La Gomera cerró el año 2022 con una ocupación turística superior al 95%. Así lo informó el pasado mes de enero el presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, quien detalló que la isla ha alcanzado cifras de lleno absoluto durante momentos puntuales de las dos últimas semanas del mes de diciembre.
La Gomera es la segunda isla más pequeña de las siete que componen Canarias y se destaca sobre todo por su increíble naturaleza.
Pero esta paradisíaca isla no es sólo un remanso de paz y tranquilidad, sino que también es un lugar ideal para disfrutar de diversas actividades.
Subir al Alto de Garajonay
Con sus acantilados negros, profundos barrancos y picos con grandes pendiente, a La Gomera es un lugar ideal para el senderismo. Sus distintos caminos se pueden recorrer a pie ya que están señalizados en función de su dificultad, por lo que se puede elegir según el sacrificio que cada turista esté dispuesto a hacer.
Una de las mejores rutas si quieres enfrentarte a un reto es la que va desde el cruce de Pajarito hasta Valle de la Hermigua.
Este camino dura 10 kilómetros y medio y pasa por el punto más alto de la isla, el Alto de Garajonay, de 1.487 m de altitud.
Visitar la Playa de Santiago repleta de arena negra
Lo que le falta a La Gomera de arena fina lo compensa con el espectáculo de sus playas volcánicas de color negro y gris, siendo la Playa de Santiago una de las más bonitas.
Las casas pintadas del pueblo pesquero contrastan con la oscura playa, mientras en el fondo las colinas completan un paisaje alucinante.
Está situada en Alajeró, en el extremo sur de la isla, e incluso es un buen punto de partida para realizar diferentes actividades como buceo, submarinismo y kayak.
Probar el vino
El suelo volcánico y la abundancia de sol hacen que las condiciones de las Islas Canarias sean ideales para la elaboración del vino. La Gomera produce sobre todo vinos blancos, y el 80% de sus cepas son de una variedad llamada “Forastera Gomera”, exclusiva de la isla. Este tipo de productos locales se sirven en restaurantes de toda la isla.
Contemplar las vistas desde el Mirador de Abrante
El Mirador de Abrante se ubica en un acantilado en el extremo norte de la isla, a 620 metros sobre el nivel del mar.
El lugar está cubierto por paredes de cristal y una pasarela también acristalada de 7 metros de largo en el suelo, por lo que es perfecto para tener una vista soñada del pueblo de Agulo, del océano e incluso de Tenerife en el horizonte, del que suelen llegar excursiones contínuamente.
La pasarela se encuentra dentro de un restaurante, por lo que incluso puedes disfrutar de una deliciosa comida con esa espléndida vista. El horario de acceso al lugar es de 11 a 19, aunque no es necesario comprar comida para poder acceder al mirador.
Avistar delfines y ballenas
La vida marina es abundante en estas aguas atlánticas: delfines, cachalotes, ballenas e incluso tortugas marinas pueden avistarse en las costas de La Gomera. Las excursiones de avistamiento parten de la Playa de Santiago o de la Playa De Vueltas.
Hay dos opciones para realizar los avistamientos. La versión de tres horas incluye un baño en la bahía, tapas y sangría, mientras que la excursión de cuatro horas ofrece una experiencia privada en la playa, con atunes y barracudas a la parrilla que incluso los mismos pasajeros pueden ayudar a pescar.
Escuchar el lenguaje silbado local
Al vivir en una isla con un paisaje con semejantes relieves y pocas carreteras, los isleños de antaño desarrollaron una forma única de comunicación: una forma silbada del castellano, que podía llegar a escucharse hasta a 5 kilómetros de distancia.
La técnica se llama Silbo Gomero y está experimentando un renacimiento, ya que nuevamente se le está enseñando a los niños. Si te animas, puedes pedirle a algún camarero o taxista que te haga una interpretación, o puedes escuchar grabaciones y leer sobre el tema en el Parque Etnográfico de La Gomera, ubicado en el municipio de Hermigua.
Pasear por los bosques del Parque Nacional de Garajonay
Este bosque cubre el 11% de La Gomera y su red de arroyos es la principal fuente de agua de la isla. Es un lugar único para perderse en la naturaleza, repleta de una frondosa vegetación y una paz difícil de encontrar hoy en día.
Un sendero fácil pero hermoso es la Cañada de Jorge, un recorrido de 3 kilómetros que comienza en el Valle Gran Rey.
Durante una hora y veinte minutos, el tiempo estimado de este camino, recorrerás un fayal-brezal, un tipo de bosque característico de la zona.