La variante de Pajares salva el paso bajo la Cordillera Cantábrica y el importante desnivel que existe entre la provincia de León y Asturias.
Realizadas en horario nocturno (de 00:00 h a 05:00 h) para reducir la afectación a las circulaciones comerciales, Adif ha iniciado una nueva fase de pruebas en la Variante de Pajares, las de fiabilidad. Estas pruebas se realizan con trenes S-130, S-730 o S-121, que completarán cada día 4 recorridos entre Ujo/Pola de Lena y León, además de otros recorridos parciales por la línea 130. En total se prevén realizar unos 3.000 km de recorridos.
Los sistemas de seguridad y protección del tren han sido previamente validados para alcanzar en esta fase una velocidad máxima de 200 km/h, aunque la Variante de Pajares está diseñada para velocidades máximas de 275 km/h.
Las pruebas de fiabilidad suceden a otras muchas superadas en Pajares, desde las auscultaciones geométrica y dinámica de vía y catenaria a 200 km/h , incluyendo las zonas de enlace con la línea en explotación; verificación e integración de sistemas; pruebas de carga estáticas y dinámicas con tren; pruebas de ERTMS; auscultaciones de los enlaces y de vía y catenaria en los tramos más próximos a los enlaces; pruebas a velocidad máxima con diferentes trenes, etc.; y anteceden, tras su correspondiente informe de fiabilidad, a la fase de simulacros de evacuación y la formación de maquinistas. Superadas todas ellas, se trasladará la documentación a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria para su valoración y la autorización de la puesta en explotación.
Variante de Pajares
La variante de Pajares salva el paso bajo la Cordillera Cantábrica y el importante desnivel que existe entre la provincia de León y Asturias. Con una inversión de 4.000 millones de euros, representa un reto sin precedentes de ingeniería y construcción: el 80% de su trazado -50 km, entre La Robla y Pola de Lena- transcurren en túnel.
El proyecto presenta una enorme complejidad técnica, tanto en la fase de obra como en las etapas previas de estudios y proyectos, por las características geotécnicas del macizo que atraviesa -hasta 40 formaciones geológicas diferentes- y por la necesidad de aunar los parámetros de alta velocidad y los del tráfico de mercancías en una misma línea -tráfico mixto-, lo que convierte a la Variante de Pajares en la obra ferroviaria más compleja desarrollada en España.
En su ejecución han llegado a participar de forma simultánea hasta 4.000 trabajadores -en las fases actuales están involucrados unos 400 profesionales- y se han empleado cinco tuneladoras para excavación en roca, 4 de ellas de tipología simple escudo y una de doble escudo.
La entrada en servicio de la Variante de Pajares representa un salto de seguridad sin precedentes en la red ferroviaria española: la rampa de Pajares actual, una infraestructura del siglo XIX en vía única, dará paso a un trazado de doble vía 37 km más corto, de menor pendiente y con menor altura geográfica y, por tanto, menos expuesto a las inclemencias invernales; está dotada de ERTMS nivel 2, el sistema de protección de tren más avanzado con supervisión continua; equipada con línea aérea de contacto a 25 kV y una doble línea de alta tensión a 20 kV para la alimentación de instalaciones de seguridad independiente de la catenaria; cuenta con túneles con tipología bitubo en los más largos para facilitar la evacuación en caso de emergencia y dispone de los más avanzados sistemas de protección civil, entre los que destacan más de 200 ventiladores de chorro instalados para el control de humos en caso de fuego; junto a sus ventajas en materia de seguridad, la nueva línea será la más versátil de España, puesto que podrá ser utilizada por trenes de mercancías y trenes de alta velocidad, rodando en cualquiera de los dos anchos, estándar e ibérico.