Recuperará un solar sin uso de 7.677 metros cuadrados entre las calles Hermanas Fidalgo Morales, González Bustillo y Babia, donde se plantarán 118 árboles y 1.736 arbustos, además de pavimentar mediante suelos permeables y crear una balsa de agua estacionaria.
La concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Salamanca, Miryam Rodríguez, ha presentado ayer la primera ‘Isla de biodiversidad’ de la ciudad incluida en el proyecto LIFE Vía de la Plata, dentro de la Estrategia de Infraestructura Verde, Savia, para hacer de Salamanca una ciudad aún más saludable y con una mayor calidad de vida.
Con un presupuesto base de licitación de 140.838,85 euros y un plazo de ejecución de dos meses, esta actuación contempla la recuperación natural de 7.677 metros cuadrados entre las calles Hermanas Fidalgo Morales, González Bustillo y Babia, junto al Instituto de Educación Secundaria (IES) Federico García Bernalt.
Las islas de biodiversidad son espacios naturalizados constituidos por especies autóctonas para facilitar el incremento de la biodiversidad y su conectividad, con el fin de estructurar, fortalecer y estabilizar la infraestructura verde de una localidad. Así, aparte de dar funcionalidad a solares sin uso, bien como hábitat temporal, bien como hábitat permanente, adaptan los jardines y espacios verdes a un modelo ajustado a la realidad meteorológica actual y climática a medio plazo. “Es como un museo vegetal, un nuevo concepto de jardín, el parque del futuro. No es el típico parque al uso, sino más bien una isla ecológica con una serie de singularidades”, puntualizó Miryam Rodríguez.
La importancia de estos laboratorios naturales de biodiversidad radica en que funcionan como indicadores de la calidad ambiental al constituirse con especies clave en función de los parámetros sobre los que se desee realizar un seguimiento continuado. Al mismo tiempo, contribuyen de manera eficaz a disminuir el efecto de ‘isla de calor’ en entornos urbanos.
Como explicó la concejala de Medio Ambiente, el objetivo principal de esta actuación es integrar la mejora de la biodiversidad urbana a través de la recuperación y conservación de los servicios de los ecosistemas, cohesionando barrios mediante la infraestructura verde. Para ello, se introducirá nueva vegetación, se pavimentará mediante suelos permeables y se creará una balsa de agua estacional en el punto más bajo, donde antiguamente había presencia de agua, lo que permitirá un incremento en los acuíferos naturales.
El proyecto incluye la plantación de 118 árboles y 1.736 ejemplares de arbustivas de 13 especies autóctonas y de bajos recursos hídricos, adaptadas al clima de la ciudad y con múltiples beneficios para la salud urbana. En concreto, se plantarán árboles como aligustre, aliso, almendro, almez, castaño, ciruelo, durillo, higuera, membrillo, roble y serbal; y arbustos como brecina, cantueso, endrino, escaramujo, siempreviva, jara, lavanda, majuelo, olivilla, romero postrero, salvia, salvia granadina y vid.
También se procederá a la recuperación de pozos urbanos y a la creación de espacios que sirvan de refugio a la fauna tanto en elementos naturales (vegetación y suelo, muretes secos) como en apoyo (comederos, nidos, etcétera).
A mayores, atendiendo una petición ciudadana de los vecinos de los barrios Blanco y Pizarrales, se mejorará la vegetación en de 3.486 metros cuadrados entre las calles González Bustillo y Félix de Montemar, junto al depósito de aguas de Los Cañones, donde se plantarán 148 árboles (almendros y membrillos) y 33 arbustos (endrino, escaramujo y majuelo).
Para dar a conocer todos estos beneficios para los ciudadanos, se instalará una señalética como la empleada en otros tramos del proyecto LIFE Vía de la Plata y en los itinerarios medioambientales y culturales de la EDUSI TORMES+, con accesibilidad cognitiva y sensorial, de manera que se mantiene la uniformidad informativa.