Una custodia de Sigüeya protagoniza la «pieza del mes» de agosto del museo de los Caminos de Astorga

La pieza es una custodia portátil de tipo sol, que muestra la estructura del tipo común en el siglo XVII y XVIII, con ástil de balaustre y viril de sol radiante para la colocación de la Sagrada Forma.

Tiene pie tetralobulado sobre zócalo liso, dos cuerpos decorados con gallones y un escalón que los separa. El nudo ajarronado y ricamente decorado con motivos vegetales, se asienta sobre una base con cuatro querubines alados. Hasta unirse con el viril se suceden cuerpos decorados y lisos.

El ostensorio presenta el viril decorado con doce rayos de notable anchura, decreciente en su base, que se unen entre sí con un fino calado formado por ces , estrellas y flores, enriquecido con treinta y siete piedras blancas y verdes. Se apoya en un gollete sobre el que descansa un querubín.

La parte superior se remata con una cruz, decorada con motivos vegetales, rayos en el cuadrón central y una piedra.

Las custodias u ostensorios son piezas de función eucarística que tienen su origen en la institución de la fiesta llamada del Corpus a mediados del siglo XIII, aunque es desde el siglo XV cuando se adopta la forma de torrecilla o templete, de traza gótica hasta el siglo XVI y como templete romano en el Renacimiento. Ya en el siglo XVII se desarrolla plenamente el de tipo sol como el ejemplar de Sigüeya que custodia el Museo de los Caminos.