La Comisión ha pedido oficialmente a Austria, Bulgaria, Chequia, Chipre, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal, Rumanía y el Reino Unido que mejoren sus bloques funcionales de espacio aéreo (FAB) respectivos, que conforman un espacio aéreo común estructurado en torno a los flujos de tráfico, y no en torno a las fronteras nacionales. Los FAB constituyen una etapa crucial hacia un sistema de aviación más eficiente, más barato y menos contaminante en Europa.
Siim Kallas, vicepresidente de la Comisión responsable de Transportes, ha declarado: «Ya es hora de que acabemos con las fronteras nacionales en el espacio aéreo europeo. Los FAB son un componente necesario y fundamental del Cielo Único Europeo. Por el momento, estos espacios aéreos comunes solo existen sobre el papel; se han creado formalmente, pero todavía no están funcionando. Insto a los Estados miembros a que se muestren más ambiciosos y a que impulsen la implantación del Cielo Único».
De conformidad con el Reglamento (CE) nº 550/2004, todos los Estados miembros de la UE deberían haber establecido sus FAB el 4 de diciembre de 2012 a más tardar. El FAB entre Italia, Grecia, Chipre y Malta (BLUEMED FAB) todavía está en fase de establecimiento formal, mientras que los acuerdos interestatales por los que se establecen el FAB entre Austria, Chequia, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría y Croacia (FABCE), el FAB entre Bulgaria y Rumanía (DANUBE FAB), el FAB entre Lituania y Polonia (BALTIC FAB), el FAB entre España y Portugal (SOUTHWEST FAB) y el FAB entre el Reino Unido e Irlanda ya han entrado en vigor.
Los avances reales en la reorganización del espacio aéreo de estos FAB y en la eficacia de sus servicios de navegación aérea han sido lentos, lo que significa más retrasos, mayor consumo de combustible y, por tanto, más emisiones de gases de efecto invernadero, así como mayores cargas económicas para las compañías aéreas. La Comisión, por medio de las cartas de emplazamiento que ha emitido hoy, pide a los Estados miembros que tomen medidas para optimizar la implantación de los FAB y los servicios de navegación aérea.
Por otro lado, el estancamiento de los FAB está retrasando la plena implantación del Cielo Único Europeo de la UE, lo que, a su vez, genera ineficiencia en todo el sistema de gestión del tráfico aéreo europeo, aumentando los costes totales de la navegación aérea y las cargas impuestas en Europa entre un 30 y un 40 %. Esto representa una pérdida de unos 5 000 millones de euros al año. Además, afecta negativamente a las mejoras previstas en el Cielo Único Europeo en materia de seguridad.
Con arreglo a la legislación sobre el Cielo Único Europeo, las organizaciones nacionales de control del tráfico aéreo deberían trabajar conjuntamente en nueve bloques regionales de espacio aéreo (bloques funcionales de espacio aéreo o FAB) para aumentar la eficiencia, rebajar los costes y reducir las emisiones. El establecimiento de estos bloques de espacio aéreo común se estructura en torno a los flujos de tráfico, y no en torno a las fronteras nacionales, lo que permite mejorar el rendimiento.
El sistema de FAB es una pieza clave en la construcción de un espacio aéreo único, que reduce la fragmentación de la gestión del tráfico aéreo a lo largo de las fronteras nacionales. La creación de un sistema de FAB adecuado reportará los beneficios siguientes:
· aumento de los niveles de seguridad: al permitir que los aviones vuelen sin tener en cuenta el cruce de fronteras, los FAB acabarán con el riesgo de interferencias y con las incoherencias entre los diversos procedimientos nacionales de seguridad;
· reducción de los costes y del consumo de combustible: al permitir que los aviones sigan trayectorias más directas a altitudes más adecuadas, es de esperar que los FAB ahorren combustible y disminuyan los retrasos; ello, a su vez, mejorará el servicio prestado a los pasajeros, reportará beneficios para el medio ambiente, tanto en términos de ruido como de emisiones, y reducirá el coste de los vuelos en varios miles de millones de euros anuales.
Estos beneficios ponen de manifiesto que los FAB son absolutamente esenciales para el éxito del Cielo Único Europeo de la UE y un componente importante del mercado único, que permite a los ciudadanos viajar, vivir y trabajar libremente en cualquier lugar de la UE.
El artículo 9 bis del Reglamento (CE) nº 550/2004 obligaba a todos los Estados miembros de la UE a garantizar el pleno establecimiento de FAB, a tenor de la definición del artículo 2, apartado 25, del Reglamento (CE) nº 549/2004, a más tardar el 4 de diciembre de 2012, a facilitar el uso óptimo del espacio aéreo en cuanto a capacidad y eficiencia de los vuelos y a prestar unos servicios de navegación aérea optimizados en toda la UE.