El Consistorio contribuirá con 2,2 millones de euros y rubricará la modificación del convenio firmado en 2021 con la Junta y la Diputación. El coste se incrementa un 25%
El Ayuntamiento de Zamora incrementará en 442.000 euros su aportación al nuevo Museo de Semana Santa, con una partida global de 2.231.000 euros para las anualidades 2024-2025, una vez que la Comisión Hacienda dictamine este viernes sobre la propuesta de modificación del convenio firmado en 2021 con la Junta de Castilla y León, la Diputación y la Junta Pro Semana Santa para la construcción de un nuevo edificio para albergar los pasos de la Pasión zamorana.
Esta modificación se justifica por el incremento de costes de la obra inicial, que se calcula en un 25%, tras la rescisión del contrato con la primera empresa adjudicataria y la necesidad de reiniciar el proceso de adjudicación. La Junta, la Diputación y el Ayuntamiento asumirán esta subida ante el alza de los costes vinculados con la ejecución del contrato, cuyo presupuesto ha pasado de los 7,8 millones a superar los 10 millones de euros.
La modificación del acuerdo que será rubricado por las tres administraciones recoge el compromiso del Consistorio zamorano de aportar algo más de 2,2 millones de euros para las anualidades 2024 y 2025, una partida que se incrementa en 442.000 euros desde la firma del primer convenio el pasado 31 de diciembre de 2021. Ante la necesidad de replantear la financiación de unas obras que podrían reiniciarse en febrero de 2024, el Ayuntamiento ha incluido en el orden del día de la Comisión de Hacienda la propuesta de modificar el convenio inicial con el fin de ampliar la partida presupuestaria destinada al nuevo Museo de Semana Santa.
Cabe recordar que los trabajos de construcción del Museo llevan paralizados desde abril, fecha en la que apareció una atarjea de la época de Segundo Viloria en el solar, un hallazgo que llevó al contratista a solicitar a la Junta a detener las obras, una petición que le fue denegada. En junio, la concesionaria presentó una solicitud formal de rescisión del contrato al no poder asumir el alza de costes de las obras, una demanda que la Junta de Castilla y León aceptó para evitar litigios y seguir sumando retrasos a un Museo que ya no estará listo en 2025 y que, se prevé, abra sus puertas en la Semana Santa de 2026.