Ya tienen en marcha la traducción de un libro a la variante alistana.
Presentó el acto Luis Manuel Esteban, directivo de la Casa de León quien definió a Roberto González-Quevedo González como el leones, mas relevante, en la actualidad en el estudio y creación literaria en nuestra lengua propia, que atesora importantes premios en nuestra lengua y con una variada y fructífera obra publicada tanto en poesía, como filología, narrativa, antropología, o filosofía, llegando en la actualidad a escribir semanalmente la contraportada, en leones, en un diario de la capital, todo un avance en el reconocimiento de nuestra lengua.
Intervino como invitada Cristina Manías, zamorana de Aliste y secretaria de Ciudadanos de la Región leonesa, quien trató de como en Zamora está creciendo el interés por la lengua leonesa, a traves de la asociación Furmientu que publica todos los domingos un artículo sobre el tema. También que CCRL y Nós Terra Maire organizaron la presentación de la novela de Roberto en Zamora. En Sanabria ya se ha publicado una gramática de leonés en su variante sanabresa y en Aliste han formado un equipo de trabajo de 9 personas de diferentes pueblos para crear reglas gramaticales de leonés en su variante alistana, y cuya intención es revalorizar a ojos de los alistanos nuestra lengua tradicional.
Ya tienen en marcha la traducción de un libro a la variante alistana.
Por su parte Roberto González-Quevedo describió su obra: “Las monxas candongas de Zamora ya los flaires l.libertinos” como una ficción que recrea un día en que la ciudad de Zamora lleva a su apoteosis las manifestaciones del amor y del erotismo con sus distintos aspectos y matices, tomando como partida inicial unos documentos medievales en la Zamora del siglo XIII que mencionan una disputa entre el Obispado de Zamora y las monjas del Convento de Nuestra Señora de las Dueñas de Zamora.
La ficción arranca un día en que una sirena abandona la piedra del capitel de la iglesia de San Claudio y se lanza al río, comenzando unas horas de convulsión amorosa y erótica en toda la ciudad, no solo en el monasterio de las Dueñas, al otro lado del río. El amor se lanza en diferentes formas, prevaleciendo el amor cortés, pero también otras más oscuras como el sadismo, los eunucos o el travestismo.
El origen viene de un documento de Américo Castro, publicado a principios del siglo XX, donde se analiza ese documento de la Zamora de finales del siglo XIII, donde se relatan los conflictos entre las monjas y el obispo.
Las monjas tenían una mentalidad que también se extendió por el resto de Europa, las llamaban beatas, mujeres muy independientes, más cercanas a las seglares, que algunos historiadores las definen incluso como un precedente del feminismo.
El libro aprovecha lo jugoso del relato para construir una pequeña novela en la que trata de reflejar ciertas ideas sobre el amor y el erotismo, temas que estudió como filólogo y antropólogo, pero centrado en lo literario. Al final como parecía estar dando pábulo a algo que quizá fuera falso, incluyó un apéndice con el contexto histórico y esos documentos.
El libro está escrito en asturleonés por que hay un público al que le interesa esta lengua, interesa la búsqueda de la estética de una lengua minoritaria, por el único motivo del placer propio, aunque también quiere llegar a un público que existe y disfruta de lo leído en su lengua tradicional.