El Mihacale, inaugurado el 9 de agosto de 2014 es sede de la Antigua Fábrica de Harinas ‘Marina Luz’ que estuvo en funcionamiento desde 1936 hasta 1965.
Para celebrarlo tendrá lugar una jornada de puertas abiertas en la que se podrá visitar el Museo de la Industria Harinera de forma gratuita en horario de 11 a 14h. y de 17 a 20h.
El Mihacale, inaugurado el 9 de agosto de 2014 es sede de la Antigua Fábrica de Harinas ‘Marina Luz’ que estuvo en funcionamiento desde 1936 hasta 1965. Gracias a la adquisición de los terrenos y edificios de la sociedad Harino-Panera por parte del Ayuntamiento para proteger su patrimonio y evitar su deterioro, hoy podemos visitar esta industria local, propia de los años centrales del pasado siglo XX, en los entornos cerealistas del sur leonés.
Junto a las instalaciones y la maquinaria de la Antigua Fábrica, el visitante podrá disfrutar de la exposición temporal ‘Antonio Gamoneda. Muestra y entorno de una vida comprometida con el arte’ que, con motivo del Premio Semilla de Oro, concedido el pasado 4 de junio al poeta, el Instituto Leones de Cultura en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad han organizado en el edificio de La Panera de este complejo cultural.
La muestra, comisariada por Luis García, director de Exposiciones del ILC, recoge en torno a setenta piezas de arte y artesanía de la colección particular de Antonio Gamoneda. Una oportunidad única para acercarnos, a través de las obras expuestas, a la sensibilidad de este poeta y su estrecha relación con el mundo del arte.
En palabras de Gamoneda, esta exposición constituye ‘la presentación de la que es mi colección de piezas artísticas y artesanales, colección que se corresponde con más de cincuenta años de aproximación crítica a las artes visuales y a las artesanías con valor antropológico y estético’.
Al atardecer, y para finalizar el día, el Mihacale nos invita a asistir a la pieza de danza y circo ARRÒS, de los artistas Anna Mateu y Miguel Barreto. Un trabajo inspirado en la siembra y la recolección, que se desarrolla con los lenguajes entrelazados de la danza y el circo evocando con fisicalidad y coreografías la relación con la tierra de los trabajos del campo.
‘Queremos movernos y bailar con los pies entre cantos rodados; labrar, sudar y nutrir la tierra con las gotas resbalando por nuestra frente. Queremos que nuestra danza sea un acto por la naturaleza’, comentan estos dos artistas procedentes de Valencia.