Al sur de la ciudad de Türkiye, en el mar de Mármara, este archipiélago ofrece un paisaje impresionante y una agradable brisa con aromas florales. Las islas brindan experiencias únicas a través de playas asombrosas, calles singulares, sabores locales y arquitectura.
Las Islas de los Príncipes son un entorno ideal para quienes deseen experimentar tanto la tranquilidad de la vida isleña como el brillo de Istanbul. En ocasiones, lugar de aislamiento en la naturaleza y a la sombra de sus mansiones y, en otras, lugar de escape para fines de semana lejos del ajetreo diario, estas islas son uno de los destinos que brindan tranquilidad a cada uno de sus visitantes. Entre los inmensos azules del mar de Mármara, donde el verde y el azul se enlazan, la ligera brisa lleva el aroma de las mimosas, con sus mansiones históricas, algunas de las cuales han acogido a los escritores más famosos de Türkiye, las Islas de los Príncipes son un viaje en sí mismo.
Están compuestas por nueve islas: Büyükada, Heybeliada, Kınalıada, Burgazada, isla Sedef, Yassıada, Sivriada, isla Kaşık e isla Tavşan. Solo se puede llegar fácilmente a Büyükada, Heybeliada, Kınalıada, Burgazada y la isla Sedef, mediante servicios diarios de ferry desde los lados europeo y asiático de Istanbul. La característica que hace más atractivas a las islas es que sus calles están cerradas al tráfico.
A un paso de Istanbul
Cuenta la leyenda que las Islas de los Príncipes recibieron su nombre por ser el lugar donde se exiliaron príncipes, emperadores y emperatrices durante el Imperio Romano de Oriente. A lo largo de la historia, las islas han servido de ermita para clérigos y destino de veraneo para monarcas.
También, famosos autores turcos y conocidos líderes políticos mundiales han residido en las islas.
Hoy en día se han convertido en un refugio para los habitantes de Istanbul durante la primavera y el verano, con mansiones históricas transformadas en casas de veraneo, perfectas para una escapada con bahías donde los visitantes pueden nadar, refrescarse, pasear en bicicleta, dar largos paseos y relacionarse con los pescadores.
Aunque el archipiélago tiene cuatro estaciones bien diferenciadas, la mejor época es la primavera y el verano.
El ambiente revitalizante de las islas, sobre todo en la época floral cuando el sol empieza a salir, cautiva a los visitantes con su seductor aroma a flores, árboles, tierra y mar, en una cálida tarde.
Principalmente cuando los visitantes se sientan en un conocido restaurante de pescado (taberna) en una cálida tarde. Su velada será espectacular gracias al pescado fresco, una amplia selección de mezes (aperitivos) turcos, ensaladas y rakı turco o vinos de la zona.
La isla más grande
La mayor de las islas de los Príncipes es Büyükada, que en turco significa «isla grande». En primavera y verano, sus visitantes disfrutan paseando por las calles repletas de buganvillas, lavanda y mimosas, recorriendo la isla en bicicleta y haciendo picnics en sus bosques.
A su llegada, los turistas son recibidos por la famosa torre del reloj, que se encuentra cerca del muelle. Otras de las atracciones imprescindibles de Büyükada son el monasterio de Aya Yorgi y el Yüce Tepe. El monasterio es una de las estructuras donde se podrá sumergir en la historia y el ambiente espiritual característicos de Büyükada. La iglesia, una estructura fundamental para los creyentes ortodoxos, donde en la actualidad, tanto locales como foráneos, hacen votos dentro y fuera de la capilla para cumplir sus deseos.
Edificios históricos imprescindibles
Heybeliada (del turco “Isla con Alforja”) recibe su nombre por su forma parecida a la alforja, es la segunda isla más grande del archipiélago de los Príncipes. Concretamente, esta ínsula alberga muchas estructuras históricas: el Monasterio del Acantilado de Aya Yorgi, la Sinagoga de Bet Yaakov o la Iglesia de Aya Nikola, situada junto a un acantilado. La Escuela Seminario que se abrió para formar al clero, es uno de los lugares de visita obligada en la isla, y,en la actualidad, acoge importantes festivales y eventos. Para conocer la naturaleza de la isla, se puede visitar el Parque Natural Değirmenburnu en bicicleta o a pie.
Santuario del famoso narrador Sait Faik
En la tercera isla más grande, Burgazada, se encuentran varias estructuras históricas, grandes mansiones y una impresionante belleza natural perfecta para visitar a lo largo de la primavera. Además, es el lugar de veraneo para muchos de los habitantes de Istanbul debido a sus distintivas playas.
El monasterio de Aya Yorgi Garibi, la iglesia de Aya Yani o el museo de Sait Faik son algunas de las atracciones imprescindibles de Burgazada. La primera de ellas domina la vista desde el barco que se aproxima y destaca por sus paredes pintadas de azul y blanco y su campana. El Museo Sait Faik se encuentra en la antigua casa del célebre poeta y narrador turco del que recibe su nombre, que vivió algún tiempo en la isla. Se puede pasear por Kalpazankaya, que está en el lado izquierdo de la isla, y hacer fotos impresionantes desde la única colina de Bayrak, donde contemplar el esplendor natural de la isla de Burgaz.
Una isla roja
Es la isla más cercana a Istanbul, por lo que Kınalıada es una excelente opción para una escapada rápida y tranquila. Tiene una superficie pequeña en comparación con las islas vecinas. Es fácil desplazarse, incluso desde el punto más alejado es media hora, y aquí conviven personas de diversas culturas. El monasterio de Hristos o la iglesia de Surp Krikor Lusavoriç, que destaca por su talla en piedra, son dos estructuras antiguas de Kınalıada.