bajo ellos el cantautor Amancio Prada y no hace mucho nos decía que cada vez que pasaba por Puebla recordaba los nogales de la muralla.
El patrimonio es un conjunto determinado de bienes culturales, naturales e intangibles que forman parte de prácticas sociales, a los que se les atribuyen valores a ser transmitidos de una época a otra, o de una generación a las siguientes. Es deber de los poderes públicos velar por el patrimonio de la zona que gobiernan y de un firme compromiso de mantener la coexistencia de todas sin menospreciar ninguna de ella. La flora, la fauna y los espacios naturales que constituyen su hábitat merecen una sensibilidad especial.
El patrimonio natural tiene un gran valor para la biodiversidad pero también como aspecto integrante del paisaje. La protección del patrimonio arbóreo es un deber ineludible porque además de presentar unas características botánicas singulares, representan un valor excepcional para la memoria histórica de la comunidad donde se ubican. No sería aceptable que razones exclusivamente económicas sean las que se tomen y se sacrifiquen seres vivos autóctonos que conviven en armonía con la población.
Asimismo, en un contexto de cambio climático, donde los árboles fijan carbono, refrescan el ambiente y nos generan sombra deberíamos seguir el camino de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 que apuestan por conservar y aprovechar el patrimonio natural, además de escuchar al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que nos aconsejan renaturalizar nuestros espacios urbanizados, como es la muralla del Mariquillo. Del mismo modo, la corta de estos árboles emblemáticos puede ser entendida como un mal ejemplo para las nuevas generaciones cuando en el sistema educativo oficial se le están enviado mensajes de conservación contrarios a cortar árboles.