El Castillo de Vilar Maior (Portugal)

Desde la altiplanicie donde se encuentra el castillo podrá fácilmente divisar otra fortaleza, que antaño protegía la ciudad más alta del país: Guarda.

Está situado en la cabeza de una meseta, en una posición dominante sobre el valle del río Cesarão y la población, donde es posible ver el castillo de Guarda.

Aunque los restos arqueológicos acreditan su ocupación desde la Edad del Bronce, el desarrollo de la población tuvo lugar a fines del siglo XII, con la repoblación de la región de Riba-Coa por la corona leonesa, siendo Alfonso IX de León quien le otorgó su primera carta puebla

Su construcción (o reconstrucción) es el resultado de la expansión del reino de León, tras la reconquista cristiana de la Península Ibérica. La adquisición definitiva para Portugal sólo fue confirmada por el Tratado de Alcañices (1297), a partir del cual D. Dinis trató de consolidar las fronteras de la región con la reconstrucción de varios castillos, entre ellos el de Vilar Maior. Más tarde, con la Guerra Peninsular, el pueblo y el castillo fueron saqueados e incendiados.

A finales del siglo XIII, Vilar Maior formó parte de las posesiones del infante Pedro de Castilla,​ que era hijo de Alfonso X de Castilla y de León y de la reina Violante de Aragón. El infante Pedro de Castilla también fue señor de Ledesma, Cabra,​ Alba de Tormes, Montemayor del Río, Salvatierra y Granadilla,  y también poseía toda la ribera del Río Coa y las villas de Castelo Rodrigo,​ Sabugal y Alfayates, que actualmente se encuentran en territorio portugués.

Y a la muerte del infante Pedro, que falleció en Ledesma en octubre de 1283, la mayoría de sus señoríos, incluyendo el de Vilar Maior, fueron heredados por su único hijo legítimo, Sancho de Castilla el de la Paz. Sin embargo, en 1297, con la firma del Tratado de Alcañices entre la Corona de Castilla y de León y el Reino de Portugal, quedó establecido que las villas y fortalezas de Vilar Maior, Castelo Melhor, Castelo Rodrigo, Sabugal, Alfayates, Castelo Bom, Almeida,​ y Monforte de Rio Livre pertenecerían en lo sucesivo al reino de Portugal

Este castillo medieval es de planta ovalada irregular, con una monumental torre de homenaje de planta cuadrada, adosada a la muralla del recinto fortificado, y con cisterna de planta circular, muros rasgados por aspilleras, siendo atravesada la parte superior de los muros por un adarve.

En el momento de su renovación en 1510, el castillo poseía un doble cinturón amurallado. Es fácil observar que esta es una típica fortaleza de montaña románico-gótica, de trazo oval irregular y torre de homenaje de planta cuadrada.

Actualmente el castillo está en ruinas, quedando la torre de homenaje y vestigios de la valla del pueblo como el inicio del arco de una de las puertas. En los alrededores se encuentran las ruinas de la iglesia de Santiago, de construcción románica.