Así, en Baza se celebra el 6 de septiembre y, en la ciudad de Guadix el 9 de septiembre. Se trata de una Fiesta de Interés Turístico Internacional. Con el disparo de un cohete y el redoble de un tambor comienza esta tradicional y antiquísima fiesta del “Cascamorras”, que en su origen se remonta hasta mediados del siglo XV.
Fotografía: Patronato de Turismo de Granada
No es una novedad, pero el bueno del Cascamorras —el personaje que representa la leyenda del cantero del siglo XIV Juan Pedernal (¡qué nombre más maravilloso para una novela de García Márquez!)— intentará una vez más sin éxito entre el 6 y el 9 de septiembre apropiarse en Baza de una talla de la Virgen de la Piedad y llevarla a Guadix. ¡Apuntadlo con letras de oro en la agenda festiva de septiembre!
Su legendario fracaso (¡al final vuelve con las manos vacías!) es una de las actividades festivas más coloridas y cargadas de humor y de interés antropológico de la comarca. Este año, además, la fiesta cuenta con el aliciente añadido del debut como Cascamorras de David Marcos que, para conseguir el honrosísimo título, ha debido esperar un largo turno, superar un meritoriaje de seis años e incluso jurar bandera, no una al uso sino la bandera cascamorrista, cosida con retales de colores fuertes que recuerda los decorados corales y carnavalescos de la Comedia dell´arte italiana. No otra cosa es esta fiesta septembrina: pura diversión de carreras y pintura que además bebe de una honda tradición.
Aunque desde fuera el hostigamiento del Cascamorras en Baza y Guadix parezca a los no iniciados una persecución tumultuaria en la que un tipo disfrazado de bufón huye como puede de una marabunta de perseguidores, la carrera requiere mucha técnica y conocimiento del medio e incluso psicología, porque no es lo mismo escapar de Guadix que de Baza, ser embreado en un pueblo que en otro, hacer felices a los bastetanos que a los accitanos. «Lo vivimos con mucha ilusión, con mucha alegría y llevar tantos años corriendo en Baza y en Guadix hacen que ya tenga pensado cómo quiero hacer muchas cosas», declaró el nuevo Cascamorras sin esconder el aliento olímpico que impregna la fiesta.
Fotografía: Patronato de Turismo de Granada
La representación comienza a las doce de la noche del 5 de septiembre, con la salida del Cascamorras de Guadix con el encargo de llegar a Baza, recuperar la imagen y devolverla a Guadix. Pero ojo: una norma dicta que si el Cascamorras llega limpio e impoluto a Baza tendrá derecho a recuperar la imagen y llevársela de regreso. El día seis a media tarde, tras un cohete y con un redoble, comienza la carrera en Baza, donde los paisanos de la Virgen tratan de pintar, embrear y emplumar al pobre Cascamorras. La carrera se repite en sentido contrario el día 9 pero con el mismo infortunio. Cuando en Guadix comprueban que regresa sin la imagen, se repiten la carreras y las pinturas para gozo de la multitud. La persecución del Cascamorras fue declarada fiesta de interés turístico internacional. Ahí es nada.
