Clunia constituye un enclave arqueológico de excepcional interés en el conjunto de la península ibérica.
La Colonia Clunia Sulpicia era una ciudad romana situada entre las localidades de Coruña del Conde y Peñalba de Castro, en el sur de la provincia de Burgos (España). Se trató de una de las ciudades más importantes de la mitad norte de Hispania y fue la capital de un convento jurídico de la provincia Hispania Citerior Tarraconensis, el denominado Conventus Cluniensis. Clunia es un topónimo de origen arévaco.
La ciudad de Clunia se fundó en un cerro a poca distancia de un asentamiento celtíbero denominado Cluniaco o Kolounioukou, perteneciente a los arévacos, una tribu prerromana que pertenecía a la familia de los celtíberos.
En Clunia, el político y militar romano Quinto Sertorio resistió durante 20 años a Pompeyo, quien destruyó lo que existía de la ciudad en el año 72 a. C.
Clunia constituye un enclave arqueológico de excepcional interés en el conjunto de la península ibérica. Este interés viene determinado por su morfología urbana y por la secuencia cultural de los hallazgos que proporciona. Además, sus ruinas son de las más representativas de todas las que se han hallado de época romana en el Norte de la península ibérica.
Las excavaciones arqueológicas en el yacimiento comenzaron en 1915. Los trabajos se reanudaron en 1931 y 1958, y sacaron a la luz el pasado glorioso de una de las ciudades principales de Hispania cuya extensión —a juzgar por los trabajos de excavación arqueológica— rondaba las 120 hectáreas, por lo que se considera que fue una de las ciudades de mayor tamaño de toda la Hispania romana. Las excavaciones permitieron descubrir —tras siglos de ocultamiento— un teatro excavado en la roca, varias domus con mosaicos, calles, restos de las edificaciones del foro y una gran cloaca, así como importantes hallazgos escultóricos, como una efigie de Isis y un torso de Dioniso, que se conservan en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid y en el de Burgos, además de una gran cantidad de monedas, restos epigráficos, cerámica romana como la terra sigillata, vidrios, objetos de bronce, etc.