El conjunto perteneció al principal retablo de la desaparecida iglesia del Real Patronato del Hospital Virgen de Montserrat, en el entorno de Antón Martín, en Madrid.
La presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva, y la directora de las Colecciones Reales, Leticia Ruiz, han presentado este pasado 21 de febrero en la Galería de las Colecciones Reales las primeras piezas ya instaladas en el lugar donde el público podrá contemplarlas. Son cuatro columnas salomónicas de seis metros de alto y 600 kg de peso que Patrimonio Nacional ha restaurado para la Galería. En el proceso se ha desvelado el azul lapislázuli y las decoraciones en pan de oro que las hace únicas en el barroco español.
“Estamos en la cuenta atrás para la inauguración de la Galería y todo marcha según lo previsto. Estamos orgullosos hoy de presentar por primera vez estas maravillosas cuatro columnas recién restauradas y que formarán parte de la colección permanente de la Galería”, ha afirmado Ana de la Cueva. “Este conjunto representa bien la rica variedad que caracteriza a nuestras Colecciones Reales: pintura, escultura, tapices, armaduras, carrozas… o increíbles columnas como éstas”.
Por su parte, Leticia Ruiz, directora de las Colecciones Reales, ha afirmado que estas columnas son “una metáfora” de la propia Galería: “El edificio creado por Tuñón y Mansilla es un contenedor moderno de formas muy puras que dialoga con las columnas barrocas por excelencia”. Sobre las piezas, ha destacado “la belleza del oro entrelazándose con el marmolizado azul lapislázuli”.
Unas columnas “capitales” del barroco español
El conjunto perteneció al principal retablo de la desaparecida iglesia del Real Patronato del Hospital Virgen de Montserrat, en el entorno de Antón Martín, en Madrid. Las columnas fueron realizadas entre 1674 y 1678, cuando la columna salomónica no estaba generalizada en España. “Son piezas capitales del barroco español porque fueron claves para el desarrollo de este estilo y porque las realizó el mejor diseñador de finales del XVII”, ha afirmado el investigador de Patrimonio Nacional,José Luis Sancho.
Para su realización, el escultor José de Churriguera (1665-1725) siguió el diseño de Francisco de Herrera el Mozo (1627-1685). Las columnas miden 5,65 metros de altura y pesan casi 600 kilos. Cada una está ensamblada con ocho troncos de pinos de los bosques de Valsaín, en Segovia. El fuste retorcido está decorado con hojas de pámpano y racimos de uvas.
Su azul original al descubierto
La restauración se ha llevado a cabo en la Galería entre finales de 2022 y principios de 2023 y ha revelado el intenso azul lapislázuli que había quedado oculto por los repintes. “Ha sido alucinante. Al empezar a quitar la capa de repinte y de barniz encontramos un azul espectacular que dota a las columnas de una vida que no tenían”, ha señalado una de las restauradoras.
Para José Luis Sancho, este azul es lo que confiere a estas piezas su singularidad, ya que en el barroco español lo habitual era ver columnas salomónicas enteramente doradas. “El lapislázuli es uno de los colores más apreciados en la historia del arte occidental y es un color esencial para la impresión de riqueza que quiere dar el barroco”, ha concluido.